Beneficios de un matrimonio feliz en la salud mental

Un matrimonio feliz es una fuente de beneficios. Lamentablemente el matrimonio se nos suele ser presentado como un problema, más que un enlace positivo para el hombre y la mujer. Los chistes abundan, y los comentarios malintencionados queriendo desprestigiar esta unión sagrada, están presentes en las conversaciones rutinarias.

Sin embargo, si algo he podido apreciar en mi práctica es que las parejas felizmente casadas comparten un ánimo similar. Así como, una mejor salud en general, y son más optimistas con respecto al futuro.

Estar casado podría ser la respuesta a tener menos posibilidades de caer en la depresión, sufrir accidentes cerebrovasculares o ataques al corazón, y por lo tanto vivir más tiempo. Es lo que hace la compañía, el amor y el apoyo, sacar la mejor versión de nosotros mismos.

Por supuesto, estar casados no implica directamente todos estos beneficios sobre la salud. Porque no es el matrimonio como palabra o acto legal lo que genera estas consecuencias, me refiero más bien al compromiso espiritual y eterno que se establece con el matrimonio.

Esta es la razón de que muchos matrimonios en donde los cónyuges sean infelices o estén estresados, lograrán todo lo opuesto, empeorar la calidad de vida de los involucrados.

¿Cómo esto es posible? Tenemos que profundizar más acerca de ello.

Los ataques al corazón y su relación con tener un matrimonio feliz

La vida es muy curiosa, ese es su encanto, así que tratando de demostrar mi punto tengo que contarte primeramente de un estudio de la British Cardiovascular Society (BCS). En donde se investigó la relación existente entre los ataques al corazón y el matrimonio.

En el estudio se reveló que de 25 mil personas con ataques al corazón en Inglaterra, quienes se encontraban casadas tendrían un 14% más de probabilidad de sobrevivir. Incluso de ser capaces de dejar el hospital en dos días. Todo esto si se le comparaba con quienes estaban solteros.

Con una mayor predominancia en los hombres casados, que las mujeres casadas, estos efectos hacen cuestionar el rol del matrimonio en la sociedad actual. También nos hace plantearnos muchas dudas en relación al tema.

Como por ejemplo ¿es que los infartos de los solteros fueron más graves que los de los casados? O ¿será que la salud de los solteros era peor antes del infarto que los casados?

No obstante, no quiero que nadie que lea mis palabras sienta presión por el casarse. Eso no es a lo que quiero llegar. Solo quiero que tengan presente esta curiosa coincidencia como una prueba de mi planteamiento.

¿Por qué esto ocurre?

¿Cómo o por qué ocurre esta asociación positiva de la salud con tener un matrimonio feliz? Diría que es una mezcla de diversos factores, factores que fueron parte del pasado y que siguen estando presentes en la actualidad.

Tengo varias razones que revelarte para solidificar mi planteamiento. La primera de ellas es que quienes están casados disfrutan de un mayor bienestar emocional y psicológico. ¿Por qué? Porque tienen a su lado a un compañero o compañera capaz de velar por sus mejores intereses, que no fallará pase lo que pase. Esto genera confianza, calma y equilibrio.

Como es de esperarse, el compromiso en los matrimonios es mayor que en los noviazgos o quienes cohabitan, por lo que se podría relacionar la fortaleza del vínculo con esto.

La segunda de las razones es que el matrimonio ayuda a proteger a la pareja del sentimiento de la soledad. Todos necesitamos compañía, para ser amados y amar según los planes de Dios. La soledad se extingue en el matrimonio, he allí su fuerte.

Otra de las razones en las que puedo pensar está en intimidad que tanto hombres, como mujeres disfrutan en estos enlaces.

Cuatro beneficios de un matrimonio feliz en la salud mental

La relación de un matrimonio feliz y la salud (tanto mental como física), es real. Tan solo hace falta que observes las dinámicas de esas parejas que son realmente felices, y muestran con su ejemplo lo que un matrimonio debe ser.

Pensando en ello, estos son cuatro de los beneficios de los que te estoy hablando:

1. Mejoramiento de la función inmunitaria:

¿Sabías que los niveles de cortisol en el organismo reflejarán la cantidad de estrés que sufras? Tomando en consideración ello, las personas casadas suelen demostrar niveles más bajos de cortisol.

Algo muy importante si consideramos que los niveles altos de cortisol pueden perjudicar la función inmunitaria.

2. Un comportamiento positivo:

Es habitual que las personas casadas comiencen a cuidarse más que las solteras, esto en el sentido de correr menos riesgos o comer mejor. “Tranquilizarse” y dedicarse a la familia, o a la construcción de la familia.

Hasta te sorprenderás al conocer que hay más personas que acuden a citas médicas estando casadas, que solteras. También que siguen las recomendaciones de los médicos con más normalidad.

3. Una mente más sana:

Depresión, soledad y aislamiento social, todos esos males suelen descender al hablarse de parejas casadas, porque tener un apoyo fuerte en los momentos bajos, suele subir el ánimo de cualquiera.

He de allí que se haga esta clase de conexiones.

4. Mayores niveles de felicidad:

La eterna búsqueda de la felicidad es una meta para muchos. Pero quizás estés más cerca de lo que creen, porque los estudios han demostrado que la felicidad está relacionada con los estímulos positivos. Un mayor compromiso o estabilidad la provocarán.

En el caso de los hombres, se ha demostrado que quienes fueron criados en familias estables casadas, suelen crecer como personas más afectuosas, abiertas y cooperativas con las mujeres. Mientras que en el caso de las mujeres, el amor e intimidad que provoca un matrimonio alegre, logrará una elevación espiritual y anímica.

Asimismo debes tener en consideración que quienes son criados en familias casadas, tendrán un mejor concepto del matrimonio, y una menor predisposición al divorcio. Lo mismo acontece con esa triste asociación que existe entre los hijos criados en matrimonios llenos de violencia y maltrato, por lo que el objetivo es un matrimonio feliz, no solo un matrimonio más.

 

Si este artículo te ha servido me encantaría que pusiera un comentario con tus preguntas o experiencia sobre el tema.  Si conoces a alguien que le puede interesar invítale a leerlo y les puede ayudar. Si necesitas ayuda profesional, puedes llamarme al 407-3743712.

¿Qué hacer si mi hijo/a está mirando pornografía?

Marta es una madre que me llamó desesperada hace un tiempo. En su voz se notaba  angustia y desesperación. Entre sollozos pude escuchar: “Soy un fracaso como madre”, “No sé qué estoy haciendo mal”, “Mi hijo es adicto a la pornografía y es mi culpa”. Después de tranquilizarla y pedirle que me explicara lo que estaba pasando, ella pudo contarme su experiencia.

 

Su hijo tiene 13 años de edad. Ha estado durante toda la pandemia recibiendo clases online vía Zoom desde de su casa. La madre, al principio, pudo quedarse con él en la casa para supervisarlo, pero después de dos meses de aislamiento, ella tuvo que regresar a trabajar. Por lo que su hijo se quedó en la casa recibiendo sus clases en línea.

 

Al principio, el adolescente le comentaba que estaba muy contento de recibir las clases online. Sin embargo, parece que al transcurrir el tiempo y darse cuenta de la complejidad de su situación; de no poder jugar con sus amigos; además de lo aburrido que era tomar las clases de esta forma; este empezó a rechazar las clases vía Zoom hasta el punto de que no quería levantarse de la cama y prefería quedarse acostado gran parte de la mañana.

 

Pero, todo tomó otro rumbo cuando su hijo le compartió su situación a un compañero de clases, y este le reveló lo que él hacía para no aburrirse: ver a un hombre y a una mujer teniendo sexo. Pornografía.

 

Inmediatamente, el chico comenzó a visitar páginas web de contenido pornográfico. Así, mientras en una ventana de su computador tenía al Zoom abierto, en la otra veía pornografía.

 

Marta se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo cuando un día no pudo ir a trabajar y entró sin avisar a la habitación de su hijo. Pudo ver espantada lo que estaba haciendo mientras escuchaba a su maestra dar la clase. Furiosa e indignada, apagó la computadora y empezó a propiciarle una paliza al adolescente por ello.

 

Su hijo, quien también estaba confundido y avergonzado, no hacía otra cosa que decirle que no lo haría más. Todo al mismo tiempo que su madre descargaba su rabia y frustración sobre él. Un día después de este incidente, Marta me llama y me dice: “Soy un fracaso como madre”, y procede a contarme su historia, además de cuestionarse si actuó correctamente.

