3 Consejos para mejorar tu salud mental

Mejorar la salud mental siempre es posible. Se trata de buscar un estado de bienestar emocional, aquí te brindamos 3 consejos para mejorar tu salud mental en tiempos difíciles. Cada individuo debería ser capaz de hacer frente a las tensiones normales de la vida y trabajar productivamente. Todo esto afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos.

También ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con los demás y tomamos decisiones. Es fundamental mantener una buena salud mental, ya que puede tener un impacto directo en nuestra salud física, relaciones, desempeño en el trabajo y calidad de vida en general.

La mala salud mental puede generar sentimientos de aislamiento, baja autoestima e incluso depresión o trastornos de ansiedad. Es importante cuidar nuestra salud mental para mantenernos sanos y felices en la vida. Necesitamos enfrentar lo que se presente en tiempos difíciles.

En este artículo, discutiremos algunos consejos para ayudar a mejorar tu salud mental. Veremos la importancia del cuidado personal, cómo cultivar relaciones saludables, los beneficios de practicar la gratitud y más. Siguiendo estos consejos, las personas pueden recuperar su salud y dar pasos hacia un mayor bienestar.  Uno  de los aspectos que contribuye a mejorar la salud mental es expresar gratitud regularmente y reflexionar sobre aquello por lo que estamos agradecidos. Podemos comenzar a cultivar una actitud positiva y contenta, ayudando así a elevar el estado de ánimo.

1. Es importante practicar la gratitud

La gratitud es un sentimiento de aprecio o agradecimiento por las cosas buenas que han sucedido en nuestras vidas. A menudo se dice que practicar la gratitud puede ayudar a mejorar nuestra salud mental, al reducir el estrés y la ansiedad y aumentar la felicidad en general.

La gratitud también es una poderosa práctica espiritual que ha existido durante siglos; implica reconocer y apreciar las cosas buenas de nuestra vida, por pequeñas que sean y que puede ayudarnos a conectarnos con nuestro ser interior y encontrar alegría en el momento presente. Al practicar la gratitud regularmente, podemos aprender a ser más conscientes de nuestras bendiciones y desarrollar un sentido más profundo de conexión con nosotros mismos y el mundo que nos rodea.

La práctica de la gratitud implica tomarse el tiempo para reflexionar sobre aquello por lo que estamos agradecidos, ya sea por las personas en nuestras vidas o por las experiencias que hemos tenido. También implica expresar nuestro agradecimiento a quienes nos rodean, dando las gracias a quienes nos han ayudado de alguna manera. Si lo hace, ayudará a fortalecer el vínculo entre usted y sus seres queridos, lo que facilitará que ambas partes se conecten a un nivel más profundo.

Practicar la gratitud puede ser una herramienta poderosa para aumentar la autoestima. Ayuda a cambiar nuestro enfoque lejos de nuestros problemas y hacia las cosas por las que estamos agradecidos. Esto puede ayudarnos también a poner nuestras preocupaciones en perspectiva. Además, reconocer que tenemos muchas cosas por las que estar agradecidos, a pesar de las situaciones difíciles.

La gratitud también crea sentimientos positivos y nos anima a tomar medidas para lograr nuestros objetivos. Puede ayudarnos a desarrollar la autoestima, aumentar la resiliencia y fomentar relaciones más sanas con nosotros mismos y con los demás.

2. Cultivar el autocuidado beneficia tu salud mental

El autocuidado es un término que se utiliza para describir las actividades que hacemos para cuidar nuestra salud física, mental y emocional. Es importante porque nos ayuda a sobrellevar el estrés, controlar nuestras emociones y mantener un estilo de vida saludable. El cuidado personal puede incluir dormir lo suficiente. Puede hacer ejercicio para relajarse y realizar actividades divertidas.

Es importante sacar tiempo de nuestra apretada agenda para concentrarnos en nosotros mismos y cultivar un estilo de vida saludable. Una forma de hacerlo es participando en actividades al aire libre. Esto nos brinda la oportunidad de conectarnos con la naturaleza, lo que puede tener un efecto calmante en la mente.

Considere participar en actividades al aire libre como caminar, andar en bicicleta, acampar o nadar. Estas actividades son físicamente beneficiosas y nos brindan una sensación de relajación y rejuvenecimiento.  Pueden ayudarnos a sentirnos con más energía y motivación en nuestra vida diaria y así mejorar nuestra salud mental.

El autocuidado también implica practicar un diálogo interno positivo o participar en actividades que traigan alegría a su vida. Tomarse el tiempo para concentrarse en usted mismo es esencial para su bienestar general, de esta manera estaremos nutriéndonos y cultivando la autoestima.

La autoestima es nuestro sentido interno de valor y se puede nutrir a través de actividades como la relajación. Otras recursos que se pueden utilizar son la atención plena,  hábitos alimenticios saludables, afirmaciones positivas y más. Cuidarnos nos ayuda a sentirnos mejor con nosotros mismos y nos da la energía que necesitamos para vivir la vida al máximo.

Lo positivo de las terapias

  • La terapia ocupacional también puede ser una forma efectiva de cultivar el cuidado personal. Ayuda a identificar cómo puede usar las actividades cotidianas para mejorar su bienestar general.
  • Hacer uso de la terapia ocupacional puede ayudar a las personas a ser más conscientes de sus pensamientos y sentimientos, lo que lleva a un mayor bienestar emocional.
  • A través de la terapia ocupacional, puedes aprender cómo hacer cambios en tu vida que te ayudarán a sentirte mejor física y emocionalmente. Estas terapias se enfocan en ayudar a las personas a desarrollar las habilidades que necesitan para participar en las actividades cotidianas, como el trabajo, las actividades de ocio y el cuidado personal.
  • A través de la terapia ocupacional, las personas pueden aprender cómo manejar mejor los factores estresantes en sus vidas, establecer límites saludables con los demás y encontrar formas de cuidarse tanto mental como físicamente.
  • Al incorporar la terapia ocupacional en su rutina de cuidado personal, puede crear un estilo de vida más saludable. Esto traerá beneficios que lo ayudará a prosperar en todas las áreas de su vida.
  • Los terapeutas ocupacionales pueden ayudar a los pacientes a identificar las cosas por las que están agradecidos y a expresar esa gratitud.

