Expresiones cuentos cómo; “Tú nunca haces caso. Siempre haces lo que te da la gana. No respeta el presupuesto que hemos acordado entre los dos. No entiendo por qué compraste ese televisor para el cuarto. No lo necesitamos, ese gasto no está en el presupuesto. Tú no sirves para nada. Eres un tonto y desconsiderado. Ya estoy cansada de que continuamente estés haciendo lo que te da la gana y no consults conmigo este tipo de decisiones”, son claro ejemplo de una comunicación negativa en el matrimonio.
“Oh mi amor, perdóname. No lo voy a hacer de nuevo. Tú sabes que yo te quiero y vivo para ti. No te pongas brava conmigo. Yo hago lo que tú me dices. Es más, si quieres yo voy mañana a la tienda y devuelvo el televisor, con tal de que estés bien y no te enojes conmigo. Me entristece verte de esa forma”.
“Siempre me dices que no lo vas a hacer de nuevo y termina haciéndolo. ¿Será que no te das cuenta de tu comportamiento? ¿Hasta cuándo tengo que estar aguantando estos paquetes tuyos?
La comunicación es clave en todas las relaciones, pero especialmente en las relaciones maritales. Muchos estudios confirman que el éxito de un matrimonio está en la comunicación. Una comunicación eficiente no es algo innato en el ser humano, sino algo que se desarrolla a través de los años. Varios factores que influyen en cómo es tu comunicación, tal es el caso de tu guía de vida, tu crianza, la dinámica emocional que experimentaste en tu familia de origen, tu estilo de apego y las experiencias emocionales que has tenido en la vida. Estos factores pueden determinar si tienes una comunicación negativa o positiva.
Virginia Satir, una de las pioneras de la terapia familiar, enfatizó la importancia de la comunicación en la familia como forma de desarrollar relaciones saludables. Las familias que no son saludables y no se nutren a sí mismas, son familias en las que la comunicación es indirecta, vaga, deshonesta, incompleta y no es clara. Esta comunicación negativa y lleva al desarrollo de baja autoestima, lo que trae como resultado respuestas maladaptativas, especialmente cuando la pareja está experimentando altos niveles de estrés. Para Satir, un matrimonio saludable está construido sobre una comunicación clara, completa y congruente, en la cual hay roles claros para gobernar los procesos familiares.
Virginia Satir presenta 4 formas de comunicación disfuncional que muchas veces experimentan los matrimonios cuando están bajo estrés y cargan con una baja autoestima. Estos son: el Acusador, el Aplacador, Súper razonador y el Irrelevante. Por otro lado, ella aboga por el desarrollo de un estilo o forma funcional de comunicación.
Acusador
El estilo Acusador es el utilizado por la esposa en la comunicación negativa con la cual comenzamos nuestro artículo. Todo lo que hace esa esposa es acusar a su esposo por lo que hizo o dejó de hacer. Ella esconde sus sentimientos de baja autoestima y vulnerabilidad tratando de controlar a su esposo, expresando su desacuerdo por sus acciones. El estilo acusador está buscando faltas continuamente, critica y pone sobrenombres. Es como si el acusador no se sintiera bien sin hacer sentir al otro miembro de la familia inferior. Este estilo presenta una imagen de que se ve superior a la otra persona.
aplacador
El esposo que responde en la historia aparentemente está usando un estilo Aplacador. Ese esposo esconde sus sentimientos de baja autoestima y vulnerabilidad al tratar de apaciguar, complacer y satisfacer las demandas de su esposa. Él hace esto no porque realmente lo siente, sino porque es la estrategia que él ha desarrollado inconscientemente para sobrevivir en los momentos de estrés en sus relaciones. Es por eso por lo que, en este estilo, la persona trata de disculparse y hacer lo indecible por complacer a la otra persona a costa de sacrificar sus necesidades emocionales. En el fondo, en este estilo, la persona trata de evitar ser rechazada y buscar ser valorada y aceptada a través de la aprobación.
Súper razonable
Al aplicar este estilo, la persona usa el mecanismo de defensa de la racionalización cuando trata de anestesiarse a sí mismo y se desconecta de sus sentimientos verdaderos. Su comunicación existe a un nivel intelectual o racional sin permitir que sus emociones interfieran con el proceso. Este estilo de comunicación negativa busca siempre estar en lo correcto, busca la perfección, huye de la espontaneidad. Las personas que usan este estilo externalizan sus experiencias e inhiben sus sentimientos relacionados con el problema que enfrentan en sus relaciones.
Irrelevante
Este estilo de persona maneja los momentos de estrés en sus relaciones pretendiendo que no está presente. La persona que utiliza este estilo siente que no es querida por la familia y no tiene sentido de pertenencia en su familia. Esta es la razón por la cual este personaje hará todo lo posible por reenfocar la comunicación hacia otra cosa, distante de la situación estresante que experimenta y de los propios sentimientos. En la comunicación con su pareja, la persona de este estilo hará comentarios irrelevantes que no tienen nada que ver con lo que se está diciendo o preguntando.
Como te habrás podido dar cuenta, el estilo de comunicación que utilizas tiene un impacto poderoso en tus relaciones, especialmente la matrimonial y familiar. Tu estilo de comunicación determinará el nivel de aceptación que tendrás y el éxito en la formación de relaciones saludables en tu vida. En el próximo post te hablaré del estilo Funcional y cómo puedes mejorar tu estilo de comunicación si estás utilizando uno de los estilos disfuncionales antes mencionados.