 

En el 2015, C.S Mott Children’s Hospital National Poll On Children’s Health[1] dijo que la seguridad cibernética está en el cuarto lugar entre los problemas más preocupantes que afectan a los niños hoy en día. De acuerdo con TopTenreviews.com[2], la edad promedio de exposición por primera vez a la pornografía es a los 11 años.

Asimismo, de acuerdo con LDSLiving.com[3], el 79% de los jóvenes que fueron intencionalmente expuestos a la pornografía, lo fueron desde sus hogares. Como podemos ver, estas estadísticas son alarmantes.

 

Así que este asunto es una epidemia de la cual necesitamos hablar más a menudo. Y es que tarde o temprano los padres enfrentarán una situación similar a la historia de Marta. La pregunta es: ¿Qué debe hacer un padre/una madre si su hijo/a está mirando pornografía?

 

Errores que cometen los padres cuando sus hijos/as ven pornografía

 

Muchos padres comenten los siguientes errores cuando se dan cuenta de que sus hijos o hijas han sido expuestos a contenido pornográfico:

 

Usar la vergüenza como castigo: Una gran mayoría de padres creen que avergonzar a sus hijos/as porque están mirando material pornográfico es un buen mecanismo para lograr que ellos cambien su comportamiento. Pero, varios estudios comprueban todo lo contrario. Los hijos que son avergonzados, con el tiempo, pueden llegar a verse a sí mismos como malas personas. Ello, en lugar de verse como lo que son, buenas personas que tomaron decisiones equivocadas. Incluso, esa vergüenza lleva a los niños a esconder su comportamiento y a no recibir la ayuda que necesitan en esta situación.

 

Quitar el acceso a sus hijos a la tecnología: Mientras creemos que colocar límites y castigos es muy importante en la crianza de los menores de edad, es imperativo también entender que necesitamos ser delicados con la cultura cibernética. Esa, en la cual nuestros hijos han nacido. Quitarle todo el acceso a la tecnología puede dar como resultado su aislamiento. Por lo tanto, esta solución se puede convertir en un problema, porque lo opuesto a la adicción es la desconexión con su entorno.[4]

 

Mirarse como un fracaso: En mis terapias me encuentro con padres que basan su identidad de acuerdo con el éxito que ellos perciben que tienen como padres. Ellos ven el comportamiento negativo de sus hijos como un reflejo de su habilidad como figuras paternas y maternas. Pero, la verdad es que las acciones negativas de tus hijos no definen quién eres como padre.

 

Hacer asunciones: Lo primero que hizo Marta, la madre de la historia de hoy, fue asumir lo peor de su hijo. Se decía: “Mi hijo es adicto a la pornografía, se va a convertir en un depravado sexual. Será un fracaso en la vida”.

 

Todas estas reacciones negativas, en lugar de ayudar a tu hijo o hija a entender las consecuencias de sus decisiones negativas, lo que harán será distanciarlo(a) de ti, y cerrar la puerta de la comunicación.

 

Si tu hijo/a percibe que no puede hablar contigo sobre sus luchas en la vida… ¿quién crees que va a educarlo sobre el tema de su sexualidad? Tristemente sus amigos y el internet ocuparán el lugar que debe ocupar un padre o una madre en la educación de sus hijos.

 

 

¿Qué puede hacer un padre o una madre si su hijo/a ve pornografía?

 

Manejar la situación con gracia y verdad: Marta, en lugar de halarse los cabellos y verse como un fracaso, puede manejar la situación con gracia y verdad. ¿Qué significa esto? Que el padre o la madre, en lugar de perder el control y explotar por la ira, puede controlarse e invitar a su hijo/a a orar.

 

Yo sé que estás pensando que lo menos que quieres hacer es invitar a tu hijo/a a orar cuando tu deseo es gritarle y darle una paliza. Pero, cuando invitas a tu hijo/a a orar contigo, y, luego a conversar sobre el tema, estás invitándolo(a) a tener un diálogo sobre un tema vergonzoso, tanto para los padres como para los hijos.

 

Mientras tú mantengas las vías de comunicación abiertas con tu hijo/a, tendrás la esperanza de influir en su vida, para que así este(a) tome mejores decisiones. ¿Qué conversar? Hacerle preguntas abiertas a tu hijo/a, tales como: ¿Desde cuándo estás mirando pornografía? ¿Cómo te sientes al respecto? ¿Cuál consideras que debería ser tu castigo por tus elecciones negativas?

 

Presenta la verdad con amor: Explícale a tu hijo/a con amor que la pornografía, literalmente, altera nuestro cerebro, produciendo desensibilización y afectando la personalidad. El sexo fue creado por Dios y es algo bueno y positivo. Pero, la pornografía ayuda a tergiversar la verdad de Dios sobre la sexualidad humana. Las decisiones que tomamos crean dirección. No podemos borrar de nuestra mente las imágenes con contenido pornográfico que almacenamos. Tus decisiones afectan tu futuro.

 

Ayuda a tu hijo/a a entender que él/ella no es el problema: El problema es la pornografía. Ver a la pornografía como el problema y no a tu hijo/a te permitirá manejar la situación más eficientemente. Siendo que el problema es la pornografía y no tu hijo/a, debes, junto con este(a), buscar una solución al problema (pornografía). Anímalo(a) a pensar en formas de mantenerse a salvo. Las respuestas pueden incluir:

 

  • Evitar el uso de palabras claves que conduzcan a este tipo de imágenes.
  • Actualizar los niveles de seguridad en los dispositivos.
  • Mantener los dispositivos en lugares públicos.
  • Evitar amigos, parientes y vecinos que ven pornografía.
  • Tener conversaciones periódicas sobre lo que ve tu hijo o hija.

 

Recuerda cómo Dios te trata a ti como padre cuando cometes un error. Dios te trata con gracia, amor y compasión. Cuando se encontró con la mujer adúltera, no la avergonzó, sino que estuvo a su lado derramando su gracia. Ese es el llamado que Dios nos hace a nosotros como padres.

 

Trata a tus criaturas de la misma forma como Él nos trata a nosotros. Dios está comprometido a ayudarte a salvar a tu hijo/a. Tú no estás solo/a en esta tarea. Si sigues el plan de Dios, Él te ayudará a educar a tu hijo/a para la Eternidad.

 

Si necesitas ayuda en esta área no dudes en comunicarte conmigo al 4076180212. Del igual manera, si tienes algún comentario o pregunta sobre este tema, lo puedes hacer en la sección de comentarios en la parte de abajo de este post.

[1] http://mottnpch.org/

[2] http://www.toptenreviews.com/internet-pornography-statistics/

[3] http://79%20percent%20of%20young%20people’s%20unwanted%20exposure%20to%20pornography%20occurs%20in%20the%20home.

[4] https://youtu.be/sQmYwRy3Nmg

4 estilos de comunicación negativa en el matrimonio

Expresiones cuentos cómo; “Tú nunca haces caso. Siempre haces lo que te da la gana. No respeta el presupuesto que hemos acordado entre los dos. No entiendo por qué compraste ese televisor para el cuarto. No lo necesitamos, ese gasto no está en el presupuesto. Tú no sirves para nada. Eres un tonto y desconsiderado. Ya estoy cansada de que continuamente estés haciendo lo que te da la gana y no consults conmigo este tipo de decisiones”, son claro ejemplo de una comunicación negativa en el matrimonio.

“Oh mi amor, perdóname. No lo voy a hacer de nuevo. Tú sabes que yo te quiero y vivo para ti. No te pongas brava conmigo. Yo hago lo que tú me dices. Es más, si quieres yo voy mañana a la tienda y devuelvo el televisor, con tal de que estés bien y no te enojes conmigo. Me entristece verte de esa forma”.

 

“Siempre me dices que no lo vas a hacer de nuevo y termina haciéndolo. ¿Será que no te das cuenta de tu comportamiento? ¿Hasta cuándo tengo que estar aguantando estos paquetes tuyos?

 

La comunicación es clave en todas las relaciones, pero especialmente en las relaciones maritales. Muchos estudios confirman que el éxito de un matrimonio está en la comunicación. Una comunicación eficiente no es algo innato en el ser humano, sino algo que se desarrolla a través de los años. Varios factores que influyen en cómo es tu comunicación, tal es el caso de tu guía de vida, tu crianza, la dinámica emocional que experimentaste en tu familia de origen, tu estilo de apego y las experiencias emocionales que has tenido en la vida. Estos factores pueden determinar si tienes una comunicación negativa o positiva.