3. Beneficio de cultivar relaciones saludables

Las relaciones saludables son esenciales para nuestra felicidad y bienestar. Nos permiten sentirnos conectados con los demás y nos dan un sentido de pertenencia. Pero cultivar estas relaciones también puede tener numerosos beneficios que van más allá de sentirse bien.

Las  relaciones saludables pueden mejorar tu salud mental  y física e incluso ayudarnos a lograr un mayor éxito en nuestra vida profesional. Para cultivar relaciones saludables, primero debemos construir una base sólida de autoestima. La autoestima es un factor importante en el desarrollo de relaciones saludables porque nos ayuda a tener más confianza y seguridad. En consecuencia, nos permite ser más abiertos y honestos con los demás.

Es importante tener una imagen propia positiva y reconocer nuestras propias fortalezas y debilidades. Tener una visión positiva de nosotros mismos, nos ayuda a entablar relaciones significativas y construir conexiones sólidas con los demás. Con esta base de autoestima, podemos crear fuertes lazos con quienes nos rodean, lo que conducirá a relaciones más sanas.

La salud mental afecta cómo pensamos, sentimos,  actuamos y puede determinar cómo manejamos el estrés. Nos relacionamos con los demás y tomamos decisiones. Es fundamental para llevar una vida sana y alcanzar nuestros objetivos. Desafortunadamente, los problemas de salud mental a menudo se pasan por alto o no se toman lo suficientemente en serio. Es importante reconocer que tu salud mental es tan importante como tu salud física y debe recibir la misma atención y cuidado.

Debemos esforzarnos por crear un entorno en el que las personas puedan hablar abiertamente sobre su salud mental. De iagual modo, expresarse  sin temor a ser juzgadas o estigmatizadas. Al hacer esto, podemos ayudar a garantizar que todos tengan acceso al apoyo que necesitan para llevar una vida mentalmente saludable.

El crecimiento espiritual ayuda a mejorar tu salud mental

  • Las relaciones saludables son esenciales para nuestro bienestar general y crecimiento espiritual.  Esto nos permite estar presentes en el momento y apreciar la belleza de la vida.
  • Con la espiritualidad, podemos construir relaciones basadas en el respeto, la comprensión y el apoyo mutuos. Podemos aprender a apreciar la singularidad de cada individuo y ser más compasivos con ellos. Esta práctica contribuye notablemente a mejorar tu salud mental.
  • Al participar en prácticas espirituales como la meditación, podemos crear conexiones más profundas con nosotros mismos y con los demás. Finalmente, estas prácticas conducirán a relaciones más saludables y a mejorar tu salud mental.
  • Tener una práctica espiritual puede ayudarnos a reconocer la interconexión de todas las cosas. Esto nos permite desarrollar empatía y comprensión por los demás. Esta comprensión puede ayudarnos a construir relaciones sólidas con quienes nos rodean y fomentar un entorno de respeto y aprecio mutuos.

La salud mental es una parte importante de nuestro bienestar general y no debe pasarse por alto. Es fundamental tomar medidas para garantizar que estamos cuidando nuestra salud mental para poder llevar una vida feliz y saludable. Es fundamental que seamos conscientes de nuestra salud mental y tomemos medidas para asegurarnos de que nos estamos cuidando. Los problemas de salud mental pueden afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, sexo o antecedentes.

 

 

 

El perdón en parejas: ejercicios y consejos

El perdón en parejas es un tema espinoso a tratar en relación a sus tiempos. Ten en cuenta que por ejemplo, el perdón no acontecerá mágicamente, sino cuando los patrones negativos cesen, así como el rencor y el resentimiento. Es un proceso largo y en el que los dos necesitan comprometerse.

También me gustaría recordarte que hay una salida para librarse de la negatividad y amargura. Que los errores o fallas pueden ser perdonados y continuar con una relación fuerte ante las adversidades. ¿Cómo? Estos son algunos ejercicios y consejos de gran valor.

Ejercicios sobre el perdón para las parejas

Si tu esposo ha cometido un error o varios de estos, será un trabajo en equipo el llegar al punto del perdón. El proceso del perdón en parejas no es sencillo, pero sí posible, así que te daré estos ejercicios:

Ejercicio #1: Sesiones de plática

Las parejas necesitan estar de acuerdo para comunicarse y para comprometerse en el proceso de perdón. Para ello les recomiendo que escojan un momento y lugar en el que se sientan cómodos. Necesitan apagar sus celulares o cualquier equipo electrónico que los pueda distraer, con esto incluyo tanto a niños como mascotas, necesitan encargarse de ellos antes de este momento, requieren de privacidad.

Cuando abran estos espacios de comunicación sugiero que tengan en cuenta que ventilar todos sus pesares de una sola vez, es contraproducente. Dividan las pláticas en distintas sesiones con un tema en común.

Ambos tienen que estar de acuerdo con ese tema y cada quien debe expresarse de la manera que desea. No hay límites de tiempo para esta clase de encuentros, tampoco debe faltar mantener el contacto visual entre los dos.

Ejercicio #2: Escuchar, no interrumpir

Cuando tu pareja habla es necesario que no le interrumpa el que tenga derecho a palabra en el instante. Puede que el problema de la pareja sea que uno de los componentes siempre asume tener la razón, así que es fundamental dejar que este defienda sus puntos de vista.

Tienes que escuchar con la mente abierta a tu esposo o esposa, también adoptar una actitud de apoyo, de compañerismo, están allí para escuchar los sentimientos del otro.

Sin embargo, si esos sentimientos llegan a sobrepasarte, necesitas mantener la calma y los pensamientos. Uno de los consejos más importantes que tengo para ti, es que mires todo con objetivismo.

Ejercicio #3: Practicar la claridad

Un factor elemental del que carecen muchas parejas es no hablar con claridad. No practicar una comunicación lo suficientemente clara, por lo que cuando algo incomode o no se sienta que se recibe lo justo, hay que hablarlo. Por más evidente que suene o parezca.

Hombres y mujeres somos hijos de Dios, pero al mismo tiempo nuestras mentes funcionan de una manera muy distinta. Como hombre debes entender ello, como mujer también debes hacerlo.