 

Virginia Satir, una de las pioneras de la terapia familiar, enfatizó la importancia de la comunicación en la familia como forma de desarrollar relaciones saludables. Las familias que no son saludables y no se nutren a sí mismas, son familias en las que la comunicación es indirecta, vaga, deshonesta, incompleta y no es clara. Esta comunicación negativa y lleva al desarrollo de baja autoestima, lo que trae como resultado respuestas maladaptativas, especialmente cuando la pareja está experimentando altos niveles de estrés. Para Satir, un matrimonio saludable está construido sobre una comunicación clara, completa y congruente, en la cual hay roles claros para gobernar los procesos familiares.

 

Virginia Satir presenta 4 formas de comunicación disfuncional que muchas veces experimentan los matrimonios cuando están bajo estrés y cargan con una baja autoestima. Estos son: el Acusador, el Aplacador, Súper razonador y el Irrelevante. Por otro lado, ella aboga por el desarrollo de un estilo o forma funcional de comunicación.

 

 

 

Acusador

 

El estilo Acusador es el utilizado por la esposa en la comunicación negativa con la cual comenzamos nuestro artículo. Todo lo que hace esa esposa es acusar a su esposo por lo que hizo o dejó de hacer. Ella esconde sus sentimientos de baja autoestima y vulnerabilidad tratando de controlar a su esposo, expresando su desacuerdo por sus acciones. El estilo acusador está buscando faltas continuamente, critica y pone sobrenombres. Es como si el acusador no se sintiera bien sin hacer sentir al otro miembro de la familia inferior. Este estilo presenta una imagen de que se ve superior a la otra persona.

 

aplacador

 

El esposo que responde en la historia aparentemente está usando un estilo Aplacador. Ese esposo esconde sus sentimientos de baja autoestima y vulnerabilidad al tratar de apaciguar, complacer y satisfacer las demandas de su esposa. Él hace esto no porque realmente lo siente, sino porque es la estrategia que él ha desarrollado inconscientemente para sobrevivir en los momentos de estrés en sus relaciones. Es por eso por lo que, en este estilo, la persona trata de disculparse y hacer lo indecible por complacer a la otra persona a costa de sacrificar sus necesidades emocionales. En el fondo, en este estilo, la persona trata de evitar ser rechazada y buscar ser valorada y aceptada a través de la aprobación.

 

 

Súper razonable

 

Al aplicar este estilo, la persona usa el mecanismo de defensa de la racionalización cuando trata de anestesiarse a sí mismo y se desconecta de sus sentimientos verdaderos. Su comunicación existe a un nivel intelectual o racional sin permitir que sus emociones interfieran con el proceso. Este estilo de comunicación negativa busca siempre estar en lo correcto, busca la perfección, huye de la espontaneidad. Las personas que usan este estilo externalizan sus experiencias e inhiben sus sentimientos relacionados con el problema que enfrentan en sus relaciones.

 

 

Irrelevante

 

Este estilo de persona maneja los momentos de estrés en sus relaciones pretendiendo que no está presente. La persona que utiliza este estilo siente que no es querida por la familia y no tiene sentido de pertenencia en su familia. Esta es la razón por la cual este personaje hará todo lo posible por reenfocar la comunicación hacia otra cosa, distante de la situación estresante que experimenta y de los propios sentimientos. En la comunicación con su pareja, la persona de este estilo hará comentarios irrelevantes que no tienen nada que ver con lo que se está diciendo o preguntando.

 

Como te habrás podido dar cuenta, el estilo de comunicación que utilizas tiene un impacto poderoso en tus relaciones, especialmente la matrimonial y familiar. Tu estilo de comunicación determinará el nivel de aceptación que tendrás y el éxito en la formación de relaciones saludables en tu vida. En el próximo post te hablaré del estilo Funcional y cómo puedes mejorar tu estilo de comunicación si estás utilizando uno de los estilos disfuncionales antes mencionados.

 

 

Ayude a su cónyuge a superar la depresión

Continuando con el último post, hay varias formas en las que puedes ayudar a tu cónyuge a superar la depresión, o por lo menos ser el apoyo que su cónyuge necesita para buscar ayuda profesional, de manera de poder sentirse mejor. oportunamente, la depresión es una enfermedad tratable y, si bien muchas personas viven con depresión, encuentran el apoyo para seguir viviendo su vida, a veces mediante terapia solamente o con una combinación de terapia y medicación.

 

Si bien no hay un sustituto para la ayuda profesional ni para las recomendaciones médicas, aquí planteamos ocho formas en las que apoyar a su cónyuge durante la depresión y así ayudar a mantener un matrimonio saludable. No hay duda de que seguir estos pasos ayudará a tu cónyuge a sentir el apoyo que le estás brindando para enfrentar esa situación que le está haciendo sentir así:

 

  1. Estar allí para la otra persona

 

El solo hecho de estar presente con tu cónyuge es una forma de apoyo. No es necesario que intentes solucionar ningún problema, ni siquiera buscar uno que solucione; puede que no sea uno obvio, y tratar de solucionar un problema percibido a menudo puede empeorar las cosas para la otra persona. Los síntomas de la depresión aparentemente pueden aparecer de la nada, sin una causa o desencadenante claros. Lo que más importa es que la persona que está luchando se sienta segura y apoyada. Nunca subestimes el impacto de estar sentado en silencio con alguien que se siente deprimido: tener a alguien contigo en un momento de sufrimiento sin sentir la presión de hacer algo o decir algo, puede aliviar la sensación de soledad y desesperación.

 

  1. escucha

 

Invita a tu cónyuge a hablar sobre cómo se siente y lo que tiene en su mente, y luego practica la escucha activa. Escuchar activamente significa prestar atención, reflejar lo que ha escuchado y no emitir juicios o dar consejos. Puede ser útil preguntarle a su pareja desde el inicio si quiere apoyo o soluciones, de manera que pueda saber cómo abordar la conversación. No renuncias a tu pareja si se aísla y hazle saber que estás ahí si quiere hablar.

 

  1. Anima a tu pareja a buscar ayuda profesional

 

Cuando los síntomas depresivos persisten e interfieren con la capacidad de su cónyuge de cuidarse a sí mismo(a), o su función en el trabajo, o aparecen en sus relaciones, anima a su pareja a buscar las recomendaciones de un profesional médico. El médico de cabecera puede derivar a tu pareja a un profesional de la salud mental y recetarle medicamentos si es necesario. Un clínico puede ayudar a una persona con problemas de salud mental a procesar pensamientos y emociones, consejeros problemáticos y desarrollar habilidades para afrontar la situación de forma saludable. Hoy en día, muchos profesionales de la salud mental trabajan en línea para que las personas puedan recibir apoyo sin salir de la comodidad de sus hogares. Si la consejería no es una opción económicamente viable,

 

  1. Elimina los factores que causan estrés

 

Las tareas diarias simples pueden parecer abrumadoras para alguien que experimenta depresión. Las actividades de cuidado y mantenimiento del hogar, que incluyen lavar la ropa, cocinar, limpiar y hacer las compras, ayudar a aliviar la carga. Eliminar o reducir responsabilidades cuando sea posible ayudará a crear más espacio mental para su cónyuge.

 

  1. Muevanse juntos

 

Propongan la intención de pasar tiempo juntos al aire libre. El ejercicio es un poderoso estimulante del estado de ánimo, e incluso una caminata corta por el vecindario puede proporcionar recompensas. El movimiento, un cambio de escenario y el tiempo que pasan juntos pueden ayudar a cambiar la química del cerebro, y cuando aumenta la frecuencia cardíaca, respiramos más profundamente, lo que lleva a una mayor atención plena. También existe una conexión comprobada entre pasar tiempo en la naturaleza y la reducción del estrés y la depresión [1] , por lo que dar un paseo por la naturaleza o pasar tiempo en un espacio verde aliviará los síntomas y bloqueará la capacidad de recuperación y la recuperación resistencia.

 

  1. Concéntrate en comer alimentos saludables

 

El cerebro necesita vitaminas, minerales y nutrientes para una cognición saludable, así que asegúrese de que su cónyuge consuma suficientes frutas y verduras, grasas saludables y de que beba mucha agua.