La sinceridad no puede faltar en un matrimonio exitoso.

Ejercicio #4: Perdonar los pequeños errores

El perdón en parejas debe ser practicado a diario, porque aunque no lo notes en ese instante, quizás hoy hiciste alguna pequeña acción que lastimó a tu pareja. Hoy parece insignificante pero cuando se vaya acumulando las acciones negativas, podría deteriorar este enlace gravemente.

Cada vez que sientas que tu pareja cometió una ofensa, indícaselo. Lo mismo se aplica para ti. Cuando cometemos ofensas debemos expresar en voz alta nuestro arrepentimiento. Decir una línea como “siento no haber entendido lo importante que era esa situación para ti. Por favor, perdóname”, podrá hacer maravillas.

Depende de la gravedad de la ofensa por supuesto, y puede que no se dé al instante, pero es una demostración de buena voluntad. Sé paciente si tu pareja todavía no está lista para perdonarte.

Ejercicio #5: Perdona cuando estés preparado

De nada sirve apresurar el perdón en parejas si no es sincero. Será contraproducente, por lo que cuando estés listo para perdonar, hazlo. Di tus intenciones en voz alta, y con el corazón en la mano. La palabra tiene poder, así que úsalo.

Una vez sientas que has podido darlas, concedido el perdón es momento de seguir hacia adelante. Analicen en qué fallaron ambos como pareja, y cambien los comportamientos ofensivos. La gratitud y el afecto deben seguir más presentes que nunca.

Cómo mantener el perdón en el matrimonio

Cuando has sido capaz de dar el perdón dentro de tu matrimonio, el trabajo no ha terminado. Ello debido a que perdonar no es lo último del proceso, hace falta mantener el perdón y demostrar que el perdonar fue un paso hacia una mejor relación.

Es una tarea ardua, en donde quizás haya recaídas, pero en los pequeños detalles encontrarás ganancias. Estos son algunos consejos:

Sus citas son sagradas

A pesar del trabajo, los niños y demás responsabilidades, las parejas casadas necesitan tiempo para ellas.

Aconsejo tener aunque sea una cita por fin de semana, solo para ustedes, en donde puedan charlar y conectarse con más profundidad sobre su vida como matrimonio. Tanto la esposa como el esposo necesitan sentirse importantes en un matrimonio.

Si el trabajo los separa, usen las llamadas como vía

A mi consulta asisten muchas parejas deterioradas por las largas jornadas de trabajo. Esas que no permiten compartir lo suficiente en el día. Pero cuando ese sea al caso, una llamada en un receso no conlleva mucho tiempo, sin embargo, sí hará un gran cambio.

Hablen más en la cama

Irse a dormir temprano como pareja podría ser más beneficioso de lo que piensas. Si hacen esto es muy probable que tengan bastante tiempo de sobra hasta que puedan quedarse dormidos. En esos minutos se producen las charlas más íntimas y dulces.

Últimas palabras

Un trabajo constante, y un aprendizaje diario, así es el perdón en las parejas. Pero, creo sinceramente que el primer paso para buenos resultados es encomendarse con Dios, con su guía y bendición, iremos por el buen camino.

Si deseas aprender más sobre cómo el perdón influye en nuestras vidas, te invito a leer mis otros artículos por igual. ¿Tienes dudas o consultas? Déjamelas saber también.

El perdón en parejas es un tema espinoso a tratar en relación a sus tiempos. Ten en cuenta que por ejemplo, el perdón no acontecerá mágicamente, sino cuando los patrones negativos cesen, así como el rencor y el resentimiento. Es un proceso largo y en el que los dos necesitan comprometerse.

También me gustaría recordarte que hay una salida para librarse de la negatividad y amargura. Que los errores o fallas pueden ser perdonados y continuar con una relación fuerte ante las adversidades. ¿Cómo? Estos son algunos ejercicios y consejos de gran valor.

 

¿Cómo perdonar cuando no puedes olvidar?

La complejidad de las relaciones amorosas, y cómo estas son afectadas por los diversos acontecimientos de la vida, es bastante extensa. Mucho más si entramos en el tema del cómo perdonar cuando no puedes olvidar.

El rencor o el resentimiento es algo que todos alguna vez hemos experimentado, pero cuando la persona a la que se está dirigiendo esta carga es alguien cercano, las consecuencias serán mayores. Un padre, una madre, un hijo o hermano, y como es evidente, a nuestras parejas sentimentales.

Aun así tienes que considerar una gran verdad de la vida, una que te voy a revelar en este momento, y esa es que no tienes que olvidar para perdonar. Perdonar muchas veces es solo recordar sin que duela, deshacerse de las cargas negativas y continuar.

Dios nos ha enseñado una y otra vez el valor del perdón o cómo perdonar, su importancia en este mundo y lo capaces que somos de hacer su voluntad. Por lo que de tu parte queda buscar las mejores herramientas para este propósito.

Claves para saber cómo perdonar

En mis consultas es doloroso observar cómo algunos matrimonios consideran que el perdón se da una sola vez y ya. Cuando por ejemplo una esposa perdona el error o falla de su esposo con rapidez, y deja de ser “la misma”, he allí el motivo. Unas cuantas palabras de arrepentimiento o acciones buenas, no borran la falta cometida.

Así que si tu esposa te decide perdonar hoy por olvidarte de su aniversario de bodas, eso no quiere decir que mañana todo estará resuelto con un “lo siento”. Pasa lo mismo con equivocaciones de mayor envergadura, por lo que si como pareja e individuos, han decidido continuar con la relación, el proceso del perdón tiene que darse de manera adecuada.

Ocultar los sentimientos, disfrazar los resentimientos no es sano para nadie. Puede que el dolor no se vaya al instante, pero se puede trabajar. El proceso dependerá de la gravedad de la falta cometida.

Si se tiene el compromiso de perdonar a un esposo difícil, una lectura que recomiendo es el libro del Dr. Gary y Ted Cunningham, From Anger to Intimacy. En donde se habla más a profundidad sobre las divagaciones que los matrimonios enfrentan en relación al perdón.