 

  1. Usa palabras de sostenido

 

La depresión puede afectar en la persona el sentido de sí mismo y su autoestima, por lo que tus palabras de amor, duraderas y aliento serán de gran ayuda. Anima a tu cónyuge cuando logre algún progreso y recuérdale sus fortalezas, talentos y las muchas cualidades que amas de él/ella.

 

  1. Cuídate

 

Cuando las personas que cuidamos no estan bien, lo mas importante que podemos hacer por ellas es mantenernos en forma y saludable. Debes continuar cuidando tu propia salud y bienestar para que puedas estar fuerte para tu pareja durante un momento desafiante. En lo posible, sigue haciendo las cosas que disfrutas, conéctate con tu red de apoyo y busca apoyo emocional. Para ti, los cambios significativos en el estado de ánimo, la energía y el comportamiento de tu cónyuge, pueden provocar una gran sensación de pérdida con respecto a la pareja sana y vibrante que conoces tan bien, y, a menudo, también un sentimiento de impotencia

 

Lo importante es tener un papel activo cuando nuestros cónyuges están enfrentando la depresión y luchan contra sus síntomas y efectos. Con solo estar ahí para ellos, estaremos ayudando a nuestra pareja a sentirse mejor y al mostrarle nuestro apoyo, haremos que se sienta amada y que nos importa.

 

Dios quiere que seamos felices, que estemos saludables y que vivamos nuestras vidas al máximo, para esto nos ha mostrado cómo al desempeñar nuestro papel relacional, así como Él juega el suyo en la deidad trina, estaremos reflejando Su imagen relacional y mostrando nuestro amor en su mejor expresión.

 

Ve la depresión como un intruso en tu matrimonio

 

Como cualquier otra enfermedad, la depresión es una fuerza externa: un visitante no deseado que causa estragos en la salud de su cónyuge, su matrimonio y su vida familiar. Verlo de esta manera puede permitirles a ambos hablar sobre sus efectos sin culpa ni vergüenza. «Una vez que empezamos a hablar de ello como un tercero, como ‘la depresión’, pudimos expresar frustraciones de manera constructiva», dice Scott-Lowe. “Si Dennis realmente dudara de su valía, podría decir: ‘Eso es solo la depresión hablando. No eres tú. Cuando no está deprimido, no piensa de esta manera. Te estás alimentando con mentiras».

 

 

Admite que no puedes curar la depresión de tu pareja

 

Tu cónyuge necesita tu amor, apoyo y preocupación, pero estas importantes cualidades no pueden revertir la depresión más de lo que pueden controlar el azúcar en la sangre, aliviar el dolor de la artritis o limpiar las arterias obstruidas. Así como no confiarías solo en el amor para curar una condición médica, o retirar el amor porque no fue así, no esperes que tus sentimientos o atención puedan alterar la química cerebral desequilibrada de tu cónyuge. Usa tu amor para obtener ayuda y recordarle a tu pareja su valor intrínseco durante este momento desafiante.

 

¿Conoces alguna otra forma en la que podemos apoyar a nuestros cónyuges cuando se enfrentan a la depresión? ¿Te ha sentido deprimido por alguna circunstancia? ¿Tiene sentido la mano de Dios apoyándote mientras atraviesas una situación difícil? Comparte tus respuestas con nosotros, para que podamos enriquecer nuestra experiencia y ayudar a otros a enfrentar este importante problema. Dios te bendiga.

 

[1] Harvard Health Publishing, Facultad de Medicina de Harvard, https://www.health.harvard.edu/mind-and-mood/sour-mood-getting-you-down-get-back-to-nature

Depresión y matrimonio

Todos sabemos qué es la depresión y cómo esta afecta la vida de la persona que la está padeciendo. También sabemos que involucra a los miembros de la familia que tienen contacto cercano con la persona que se ve afectada por la misma.
La depresión clínica o mayor es un tema más grave, ya que es prácticamente un estado de depresión constante. Es uno de los trastornos de salud mental más comunes en Estados Unidos, con un estimado de 17,3 millones de adultos, o el 7,1% de la población, quienes experimentaron al menos un episodio depresivo grave en un año determinado. Con el estrés adicional a causa del COVID-19, se espera que esos números aumenten, ya que todas las cosas que consideramos «normales» han cambiado y la «nueva realidad» es difícil para la mayoría de las personas.
¿Qué es la depresión?
Si bien existen diferentes tipos de depresión, el orden depresivo mayor es el más común en Estados Unidos y, a diferencia de la tristeza y el dolor, que son emociones humanas normales, la depresión se caracteriza por síntomas persistentes que interfieren con la capacidad de realizar las actividades del día a día, impactando de forma negativa nuestro trabajo y relaciones interpersonales. No existe una causa única que conduzca a la depresión, considerando las experiencias de vida, genética, química cerebral y el medio ambiente. Hay muchos factores que pueden desencadenar la depresión.
La depresión clínica o mayor se ha clasificado en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) como un período de al menos dos semanas cuando una persona experimenta cinco o más de los siguientes síntomas, con al menos uno que sea el estado de ánimo depresivo, o pérdida de interés o placer: estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días; pérdida notable de interés o placer en las actividades; pérdida o aumento de peso significativo; insomnio o dormir más de la cuenta; inquietud; fatiga o perdida de energia casi todos los dias; sentimientos de que se es inútil o culpa excesiva; incapacidad para tener o tomar decisiones; pensamientos recurrentes de muerte (no solo miedo a morir).
¿Cómo afecta la depresión al matrimonio?
En el matrimonio, prometemos apoyar a nuestro cónyuge en la enfermedad y en la salud, y cuando surge un problema de salud mental, esto puede ser una de las enfermedades más desafiantes para enfrentar como pareja o familia. Para la persona que sufre de depresión, las tareas que son aparentemente simples, como bañarse, preparar una comida o conducir hasta la tienda, pueden volverse abrumadoras o casi imposibles. Diversos estudios muestran que los pacientes deprimidos pasan tantos días en cama como las personas con enfermedades crónicas.

Para el cónyuge, los cambios significativos en el estado de ánimo, la energía y el comportamiento de su pareja pueden generar una gran sensación de pérdida para la pareja sana y vibrante que conocen tan bien ya también pueden generar un sentimiento de impotencia. El cónyuge puede ser testigo del cambio que ha sufrido la pareja deprimida.
Sufrir depresión es un problema cada vez más común en la actualidad. El estrés que vivimos a diario con los problemas económicos, laborales y de salud, solo por nombrar algunos, ha afectado a las personas sin importar su condición social, religión o condiciones en general. Todos sentimos la presión, todos sentimos el dolor, todos sentimos cargas que caen sobre nuestros hombros. Quizás nos sentimos cansados, quizás nos sentimos abrumados, quizás nos sentimos deprimidos.
¿Esto te suena familiar? ¿Te tiene sentido así? O quizás, ¿has visto cómo tu cónyuge está luchando contra la depresión? No estás solo (a). Incluso en la Biblia podemos encontrar personas como David, José, Job, quienes experimentaron tristeza y dolor en sus vidas. En la historia de Job podemos ver cómo su propia esposa no podía soportar verlo tocar fondo. Pero todos tienen algo en común, buscaron a Dios para superar el dolor y la tristeza. Ellos encontraron su refugio en Dios, para superar su dolor y tristeza, y salir adelante. Pero no es una tarea fácil de hacer.
Quizás te estés preguntando si hay algo que puedas hacer para no dejar que la depresión arruine tu matrimonio, y lo hay. En primer lugar, motiva a tu cónyuge a buscar la ayuda de Dios en Su Santa Palabra, hay hermosos versículos en los que podemos encontrar la fuerza para hablar con Dios, para pedirle ayuda, para pedirle que nos tome de la mano mientras atravesamos los momentos difíciles. También puedes ayudar a tu cónyuge a buscar ayuda profesional si fuera necesario, para que ambos puedan tener las herramientas emocionales que necesitan para superar la crisis.
Hay formas en las que podemos ayudar a nuestros seres queridos a superar la depresión, la crisis y los tiempos difíciles que podrían estar viviendo. ¿Quieres saber de qué otras formas puedes ayudar a tu cónyuge o a un familiar cercano a lidiar con la depresión? Te invitamos a leer nuestro próximo post, para que puedas tener una idea más amplia de lo que podemos hacer para ayudar a sentirte mejor. Dios te bendiga.

El Poder de la gracia para crecer en la intimidad

Además de lo que hemos aprendido en los posts anteriores, sobre lo importante que es la vulnerabilidad si queremos tener una relación íntima con Dios y con nuestro prójimo, hoy aprenderemos algo que es de vital importancia en nuestra relación con Dios: la gracia.

En la Biblia se menciona muchas veces lo importante que es la gracia divina en la vida del ser humano. Es el determinante en la relación entre Dios y la raza humana, es el regalo que Dios nos ha dado, la provisión que existe desde los albores del tiempo para la salvación de la raza humana.

Si miramos la historia de Adán y Eva, luego de que estos pecaron y rompieron la relación de amor, confianza y lealtad que se tenían mutuamente y que tenían con Dios, podemos ver que cuando Dios vio que ellos reconocieron su condición de desnudez y pecado, entonces salieron de su escondite dejando el miedo y haciéndose vulnerables, Él derramó gracia sobre ellos. Dios les quitó las vestimentas que habían confeccionado con hojas de higuera y les dio vestimentas nuevas hechas con la piel de un animal que había sido sacrificado para la ocasión.

Cuando te hagas vulnerable ante Dios y confieses tus pecados, Dios te aceptará tal y como eres, te llenará de su amor y compasión, y comenzarás a transitar el camino hacia una verdadera intimidad con el Creador.

Cuando te hagas vulnerable ante tus hijos y reconozcas que no tienes todas las repuestas y que no eres más santo que ellos, ellos te aceptarán tal cual eres y derramarán su gracia sobre ti.

Cuando te hagas vulnerable con tu cónyuge, él/ella te perdonará y te aceptará como eres porque estará lleno(a) de gracia y amor. Y entonces, experimentarán una verdadera intimidad.

Cuando te hagas vulnerable con tu hermano(a) de la iglesia y reconozcas tus errores y aceptes que no eres mejor que él/ella, la gracia de ese hermano te llenará y ambos(as) disfrutarán de una relación de intimidad.

El secreto para volver a disfrutar de la intimidad es ser vulnerable ante Dios y tu prójimo, aceptar la gracia que se te ofrece y crecer en intimidad.

Yo nací en Cuba. Mi experiencia al llegar a este país, con el idioma y la escuela, no fue fácil. Luego, cuando comencé a trabajar como Pastor, continuaban los desafíos. Tenía capas protectoras para que nadie me hiriera. No traía a nadie a mi casa para que no vieran mis defectos. Trataba de mantener la imagen perfecta de un pastor. Pero, la solución no estaba en esta forma de actuar. La solución está en permitirnos ser vulnerables y así poder crecer en intimidad.

¿Quieres crecer en intimidad? Entonces te desafío a que busques intimidad en las cuatro dimensiones de la vida: en la dimensión espiritual, comparte tu experiencia y crecimiento espiritual con tu esposa, con tus hijos, con un amigo; en la dimensión intelectual, comparte tus ideas de la vida y escucha a tu esposo(a) e hijos, además de compartir sus ideas también, aprende a aceptar ideas de otras personas aunque no estés de acuerdo con ellas pues al hacerlo y aprobarlas son dos cosas completamente diferentes.  Aceptar significa darle la libertad a una persona de pensar de la forma que quiera pensar.

Por otro lado, aprobar quiere decir estar de acuerdo con la conclusión de esa idea. En tercer lugar, en la dimensión emocional, conéctate emocionalmente con otra persona, ofrece amor, respeto y apreciación. En la dimensión de la intimidad física, toma tiempo para expresar a través de caricias y expresiones físicas el amor y la pasión que sientes por tu esposo(a).

El camino a la intimidad es el camino de regreso al amor. Nuestra intimidad nunca alcanzará la intimidad que tenían Adán y Eva antes del pecado, pero si te garantizo que a través de Cristo y la realidad de la gracia podremos experimentar una medida de intimidad desconocida para los que no son cristianos. Nuestros errores pasados pueden cubrirse, no por ropas y escudos que hayamos creado nosotros para protegernos de volver a experimentar lo mismo, sino por la ropa que Dios nos ha confeccionado, el manto de justicia de Cristo.

De la misma forma como Dios sacrificó a un animal para vestir a Adán y a Eva, Cristo fue sacrificado por nuestro beneficio, para que hoy podamos vestirnos con el manto de justicia y pudiéramos cubrir nuestra vergüenza por la gracia de Jesucristo.

¡El amor de Dios por ti es tan grande que Él quiere derramar en ti su gracia! Para que así puedas dejar de sentir esa vergüenza que te impide tener una relación íntima con Él y con tu prójimo. ¡Verás que esto cambiará tu vida! ¿Has sentido alguna vez la paz que la gracia de Dios provee? Cuéntanos tu experiencia en la sección de comentarios. Dios te bendiga

¿Cómo alimentar tu matrimonio?

Hemos estado estudiando la comparación entre la estructura de una casa y la estructura del matrimonio. Hablamos de la importancia de tener unos cimientos fuertes y profundos. Además, remarcamos la importancia de tener unas paredes resistentes, que no sucumban ante los avatares de la vida.

 

Estas paredes se refuerzan “llenando el tanque de la relación” o “haciendo depósitos en el banco emocional”. Pero ¿Qué significa esto? ¿Cómo puedo alimentar y fortalecer mi matrimonio?

 

Gottman, un autor muy reconocido, recomienda 5 ejercicios que, poniéndolos en práctica, les permitirán ir llenando el tanque del amor, ir aportando recursos al banco emocional de la relación matrimonial. Estos ejercicios son:

 

Ejercicio 1: Despedida por la mañana.  

Se recomienda antes de acudir al trabajo, recordar planes o preguntar qué va a hacer su pareja durante la jornada. Enterarse por lo menos de un evento al día de la vida del otro es una forma de decir “tú me importas”, ayuda a romper el hábito de la desatención y la rutina que convierte a las parejas en extraños que se van distanciando poco a poco .

Ejercicio 2:  Conversar al final del día.

Al llegar a casa, intentar que la conversación mitigue el estrés acumulado durante la jornada laboral. Muchas veces en el encuentro no se habla por cansancio o se transmiten quejas o interrupciones.

Para ello es conveniente dedicar unos minutos a comentar las cuestiones del trabajo, cómo nos fue en el día, qué hicimos, etc., sin mezclarlas con las de la pareja. Al elaborar la preocupación verbalmente evitaremos desplazar la tensión sobre la persona querida. Es importante resistirse a la tendencia a dar consejos o de reprochar, en lugar de ello lo mejor es buscar soluciones, solicitar acuerdos, apoyar y mostrar entendimiento.

Ejercicio 3:  Mostrar precio.

Por lo menos una vez al día, exprese verbalmente admiración, valoración y aprecio hacia el otro por algo que ha hecho, de manera directa o a través de una llamada de teléfono o de un mensaje.

Ejercicio 4:  Expresar el afecto físico.

No sólo las palabras y el contacto sexual importan, fuera del dormitorio también es necesario intercambiar abrazos, besos o caricias, expresar ternura y utilizar el contacto piel a piel con nuestra pareja.

Ejercicio 5:  La cita semanal.   

Un día por semana organice una cita con la pareja, como cuando surgieron a conocerse. Acudir juntos a algún sitio o quedarse solos en casa, charlando, intimando y ampliando el mapa de amor.

Siguiendo estos ejercicios, habremos dedicado tiempo y atención a nuestra pareja, que poco a poco irá sumando para enriquecer la relación de intimidad.

Quizás te estés preguntando, si esos elementos son los cimientos y las paredes, entonces, ¿cuál sería el techo? Este sería la Solución de conflictos, es decir, resolver problemas que tienen solución.

Existen dos tipos de problemas: los solubles y los insolubles. Según Gottman y Silver (2014),  el 69% de los conflictos matrimoniales está dentro de la categoría de irresolubles.

 

¿Cuáles serían los problemas solubles? Serían, por ejemplo: la limpieza de la casa, disciplina de los hijos, relaciones sexuales, las suegras, los problemas situacionales, los problemas no básicos, es decir, los problemas en los que la solución se puede alcanzar y resolver.

 

¿Cuáles serían entonces los problemas irresolubles? Los problemas centrados en diferencias en la personalidad, las diferencias en el estilo de vida, si la persona se siente  rechazado  por la pareja cuando aparece el conflicto, si siente que  no avanza  cuando habla del problema, si se siente cada vez  menos dispuesto a ceder  y cada vez con más fuerza para mantener su posición en lo referente al tema, si habla sobre el tema, nota que  no hay afecto ni buen humor .