También me gustaría darte unas claves sobre cómo perdonar cuando no puedes olvidar, de una forma acertada y sana emocionalmente:

Combatir la actitud de represalia

Desde niños aprendemos a tomar represalias frente a lo que no nos gusta. Por ejemplo, si tu compañero de juegos te pegaba, tú lo hacías de vuelta; si te decían algo malo, hacías lo mismo, o de una peor forma. Una conducta que probablemente sigamos repitiendo de adultos pero de una forma más disimulada. ¿Por qué?

Porque creemos que al responder de la misma manera, haremos que a la otra persona le duela tanto como a nosotros nos dolió. Así no nos debería “doler tanto”.

Cuando nos comprometemos ante Dios con otra persona, formamos un vínculo muy íntimo, uno capaz de revelar las debilidades nunca dichas en público. Por lo que allí se cede una información muy sensible. El esposo sabe cómo herir a la esposa, y viceversa, conllevando a que las represalias en los matrimonios sean graves.

Dios siempre lo ha sabido, y por eso advierte que las represalias están prohibidas. Las “venganzas” se sentirán bien al instante, claro que lo harán, pero ¿a cuál costo? Nuestro Señor conoce el daño de las represalias y cómo pueden destruir la vida de los humanos. No caigas en ellas.

Reconoce que solo puedes cambiarte a ti mismo

No eres responsable o capaz de cambiar el comportamiento de tu esposo o esposa, ten esto muy presente. Cuando la esperanza por luchar por un matrimonio se desvanece por una de las partes, la relación irá declinando.

Pero nunca es tarde para que la esperanza reviva. Por eso cuando por ejemplo, un esposo de palabras desalentadoras o no es lo suficientemente expresivo con sus emociones, es necesario hablar con este. En las primeras instancias quizás no lo entenderá, igual se debe insistir hasta ver los resultados.

Dos personas que se casaron enamoradas no dejan de estarlo por haberse casado. Es acertado culpar a la falta de comunicación o la poca capacidad de alegrar las rutinas. Todo esto tiene solución. Con el hablar, expresarse y comprometerse, el camino al cambio es posible.

Puedes trabajar en ti mismo con pasión y devoción, aceptando la gracia de Dios en tu corazón. Es una tarea para los dos.

Ama a tu esposo/a incondicionalmente

Cuando nos casamos, no colocamos condiciones o reglas invisibles al amor y al compromiso. Jesús nos enseña que el amor hacia un esposo es incondicional, tal cual Dios nos ama a nosotros.

Algunas veces es necesario dar el primer paso, ¿acaso Jesús esperó que los espectadores se arrepintiesen mientras colgaba de la cruz? No, Él pidió a su Padre que los perdonara, porque ellos no tenían la capacidad de saber lo que estaban haciendo. Eres capaz de mostrar esta actitud a quienes amas.

Responde a Dios en lugar de reaccionar a tu esposo/a

Si no eres capaz de perdonar cuando no puedes olvidar deberías cuestionar tu relación con Dios.

El perdón no es algo fácil de dar, pero si el tiempo pasa y sigues albergando sentimientos negativos, solo el Señor puede ayudarte a alivianar tus cargas.

¿Realmente lo estás escuchando?

El Perdón y el cambio terapéutico

¿Qué pasa si no puedes perdonar y sigues estancado por más que lo intentes? Señales de ello son los comportamientos evasivos, defensivos y depresivos. Los cuales indican que falta el perdón en la relación.

Al nivel terapéutico necesita ser eliminado este miedo, sin embargo, cuando el proceso no es el adecuado, las vías neuronales creadas por el condicionamiento, solo servirán para reducir ese miedo. Ese miedo volverá eventualmente en forma de recuerdos, pensamientos y sentimientos negativos.

Por lo que en estos casos se necesitará de guía y terapias personalizadas a las experiencias en particular que se traten.

Últimas palabras cómo perdonar

Perdonar todos los días es una señal de virtud y superación, una muestra de que la gracia de Dios está en nosotros. Por eso me gustaría que compartieses tus experiencias u opiniones sobre este artículo, para así ser capaz de ayudarte.có

El perdón y su significado en la Biblia

Del perdón hablamos todos los días. De la necesidad de perdonar a los demás y a nosotros mismos también. ¿Pero conoces lo que significa el perdón en realidad? He notado que muchos de mis pacientes no observan al perdón bajo los mismos criterios, de allí mi planteamiento.

Todos aprendemos de acuerdo a la educación que tenemos, las personas que conocemos y la inteligencia emocional que hemos desarrollado. Así que esas veces cuando me explican sobre cómo no son capaces de perdonar, la mayoría del tiempo el origen del problema es que su definición del perdón está errada.

Es imposible practicar algo que desconocemos, he de allí que quisiera que juntos indagáramos mejor en qué significa perdonar y cuáles son los mitos que le rodean.

¿Qué es perdonar?

Según la Real Academia Española, perdonar es la acción de remitir una ofensa, deuda o falta. Mientras que la palabra griega “Aphiemi” traducida como perdón, implica dejar ir o liberar. Por igual, otra palabra griega usada para el perdón “Charizomai” significa dar perdón libre e incondicional.

Exceptuar o eximir de obligaciones contraídas es una forma de analizarlo además. Asimismo el perdón es visto como una especie de regalo o un acto de bondad que será dado a otra persona, y que al mismo tiempo será positivo para quien lo dé.

Ten en consideración que el perdón no es un sentimiento, es un acto de voluntad, una decisión en donde optarás no hablar o pensar en los aspectos negativos que viviste. Al darlo estarás eximiendo de responsabilidad al culpable.

Por mi parte, recomiendo que la acción de perdonar sea vista más como un beneficio añadido a la persona a la que se le concederá, porque la verdad es que quienes somos capaces de perdonar somos los más beneficiados en este esquema.

Es una acción liberadora, pero que sigue siendo conflictiva. Tampoco, no te sientas como alguien mezquino si temes darle un alivio a quien te dañó. Pensar en el perdón como un regalo para alguien más, y creer que esta persona no lo merece, querer que de hecho sufra por sus errores, todos esos pensamientos son humanos, son comunes. Asimismo pesados y agotadores.

No obstante, si crees que el no perdonar es una forma de castigo para esa persona, debo aclararte que estás equivocado.