 

Entonces, ¿Cuáles serían los pasos a seguir para regular los conflictos y caminar hacia la solución de los problemas en el matrimonio? Comencemos por indicar que el inicio de una discusión en la que se busca la resolución de problemas debe ser un inicio suave, no discordante, a través de una descripción neutral de hechos: “siento algo… y necesito que…”. Debemos cuidar las palabras que usamos.

 

Además, debemos aceptar la influencia de nuestra pareja y entender su punto de vista, aceptar las cosas que no podemos cambiar, tratar de relajar nuestro cuerpo y no estar tensos (relajación fisiológica), seguro de que el problema no sea por alguna situación pecaminosa, involucrar a Dios y buscar que Sus principios los dirijan en la solución, no hablar mucho, comenzar con algo positivo, usar ”YO” en vez de “TÚ”, describir no juzgar, hablar claramente sobre lo que necesita, expresar apreciación por algo, no guardar rencor o disgustos, y, por último, ser vulnerable.

 

Ser vulnerable es uno de los pasos más importantes, pues ayudará a bajar la guardia y permitirá que todos los pasos para la resolución de conflictos en el matrimonio puedan darse más fácilmente.

 

Al seguir estos ejercicios y pasos dados anteriormente, podremos caminar a tener una relación más sana, profunda, de amor y comprensión, que soporte todas las vicisitudes que le sobrevengan, así como la casa que fue construida sobre la roca. Que nuestra roca sea Cristo Jesús. Dios te bendiga.

Creciendo en intimidad

Continuando con la semejanza entre la construcción de una casa y la construcción de un matrimonio, ahora aplicándolo en la intimidad, habíamos dicho que las tres partes principales son: los cimientos, las paredes y el techo.

 

En el post anterior mencionamos la importancia de tener un buen cimiento tanto para la casa como el matrimonio, con buenos materiales (el cemento siendo comparado con el amor), profundos, y anclados a un buen piso de roca. En el caso del matrimonio, esa roca es Cristo Jesús.

 

Hablemos entonces ahora de las paredes de la casa, las paredes de ese matrimonio que desea ser fuerte, resistir los avatares del clima, las tormentas, las dificultades.

 

Paredes tiene relación con la idea de límites, y, para mí, la pared de un matrimonio es la intimidad. Y no me estoy refiriendo a la intimidad sexual, porque en realidad la intimidad tiene varias dimensiones. Dichas dimensiones no siempre se entienden en el matrimonio y si esto sucede es causa de muchos problemas.

 

 

Dios vive en intimidad

Vayamos a la Biblia.

 

Mi Dios vive en intimidad. La intimidad surge en la mente de Dios. Todo está interconectado entre sí. No hay nada creado que viva de forma independiente. Toda la creación esta interconectada. El hombre depende de las plantas, de los astros creados, del agua. Todo lo creado vive en intimidad.

 

Cuando Dios creó a Adán y le dio su primera responsabilidad que fue ponerle nombre a los animales creados, al final Dios dijo: no es bueno que el hombre esté solo. ¿Crees que a Dios se le había olvidado que Adán no tenía pareja? No, Dios es Omnisapiente. No se había olvidado de nada.

 

Dios quería demostrar la importancia de este punto que yo estoy exponiendo en este momento. Y, este punto es la intimidad. Adán había sido creado para vivir en intimidad con una persona similar a él y mientras estuviese solo no podría reflejar la imagen relacional de Dios, porque Dios vive en intimidad; es un Dios relacional. Muchas veces Jesús se refirió al Padre diciendo “mi Padre y yo somos uno”.

 

Este concepto se ve reflejado más adelante cuando Dios dice, “dejará el hombre a su padre ya su madre y se unirá a su mujer y serán una sola carne”. Allí está hablando de dejar una relación familiar para formar una intimidad marital. Serán una sola carne. La expresión máxima de intimidad, especialmente en el área de la sexualidad.

 

Este texto demuestra la intimidad plena que Dios desea que sus criaturas alcancen en el matrimonio. La intimidad que tenías cuando estabas en tu familia de origen no era plena, tenía límites. Pero, cuando contraes matrimonio, esa intimidad se convierte en plena cuando se consume el matrimonio en el acto sexual. Esta es una de las razones por las cuales Dios aboga por las relaciones sexuales en el contexto del matrimonio. La intimidad plena es el proceso que nos permite hacernos vulnerables para ser conocidos y conocer a la persona que amamos. No puede haber intimidad plena cuando no existe compromiso, confianza y seguridad.

 

Adán y Eva estaban desnudos y no se avergonzaban. Esta desnudez demuestra la dimensión de la intimidad: Intimidad emocional, sexual, intelectual física, y espiritual.

 

Intimidad es equivalente a vulnerabilidad, y esta a su vez, a transparencia.

 

El cerebro y la intimidad

Vayamos a la ciencia, pues nuestros mentes y cuerpos se rigen por procesos que la ciencia cada vez comprende más y arroja más luz sobre los mismos.

 

Dios ha colocado un órgano para nuestra intimidad regular. Ese órgano es el cerebro. Dios ha colocado en nuestro cerebro un sistema de apego para nuestras conexiones emocionales regulares con otros seres humanos. Este sistema de apego es como el termostato o la alarma de la relación.

 

La función del termostato es mantener el cuarto a una temperatura agradable. Si la temperatura del cuarto sube o baja más allá de lo establecido, él se activa. Esta metáfora me ayuda a ilustrar el sistema de apego en el ser humano. Cuando tú percibes una desconexión emocional, este sistema de apego se activa.

 

¿Por qué se activa el sistema de apego cuando experimentamos distanciamiento emocional con otra persona? Porque la conexión emocional es tan importante para el ser humano como lo es la comida.

 

El psicólogo Abraham Maslow hizo un aporte al entendimiento de la necesidad de seguridad emocional en su tabla jerárquica de necesidades.

 

La primera necesidad que presenta Maswlow es la necesidad fisiológica. Necesitamos agua, oxígeno y comida para sobrevivir.

 

La segunda necesidad tiene que ver con la seguridad. Necesitamos sentirnos seguros. Después de las necesidades fisiológicas, la más importante es la necesidad de seguridad. Hemos sido creados para vivir dentro de su marco. Cuando esta seguridad se ve amenazada, nuestro sistema nervioso se encarga de responder a esa amenaza como parte de nuestro sistema de supervivencia.

 

La tercera necesidad es la necesidad de amor y pertenencia. Hemos sido creados para recibir y dar amor. Cuando esta necesidad no es satisfecha se altera el ciclo de vida del ser humano y trae serios problemas desde la infancia hasta la tumba, porque Dios nos creó para que podamos sobrevivir solo cuando tenemos nuestras necesidades fisiológicas, de seguridad, amor y pertenencia satisfechas.

 

Lo que ocurre cuando perdemos la intimidad

 

Cuando el ser humano experimenta desconexión de otro ser humano, el sistema de apego del cerebro interpreta esta señal como una amenaza y activa un mecanismo de defensa para no perder esa conexión emocional.

 

El psicólogo clínico Edward Tronick hizo un experimento llamado el Experimento del “Rostro quieto”. En este experimento, la madre se sienta con un niño de aproximadamente un año de edad y se comunican haciéndose cariños sensibles. El niño señala diferentes cosas que están a su alrededor cuando la madre interactúa con él. Se les ve trabajando en coordinar sus emociones y las intenciones. El bebé está acostumbrado a este apego seguro de su madre.

 

Y entonces pedimos a la madre que no responda. El bebé inmediatamente se da cuenta. Y utiliza todas sus habilidades para volver a la madre. Le sonríe y le señala cosas, mirando hacia ellas. El bebé pone ambas manos delante de ella y se pregunta, ¿qué pasa? Hace un sonido estridente a la madre. Como diciendo, ¡vamos! Incluso en los dos minutos en los que no está teniendo la reacción normal, reacciona negativamente, se gira, siente el estrés de la situación, pierde el control debido a lo que está experimentando. Se siente abandonado emocionalmente.

 

Esto es lo mismo que ocurre en los niños cuando las necesidades de seguridad, amor y pertenencia no son satisfechas.