Quizás pienses que el no perdonar es un modo de cuidar nuestras propias heridas, de proclamar que el sufrimiento todavía existe, incluso de validar tus propios sentimientos. Si la persona no es capaz de admitir o entender cómo te dañó, es común que llegues a la conclusión de que no merece tu perdón.

Sin embargo, lo único que estás haciendo al aferrarte a no perdonar, es dañándote a ti mismo lentamente.

¿Qué no es el perdón?

Al poder perdonar necesitamos atravesar cuatro promesas, las cuales son: no pensar más en el incidente, no revivirlo, no hablar del incidente y no permitir que dañe tu presente.

Y puede que analizando sus promesas creas que te estoy hablando del olvido, cuando no es así. Perdonar no es olvidar, porque olvidar es un proceso pasivo que necesita de tiempo, en comparación al perdonar, que es un proceso activo, son muy diferentes.

Así que cuando Dios dice “y no me acordaré más de tu pecado (Isa 43:25)”, está implicando que no es capaz de olvidar nuestras faltas, sino que al perdonarnos opta por no mencionar, o tener en cuenta estas. Debemos seguir su ejemplo. Tampoco el perdón es excusar a otros, es más bien lo opuesto.

Las consecuencias de no perdonar

Cuando no eres capaz de perdonar, creerás que estás en tu derecho. Es más importante para ti seguir justificando la versión que tengas de la verdad, y reclamando una especie de recompensa por el trato injusto que recibiste.

Si no otorgas tu perdón, eso querrá decir que la otra persona es la que está equivocada. Siendo un acto para confirmar y revalidar tu dolor.

No puedo dejar de mencionar como he visto una y otra vez el pensamiento de que al perdonar a alguien se está “bien” en el presente con lo que hizo, que está “bien lo que hizo”. ¿Mis sentimientos ya no son relevantes? ¿Todo será olvidado? ¿Ya acabó?

Acá percibo el error más grande en el perdón, lo mal que relacionamos el perdón. Por igual, los estragos que provoca el guardar en tu corazón y mente el resentimiento. El resentimiento se vuelve una carga muy pesada, una carga que sentirás en tu alma y tarde o temprano te cobrará un precio a nivel físico.

Te lo quiero repetir para que reflexiones más sobre este asunto, perdonar no es igual a decir que tu sufrimiento no vale, a decir que tu dolor ha desaparecido. Tampoco a que has vuelto a ser la misma persona que eras antes. Perdonar es un acto de liberación que todos necesitamos, en primer lugar, para nosotros mismos.

¿Qué dice la Biblia sobre el Perdón?

La Biblia nos da cientos de lecciones sobre el perdón y cómo aplicarlo en nuestra vida diaria. Siendo la principal que el perdón es mostrado como la liberación espiritual necesaria para continuar.

Por ejemplo, en Romanos 8:1 se dice que el perdón que tenemos en Cristo implica la liberación de los pecadores de la justa pena de Dios y la desestimación completa de todos los cargos contra nosotros. También en Efesios 4:32, se explica que el perdón que Dios nos muestra a nuestros pecados es el mismo perdón que debemos mostrar a los otros.

Tal cual nos lo indican las Sagradas Escrituras, el perdón es inagotable, y más que una fuente de debilidad, es una fuente de sanación y poder. El poder y la fortaleza no están en la negación o en el aparentar que somos superiores al dolor, sino por el contrario, en aceptar quienes somos, cómo sentimos y actuar de la mejor forma posible para vivir bajo los consejos de nuestro Señor.

Recuerda que el perdón es un acto de la voluntad, y que no es concedido principalmente porque la persona implicada se lo merece. En cambio, observa al perdón como un acto deliberado de amor, misericordia y gracia.

Cinco mitos sobre el perdón

Resentimiento, amargura y hasta desesperación, todo esto produce el vivir en un estado de negación al perdón. Pero entiendo cómo no comprender lo que implica y el bien que hará, podría alejarte de este. Pensando en ello quiero comentarte de cinco mitos muy famosos del perdón, y que necesitas conocer que son eso, mitos.

1. El perdón es igual al olvido:

Si piensas que el perdón es lo mismo que olvidarse de los actos, estás equivocado. Perdonar como ya hemos podido leer, no quiere decir que se borrará lo que se hizo. Perdonar y olvidar incluso es visto como imposible psicológicamente.

2. Perdonar implica que el dolor se ha ido:

Tampoco cuando perdonas es que tus sentimientos no están allí. No eres un robot, tienes emociones que son valiosas y que todos debemos respetar. Perdonar es un paso para sanar.

3. Si perdonas ya te rendiste en la búsqueda de la justicia:

Desear justicia no es algo malo, por lo que tampoco al perdonar estás admitiendo que quieres que esta no acontezca. El tiempo de Dios es perfecto por lo que Él tarde o temprano se encargará de hacerla realidad.

4. El perdón es una invitación a que te vuelvan a herir:

Este es uno de los mitos más problemáticos, porque no, perdonar no es un acto de sumisión o debilidad, es lo opuesto.

5. Si perdonas una vez, ya está listo:

El proceso de perdonar lleva más tiempo que unos pocos minutos, y más etapas que una sola. Solo tú decides cuál es el indicado, aunque nunca será algo corto.

Últimas palabras

El perdonar engrandece nuestro espíritu y nuestra mente. Teniendo en consideración ello te invitó a que sigas leyendo mis artículos sobre cómo perdonar y cómo entender este proceso. ¿Deseas contarme tu caso? Estaré atendiendo las dudas que tengas de este con gusto.

¿Cómo ministrar con una identidad quebrantada?

Esta es la pregunta que nos hacemos ante una crisis como la que estamos enfrentando, ¿Cómo sobrevivir? ¿Cómo levantarnos? ¿Cómo cumplir con el llamado que Dios nos ha hecho? ¿Cómo rescatar a mi familia y ayudar a mi iglesia cuando tengo la identidad quebrantada?

 

Todos tenemos una historia, una historia triste. Todos estamos heridos. Tenemos heridas emocionales, físicas o espirituales.

 

Me gusta la pregunta que hace Henri Nouwen en su libro “El Sanador Herido (The Wounded Healer)”. La pregunta principal no es «¿Cómo podemos ocultar nuestras heridas por miedo a la vergüenza?» Sino «¿Cómo podemos poner nuestras heridas al servicio de los demás?»