 

Lo mismo ocurre en las relaciones maritales entre esposos y en las relaciones de padres e hijos. Nosotros no lloramos, pero sí hacemos otras cosas para llamar la atención de la pareja, de que estamos perdiendo esa conexión emocional.

 

La Dra. Sue Johnson nos dice lo siguiente cuando habla sobre este tema:

 

“Cuando nuestras parejas se muestran emocionalmente distantes o no responden, nos vemos abandonados, solos e indefensos. Nos asaltan emociones tales como la rabia, la tristeza, el dolor, pero por encima del miedo.

 

El miedo es el sistema de defensa incorporado en nuestro organismo. Se enciende cada vez que nuestra supervivencia se ve amenazada. En este caso, perder la conexión con nuestro ser amado pone en peligro nuestra sensación de seguridad. La amígdala del cerebro es el lugar en donde se dispara esta alarma. Entonces, no pesamos, actuamos porque somos secuestrados por la amígdala.

 

La rabia, las críticas, las exigencias, son en realidad gritos a tu pareja, llamadas para conmover su corazón, para recuperar emocionalmente a su compañero y restaurar una sensación de conexión segura.”

 

Nuestro cuerpo está hecho para: luchar, huir o paralizarse ante cualquier amenaza . Así es la biología del ser humano y de los mamíferos. Y esto es lo mismo que ocurre cuando sentimos miedo de perder la conexión emocional con nuestro ser querido.

 

Algunos luchan protestando, otros luchan huyendo ante la amenaza, esos son los esposos(as) que desarrollan una actitud evasiva. Otros, simplemente se paralizan, no hacen nada ante la amenaza. Pero, aquellos que tienen un apego seguro, ven la amenaza, pero no pierden el control porque confían en ellos mismos y en su ser querido.

 

Te estarás preguntando ahora, entonces ¿Cómo se construyen las paredes de la intimidad en el matrimonio?

 

Se construyen manteniendo la conexión emocional y la intimidad.

 

Entonces, ¿Cómo se mantiene la conexión emocional? Llenando el tanque de amor de tu pareja. – Garry Chapman, haciendo depósitos en tu banco emocional, manteniendo una perspectiva positiva en tu matrimonio.

 

¿Quieres saber qué significa llenar el tanque de amor de tu pareja?, ¿hacer depósitos en el banco emocional? Te invito entonces a que lea nuestro próximo post, en el que responderemos estas y otras preguntas para que podamos construir matrimonios con paredes sólidas que resistan las vicisitudes de esta vida. Dios te bendiga.

Los cimientos de un matrimonio saludable

¿Conoces cómo es la estructura de una casa? ¿Conoces su proceso de construcción? Una casa consta de varias partes, todas importantes y todas tienen una función. ¿Sabías que de la misma forma en la que se construye una casa, se construye un matrimonio?

 

Hay tres cosas sin las cuales no puede existir una casa. Si hay tres cosas que una casa debe tener son estas tres. Incluso la casa más humilde debe tener estas tres cosas: un cimiento, paredes y techo.

 

La casa en donde estamos viviendo en estos momentos es una casa recién construida. Nosotros seguimos muy de cerca su construcción. Los cimientos, las paredes, el techo, todo seguía un orden, un diseño de acuerdo con el arquitecto. No seguir el plan del arquitecto es fracasar en la construcción.

 

A mi esposa le gusta adornar la casa. Tiene plantas por toda la casa, además de espejos, cuadros, figuras y muebles. Pero, nada de eso sirve de algo si la casa no tiene un cimiento sólido, paredes que resistan las tormentas, un techo que nos proteja y resguarde las inclemencias del clima Todo en una construcción lleva un orden y tiene un propósito.

 

Lo mismo ocurre en el matrimonio. Este debe tener un buen cimiento, una buena base. Debe tener paredes que protejan, un techo, todo debe seguir un orden. Hay muchas personas que se casan y creen que con hacer el amor todos los días es suficiente, ya todo lo demás en el matrimonio saldrá bien.

 

He conocido hombres que me han dicho, “si mi esposa cocina bien, ya yo estoy feliz”. Otros dicen, “si tiene un cuerpo bonito, es todo lo que necesito”. Esto es como decir, “si mi casa tiene una linda decoración, ya es suficiente”, “si tiene los muebles correctos, ya es suficiente”. De nada te va a servir tener decoración, muebles, flores o artículos caros, si la casa no tiene un buen cimiento y no ha sido construida correctamente, porque cuando lleguen las tormentas todo se desplomará.

 

En el libro de Mateo 7:24-27 se describe que Jesús habló sobre dos constructores: el que construyó sobre la roca y el que construyó sobre la arena.

 

¿Qué es construir sobre la arena en el matrimonio?

 

Es decir “te amo” en la primera noche de bodas y no repetirlo nuevamente. En mi consultorio atiendo a muchas pacientes que vienen quejándose de que sus esposos no les dicen que las quieren, no las abrazan.

 

Construir un matrimonio sobre la arena también puede ocurrir cuando, por ejemplo, una mujer está dispuesta a cocinar sabroso, pero por otro lado no quiere tener intimidad con su esposo. La intimidad es importante en el matrimonio.

 

Construir un matrimonio sobre la arena es cuando se maneja un carro del año, pero por otro lado no hay una buena administración económica en la pareja. Los problemas financieros son causantes de conflictos matrimoniales.

 

También se construye sobre la arena cuando se quiere estar casado, pero no existe el tiempo de calidad en la pareja.

 

Se construye un matrimonio sobre la arena cuando no hay límites y se deja que otras personas como las suegras u otros interfieran en la relación matrimonial.

 

Se construye sobre la arena cuando no hay tiempo para Dios en el matrimonio. Cuando lleguen a la relación, en cualquier viento huracanado que haya, todo se desplomará.

 

Más adelante, en los próximos posts, estaremos conversando sobre cómo se construye un matrimonio sobre la roca firme que es Jesucristo. Pero, para poder construir efectivamente sobre la roca, debemos tener claro cómo debemos estructurar nuestro matrimonio de tal manera que perdure y soporte todos los avatares que le sobrevengan.

 

Comenzaremos por entender cuál es el cimiento sobre el cual se debe construir el matrimonio para que este sea un matrimonio feliz, saludable, bendecido.

 

El cimiento de un matrimonio saludable

 

De la manera en la que se procede al momento de construir una casa, colocando los cimientos (buenos cimientos), de esa misma manera se construye un matrimonio. El cimiento que construyamos para edificar nuestro matrimonio determinará cuán resistente este será a las vicisitudes de la vida. Si son bases firmes, construidas en Cristo Jesús, la Roca firme, el matrimonio estará sujeto a la Roca sin importar qué tipo de problemas haya, ni que tempestades le azoten.

 

Por el contrario, si los cimientos que se construyen están anclados a banalidades, apariencias, engaños, falta de intimidad en todos los sentidos, vendrán las tempestades y azotarán los cimientos débiles que se han construido y el matrimonio, ante cualquier vicisitud, se derrumbará.

 

Entonces, ¿Cuál debe ser el cimiento de todo matrimonio?

 

La respuesta es Dios.

 

¡Sí, la base de todo matrimonio es Dios! “Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican (Salmos 127:1). Dios instituyó el matrimonio y Él quiere ser el centro de este.

 

Dios dijo “hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”. ¿Qué quiere decir esto? Que el hombre fue creado a la imagen de Dios. El matrimonio es invención de Dios y debe llevar la imagen relacional de Dios. Un Dios trino manifestado en tres personas.

 

Ya que somos creación de Dios, a su imagen y semejanza, al momento de construir la relación matrimonial debemos poner en práctica la concepción del amor que viene de Dios, en el que la intimidad (no solamente sexual en el matrimonio), la comprensión, el respeto, la aceptación, armonía y trabajo en conjunto, constituyen los pilares de esos cimientos en los que reposará el resto de la estructura de la casa.

 

Y ya que hemos comprendido esta gran verdad, podríamos preguntarnos, pero ¿cómo construyo mi matrimonio en esa base que proporciona Dios? La respuesta la encontramos en las verdades y consejos que Dios nos ha dejado en Su Palabra.

 

Pasatiempo a solas con Dios: la pareja debe tener tiempo para estar a solas con Dios. La pareja que toma tiempo para orar juntos permanece junta. Esto debe ser una prioridad en todo hogar cristiano. Orar como matrimonio y familia.