 

Esto es contrario a todo lo que se nos ha enseñado en el seminario en los últimos años. Hemos sido alterados para esconder nuestras heridas, lo que nos produce vergüenza. Y se nos ha motivado a presentarnos como seres infalibles que están por encima del dolor de aquellos que servimos. Decimos, “mi familia no puede saber que sufro porque tengo que estar fuerte para ellos. Mis feligreses no pueden saber mi historia de dolor y vergüenza porque voy a perder influencia en ellos. Mis líderes en la Conferencia no pueden saber que tengo problemas en mi salud mental, que estoy deprimido, ansioso, con ataques de pánico. Tengo que ocultar mi historia, mis heridas”.

 

Hoy yo te desafío con ese concepto y presento algo revolucionario. Yo puedo reescribir mi historia de vergüenza. Mi historia de heridas, traumas, agotamiento y problemas en mi salud mental no necesita ser escondida. Mi historia no tiene que continuar siendo una historia de vergüenza. Jesús murió en la cruz para que aquello que me produjo vergüenza pueda ser usado por Dios como una fuente de sanidad para los que me rodean.

 

Jesús es el sanador de heridas humanas enviado por Dios: por sus heridas somos sanados. El sufrimiento y la muerte de Jesús trajeron alegría y vida. Su humillación presentó gloria; su rechazo presentó una comunidad de amor y gracia. Como seguidores de Jesús, también podemos permitir que nuestras heridas sean una fuente de sanidad para otros.

 

De la misma forma como el Padre envió a Jesús con una misión para que a través de sus heridas otros puedan recibir sanidad, Jesús nos envía, como dice Juan 20:21, para que a través de nuestras heridas otros puedan salir de la vergüenza producida por sus historias, heridas y pueden alcanzar la sanidad.

 

Encontré una vieja leyenda en el Talmud que puede ayudarnos a entender este concepto:

El rabino Yoshua ben Levi se encontró con el profeta Elías mientras estaba de pie a la entrada de la cueva del rabino Simeron ben Yohai. . . Le preguntó a Elías: «¿Cuándo vendrá el Mesías?»

Elías respondió: «Ve y pregúntale tú mismo». «¿En dónde está Él?»

«Sentado a las puertas de la ciudad». «¿Cómo voy a reconocerlo?»

«Él está sentado entre los pobres, cubierto de heridas. Los pobres que están a su lado desatan todas sus heridas al mismo tiempo y luego las vuelven a vendar. Pero Él las desata una a una y las vuelve a vendar, diciendo: ‘Quizás alguien necesita de mí: y si es así, debo estar siempre listo para no demorarme ni un momento en ayudar a otros vendar sus heridas.»

 

El Mesías, nos dice la vieja leyenda, está sentado entre los pobres, vendando sus heridas una a la vez, siempre listo para el momento que pueda ser llamado a servir . Lo mismo ocurre con nosotros, primero tenemos que sanar nuestra identidad quebrantada para estar listos y ayudar a otros.

 

Dios nos ha enviado para primero trabajar con nuestras heridas, con una identidad quebrantada, y luego, ayudar a otros a vender sus heridas.

 

¿Cuál es el proceso para vender mis heridas y estar listo para ayudar a otros a vender las suyas? Hago la pregunta porque no puedes ayudar a otros a sanar sus heridas si primero no has trabajado en ti, sanando tu identidad quebrantada.

 

Cómo Jesús usó la soledad en su ministerio

Hemos aprendido que existen beneficios al apartar tiempo para estar en soledad en el ministerio y reconectarnos con nosotros mismos, con Dios y los demás.

 

Todos los grandes personajes de la fe dedicaron tiempo para practicar la soledad en el ministerio, el aislamiento. Enoc caminaba con Dios; Abraham fue llamado a una vida de soledad; Moisés pasó parte de su vida en soledad; Jesús reconoció el poder de la soledad y se convirtió en nuestro ejemplo.

 

¿Te has preguntado alguna vez si Jesús también buscaba el silencio, la paz y la tranquilidad de la soledad? ¿Sabes si existen versículos en la Biblia que nos muestren si Jesús usaba tiempo a solas para reconectarse con Su Padre, consigo mismo y con los demás?

 

Veamos las prácticas que tenía Jesús con respecto al uso de su tiempo en soledad:

 

Jesús usó la soledad para prepararse para el ministerio.

En Mateo 4:1-11, Jesús ayuna durante 40 días en el desierto en preparación para la inauguración de su ministerio. Debemos buscar la soledad para prepararnos intencionalmente para planificar nuestras metas a corto y largo plazo en nuestras vidas.

 

Jesús usó la soledad para llorar cuando experimentó una pérdida.

En Mateo 14:13, Jesús recibe la mala noticia de la ejecución de Juan el Bautista y se aparta para estar solo y llorar. Debemos buscar la soledad para recuperarnos de las pérdidas y la desilusión inevitables.

 

Jesús usó la soledad para escuchar a Dios.

En Mateo 17:1-9, Jesús busca el silencio de una montaña solitaria y Dios habla a través de la transfiguración. Nosotros debemos buscar la soledad para escuchar intencionalmente el Espíritu de Dios.

 

Jesús usó la soledad antes de un gran desafío.

En Mateo 26:36-40, Jesús quiere orar solo en el jardín antes de enfrentar la cruz. Debemos buscar la soledad para que podamos encontrar nuestro centro de tranquilidad y orar como un enfoque de desafío inminente.

 

Jesús usó la soledad para renovarse.

En Lucas 5:16, aprendemos que Jesús a menudo se retiraba a lugares solitarios para orar. Lo hacía después de temporadas agotadoras en su vida. Debemos buscar la soledad para tener descanso, rejuvenecimiento y renovación.

 

¿Puedes imaginar si este año, en el que seguimos estando aislados debido a la pandemia, integramos la soledad como disciplina espiritual? ¿Te imaginas la transformación que experimentaríamos? ¿Qué pasará en nuestras familias si comenzamos a enseñarles cómo practicar la soledad? Yo creo que la soledad debería ser una de nuestras resoluciones más importantes en este año, ya que es el secreto para reconectarnos con Dios, nosotros mismos y otros

 

La soledad es el secreto para reconectarnos con Dios y escuchar Su voz.

La soledad es el secreto para reconectarnos con nuestros corazones y reflexionar sobre nuestra condición espiritual.

La soledad es el secreto para reconectarnos con nosotros mismos y limpiarnos de la mentalidad mundana.

La soledad es el secreto para reconectarnos y entender nuestra identidad.

La soledad es el secreto para reconectarnos y realinear nuestras prioridades y metas.

La soledad es el secreto para reconectarnos y tener compasión por los demás.

 

¿Te imaginas si el Departamento de Educación implementara en su currículum de enseñanza cómo desarrollar la disciplina de la soledad o aislamiento? Tendríamos menos problemas de identidad en nuestros estudiantes y jóvenes, menos problemas de autoestima, menos suicidios y depresión porque la soledad es el secreto para reconectarse con Dios, con ellos mismos y otros.

 

La gente muere sintiéndose sola. Es hora de transformar ese sentimiento en soledad (aislamiento) y reconectarse con Dios, con uno mismo y con los demás.

 

Esto es lo que yo quisiera que hicieras esta semana:

 

Consigue un lugar intencional.

Piensa en un lugar tranquilo y seguro en donde puedas escapar de las distracciones y el caos de tu vida. Un espacio sagrado, apartado para estar con Dios, al cual las otras voces no puedan acceder, en el que la tecnología no te pueda distraer, y en el que los sonidos invasivos no puedan interrumpir.

 

Aparta un tiempo intencional

Haz una cita sagrada. Anótala en tu calendario. Otras responsabilidades desplazarán fácilmente esta cita. Resiste el llamado a atender las actividades que tengan “más prioridad” o sean “urgentes”.

 

Escucha de forma intencional.

Al principio, podríamos sentirnos solos, incómodos, temerosos o fuera de control. Si esta práctica es nueva para ti, comienza poco a poco. Diez minutos es una buena cantidad de tiempo para comenzar. Experimenta con lo que funcione en tu realidad del día a día. Dios te bendiga

Libérate de la pornografía antes que sea demasiado tarde

¿Sabemos en realidad qué es la pornografía? Esta palabra tiene su origen en los vocablos griegos pornos = prostituta y grafos = escrito. Originalmente se refería a la vida, costumbres y hábitos de las prostitutas y sus clientes. Pero, actualmente consiste en mostrar actos sexuales, reales o simulados, exhibiéndolos ante terceras personas de manera deliberada. Desnaturaliza la intimidad del acto sexual. Es un pecado contra el séptimo mandamiento.

Poco se habla sobre el tema de la pornografía. En la actualidad se discuten temas de salud mental, física y emocional referentes a la adicción al cigarro, drogas, alcohol e incluso a la comida, pero no se discute (mucho menos enseña) el tema de los efectos de uso de la pornografía, a pesar de que este aumenta con el pasar de los años, favorecido por el avance de la tecnología, ya que esta brinda recursos que en tiempos pasados no estaban disponibles y que constituyen el principal medio para conseguir contenido sexual. Tal es el caso del internet y de los motores de búsqueda o buscadores.

Estadísticas sobre la pornografía

Un estudio dirigido a la evaluación del uso de pornografía en la comunidad cristiana arrojó que gran parte de la población hace uso de esta: aproximadamente una cuarta parte de los adolescentes (26 por ciento) de entre 13 y 17 años ven pornografía al menos una vez a la semana.

El setenta por ciento de los pastores de jóvenes cristianos ha tenido al menos un adolescente que les ha pedido ayuda para lidiar con la pornografía en los últimos 12 meses.

El 21 por ciento de los pastores de jóvenes y el 14 por ciento de los pastores admiten que actualmente luchan con la pornografía.

El sesenta y cuatro por ciento de los hombres cristianos que se identifican a sí mismos y el 15 por ciento de las mujeres cristianas que se identifican a sí mismas ven pornografía al menos una vez al mes (en comparación con el 65 por ciento de los hombres no cristianos y el 30 por ciento de las mujeres no cristianas).

El veintiocho por ciento de los hombres cristianos y el 11 por ciento de las mujeres cristianas dicen que fueron expuestos por primera vez a la pornografía antes de los 12 años (en comparación con el 23 por ciento de los hombres no cristianos y el 24 por ciento de las mujeres no cristianas).

El treinta y tres por ciento del clero dice haber visitado un sitio web sexualmente explícito. De los que han visitado sitios web sexualmente explícitos, el 53 por ciento dice haber visitado los sitios algunas veces durante el último año y el 18 por ciento dijo haber visitado sitios web explícitos entre “un par de veces al mes” y “más de una vez a la semana”.

La mayoría de los niños buscan material pornográfico a los 10 años (Simon Lajeunesse, PhD).

Las estadísticas de una de las páginas más populares de pornografía indican que en 2019 se visitó esta página cerca de 42 billones de veces, lo que significa que más de 1.300 búsquedas se realizaron cada segundo (Pornhub, 2019). Cuando analizamos esta cifra, podemos notar que es un número alarmante de personas que por algún motivo buscan recursos para lograr la autosatisfacción e incluso es más alarmante que este número corresponda al uso de una sola página web, sin considerar otros miles que pueden ser encontradas a través del internet y otros recursos que la tecnología ofrece para dicho propósito.

Existen tres factores por los que el uso de la pornografía ha ido en aumento en la era digital en la que vivimos actualmente: por la accesibilidad que el internet provee, porque ofrece contenido gratuito y se puede acceder a dichos contenidos de forma anónima. Estos tres factores constituían impedimentos en épocas en las que obtener contenidos pornográficos implicaban exponerse a ser visto e identificado como un comprador o consumidor de material sexual explícito en revistas y folletos.

¿Cuáles son las principales razones por las que las personas hacen uso de la pornografía?