 

Hacer la voluntad de Dios. Una pareja que tiene a Dios como el cimiento de su relación toma la decisión de dejar que la voluntad de Dios defina sus vidas. Si Dios instituyó la relación matrimonial, ¿no crees que Él sabe cuáles son las mejores decisiones que deben tomar en una relación matrimonial? ¡Cuántas relaciones hoy están en bancarrota emocional y espiritual porque dejaron a un lado la voluntad de Dios para satisfacer sus deseos y caprichos personales? Esto fue exactamente lo que ocurrió con Adán y Eva. Ellos dejaron la voluntad de Dios a un lado para satisfacer lo que parecía bien a sus ojos. Es por eso por lo que es imperativo que toda pareja dedique tiempo a buscar la voluntad de Dios a través de las Sagradas Escrituras.

 

Perdón: Una pareja que tiene a Dios como cimiento en su relación perdona de la misma forma como Dios nos perdona.  Una de las principales enseñanzas que encontramos en la Biblia es que debemos perdonar, así como Dios nos perdona a nosotros. El perdón en el matrimonio constituye uno de los cimientos más sólidos y resistentes que dicha relación puede tener. Errar es de humanos, pero el perdón proviene de Dios. Él nos enseñó que debemos perdonar. Con el perdón las heridas irán sanando, se dará paso a la resolución de los problemas y conflictos y se dará oportunidad de enmendar los errores. Y, de esta manera, el matrimonio seguirá anclado a la roca, sin importar cuán fuerte haya sido la tempestad que enfrente.

 

Todo lo dicho anteriormente estará soportado por la base del amor, el cual será el material principal con el que se debe construir no solo los cimientos del matrimonio, sino toda la estructura como tal. Un amor incondicional a Dios como tu creador y un amor incondicional a tu pareja.

 

¿Te has detenido a pensar cuáles y cómo son los cimientos de tu matrimonio? ¿Esos cimientos reflejan la imagen relacional de Dios? ¿Son fuertes esos cimientos, o débiles de base? ¿Han sido golpeados y debilitados por las experiencias de la vida? ¿Existe para ti algún otro cimiento que también sea de gran importancia? Comparte tus respuestas con nosotros en la sección de comentarios. Así juntos enriqueceremos nuestra experiencia. Dios te bendiga

Creencias falsas que influencian tu vida sexual

Si un buen acto sexual no es algo innato sino aprendido, entonces, ¿cómo los mensajes o enseñanzas que mis padres o comunidad me dieron sobre el sexo están influyendo en mi vida sexual?

Seamos honestos por un segundo. La vida sexual de una persona es el resultado de mensajes positivos o negativos que ha recibido a través de su experiencia con relación al sexo. La forma como se habló sobre el sexo en su familia de origen. Los conceptos e ideas que aprendió en su iglesia o comunidad son las fibras que definen su vida sexual.

¿Te gustaría aprender un poquito sobre la raíz de muchos de los mitos y preconceptos que hoy se presentan en nuestro medio acerca del sexo? Recordemos un poco de historia sobre la ética sexual que se vive hoy en día. Todo comenzó al principio de los primeros siglos. Recordemos que del siglo II al V los padres de la iglesia se enfrentaron a movimientos religiosos y especialmente filosóficos que mantenían la concepción dualista en la que el espíritu era lo bueno y la materia lo malo, ambos incompatibles.

Veamos algunas de estas ideas filosóficas que han influido en muchos de los conceptos tergiversados sobre la concepción de la vida sexual hoy en día.

Los gnósticos consideraban al cuerpo como fruto del mal, fuente de impureza para el alma. Ellos creían que lo material había sido creado no por Dios, sino por demonios llamados demiurgos. Por eso, para los gnósticos casarse o tener relaciones sexuales era algo terrible, algo demoníaco.

Los encratitas afirmaban que el cristiano debía vivir como un asceta, alejado del mundo y sus placeres.

Los novacianos sostuvieron el principio de la abstinencia sexual como un estilo de vida superior.

El maniqueísmo consideraba que las personas se podían casar, pero debían abstenerse totalmente de las relaciones sexuales procreativas, ya que sería dar nuevamente a luz a un ser prisionero.

Los estoicos decían que los sentimientos o las pasiones, el pathos, eran los peores enemigos del hombre. Un estoico decía: “no hagas nada por puro placer”. Por eso, consideraban el acto sexual sin sentido.

Los priscianistas rechazan el matrimonio a ultranza por la relación corporal y placentera.

En el siglo IV el cristianismo es aceptado por el Imperio Romano y se mezclan todas estas creencias sobre la vida sexual con el cristianismo. Entonces, comenzaron a hablar de la virginidad como vida cristiana superior con respecto a quienes mantenían prácticas sexuales. En esta época, la mutilación voluntaria estaba de moda y muchos se castraban literalizando el pasaje escrito por Mateo. La única finalidad de la sexualidad era la procreación.

En la Edad Media, en el catolicismo, aparecen los “manuales penitenciales” que mostraban las penitencias respectivas por cometer actos sexuales. Por ejemplo, a los matrimonios estériles se les imponía la abstinencia, el placer sexual era implícitamente considerado como pecado. Esto se ve en los registros de la historia, ya que, durante determinadas fechas, se prohibían las relaciones sexuales: los domingos y ciertas fiestas por ser tiempos sagrados.

En el puritanismo, por allá por los siglos XVI y XVII, se continuóa hablando del hombre como corrupto por el pecado y el instinto sexual como algo pecaminoso. El matrimonio era solo para tener hijos, no para el placer sexual.

En la Edad moderna (siglos XV al XIX), aparecen los manuales morales que distinguen los pecados sexuales conforme a conceptos como natura y contra natura. Los pecados conforme a contra natura eran la masturbación, homosexualidad, bestialismo, y sodomía. Los pecados conforme a natura eran la fornicación, el adulterio, el incesto y la violación, porque estos mantenían la posibilidad de la procreación y eran más graves.

No es difícil de entender de dónde el Dr. Kellog adquirió su posición sobre la sexualidad y cómo él mismo influyó muchos conceptos que han marcado nuestra historia. Él decía: “El sexo es la causa de los problemas del cuerpo o de la mayoría de las enfermedades.” El Dr. Kellog nunca tuvo relaciones sexuales en el matrimonio, él se administraba enemas diariamente.

Tristemente, después de este periodo surge la revolución sexual. La revolución se fue al otro lado del péndulo. Esto no es de extrañar, pues Satanás lleva a las personas a un extremo o al otro. Los extremos siempre son peligrosos. Y, los podemos ver en los resultados de la ética sexual que se vive hoy en día.

Esta es la razón por la cual muchas personas no disfrutan de un acto sexual saludable, por las creencias que han marcado su aprendizaje sobre lo que es la sexualidad. Algunos de los mitos que aún siguen en nuestros círculos son los siguientes:

Hablar de sexualidad es pecado. Todavía hay muchos que creen que no se debe hablar de sexo porque es algo sucio. Algunos aún dicen, “si quieren hablar de estos temas está bien, pero vayan un poco lejos, fuera de la iglesia”. Muchos creen que la plenitud del Espíritu llega hasta la cintura porque de allí para abajo están las partes sucias y pecaminosas.

El deseo sexual es igual al deseo carnal. Esto es un pensamiento dualista. Se considera al hombre como un ser dual con una parte buena, espiritual y otra carnal, mala. Este es el mito que limita a muchas personas a disfrutar del placer sexual y conocer cómo su cuerpo responde ante el placer.

La sexualidad es natural e instintiva y no requiere aprendizaje. Este mito está relacionado con el tema de ayer. Para muchos es más fácil creer en este mito que desaprender todos esos preconceptos que han cegado su visión con relación a la sexualidad. Y, esta es la razón por la cual sus vidas sexuales no reflejan el plan de Dios para sus matrimonios.

Tengo que parar. Continuamos luego. Pero, antes de terminar quiero que dialoguemos sobre este tema. ¿Cómo los preconceptos limitados que traes de tu infancia están influyendo en tu vida sexual hoy? ¿Te atreves a compartir ese mito en el cual has creído, que realmente se ha convertido en una barrera para alcanzar ese placer sexual que Dios quiere que disfrutes en tu relación matrimonial? ¿Cuáles son esos mensajes/mitos que le estamos trasmitiendo a las futuras generaciones, que los está castrando para que no disfruten del regalo de Dios, el sexo? Comparte tu opinión. La valoro mucho.