Es importante tomar en cuenta los factores que llevan a la persona a hacer uso de la pornografía, pues estos influirán directamente en la frecuencia de uso de la misma y por ende en la consolidación del uso problemático y futura adicción a los recursos pornográficos. Pero ¿cuáles son las principales razones por las que las personas hacen uso de la pornografía? En un estudio publicado en el presente año, se evaluaron las principales razones por las que las personas hacen uso, arrojando como resultado lo siguiente: para conseguir placer sexual, por curiosidad sexual, distracción o supresión sexual, reducción del estrés, por fantasías sexuales, para evitar el aburrimiento, falta de satisfacción sexual y la autoexploración. Este estudio proporciona una amplia gama de motivos por los que las personas buscan el placer a través de la pornografía, exponiendo razones que no siempre suelen tomarse en cuenta al momento de analizar dicho comportamiento.

La adicción a la pornografía

Otro estudio demuestra que el cerebro reacciona ante el estímulo pornográfico de forma más intensa que con un estímulo monetario, pues siente más satisfacción ante la “recompensa” del placer sexual obtenido que con una “recompensa” económica. Esto hace que los mecanismos neurales y de comportamiento ante el uso de la pornografía sean similares a los de la adicción a sustancias y apuestas, lo cual constituye rasgos importantes para determinar clínicamente el consumo problemático de pornografía.

Es tal el efecto a nivel cerebral del uso de pornografía, que puede compararse con el efecto del alcohol y de drogas como la cocaína, metanfetamina y otras drogas al cambiar la química cerebral. La pornografía estimula un área del cerebro conocida como la “autopista hedónica” o cerebro anterior medio, el cual está lleno de receptores de los neurotransmisores de la dopamina, la hormona del placer. Dicha hormona se libera en nuestro cuerpo cuando hay algún tipo de excitación sexual y se ha demostrado que cuando una persona hace uso de la pornografía, los niveles de dopamina se disparan, elevándose de forma dramática. Además, involucra también otros químicos cerebrales como la adrenalina, endorfinas y serotoninas, todas relacionadas con placer.

Profundicemos en este análisis un poquito más. Ya sabemos que la dopamina impulsa los eventos neuroquímicos que causan los cambios cerebrales relacionados con la adicción. Pero, el receptor molecular que realmente inicia muchos de los cambios que experimenta el cerebro es una proteína llamada DeltaFosB. El exceso de dopamina dispara la proteína DeltaFosB. Esta proteína toma uno o dos meses en disiparse, pero los cambios que hace pueden perdurar mucho más tiempo. ¿Qué hace específicamente esta proteína? Dispara unos genes específicos que física y químicamente alteran el centro de recompensa del cerebro.

Me gusta la forma como Gary Wilson lo ilustra: “Piense en la dopamina como el capataz en un sitio de construcción ladrando las órdenes y en el DeltaFosB como los trabajadores de la construcción que realmente vierten el cemento.

La dopamina grita: «Esta actividad es muy, muy importante, y debes hacerlo una y otra vez». El trabajo del DeltaFosB, como trabajador de la construcción, es que recuerdes y repitas la actividad. Para ello, vuelve a cablear tu cerebro para que desees más y más lo que te está dando placer. Puede producirse una espiral en la que desear conduce a hacer, hacer desencadena más oleadas de dopamina, la dopamina hace que se acumule DeltaFosB y la necesidad de repetir el comportamiento se vuelve más fuerte con cada ciclo. Cuando piensas en la frase: «Las células nerviosas que se activan juntas se conectan entre sí», piensa en el DeltaFosB. ¿Entiendes el efecto de la pornografía en el cerebro? Este descubrimiento neurológico desmantela la afirmación de que la pornografía no produce adicción.

Pero ¿por qué si el uso de la pornografía produce la liberación de químicos cerebrales relacionados con el placer, se considera como algo “malo”? El principal problema radica en que cuando se sobrecarga el cerebro con estos químicos, haciendo uso de la estimulación inmediata y autosatisfacción que proporciona la pornografía, reduce la capacidad propia del cuerpo de producirlos y liberarlos de forma efectiva bajo circunstancias normales. Tales circunstancias incluso involucran el hecho de tener sexo con la pareja.

Otro aspecto importante que debemos tomar en cuenta es que la autosatisfacción que se logra a través del uso de la pornografía involucra hormonas como la oxitocina, testosterona y vasopresina, que son las hormonas involucradas en las relaciones y el apego humano. ¡Esto es de gran importancia! Mientras más autosatisfacción se logra a través de la pornografía, más apego y dependencia sexual y emocional se desarrolla hacia ella, lo que conlleva a, literalmente, a hacer de la pornografía un vicio.

Esto afecta a la familia y a la sociedad en niveles que no siempre se toman en cuenta: en las personas solteras, el uso de pornografía dificulta encontrar una pareja estable y en las personas casadas hace que actúen y se sientan como si realmente estuviesen teniendo un amorío con otra persona. Además de que aumenta la expectativa de lo que es un encuentro sexual debido a los contenidos excesivamente sexuales e incluso violentos que presenta.

¿Cómo sabes si has caído en la trampa de la pornografía?

Si eres un consumidor de pornografía, puede que pienses que no es una parte importante de tu vida o que no te des cuenta de qué tan profundo esta ha calado en tu realidad de vida. Entonces, ¿cómo sabes si has caído en la trampa de la pornografía? Toma en cuenta los siguientes puntos:

  • ¿Me irrito o deprimo fácilmente y con frecuencia?
  • ¿Me he aislado de otras personas?
  • ¿He objetivado o cosificado sexualmente a mi pareja o a otra persona?
  • ¿Estoy descuidando áreas importantes de mi vida?
  • ¿Estoy teniendo problemas a nivel sexual?
  • ¿Estoy haciendo que mi pareja se sienta infeliz?
  • ¿Estoy teniendo comportamientos riesgosos y peligrosos?
  • Prefiero ver pornografía a tener sexo con mi pareja.
  • A veces, prefiero ver pornografía a quedar con mi pareja o amigos.
  • Tengo dificultades para pasar un día entero sin ver pornografía.
  • He ido cambiando mi ocio o actividades recreativas por el consumo de pornografía.
  • El contenido pornográfico que busco cada vez tiene que ser más intenso.
  • Veo pornografía incluso en los lugares que puede ser un problema como el trabajo, en un ordenador público y otros similares.

 

Puede que tu consumo de pornografía esté apenas empezando y que los puntos antes mencionados no sean una realidad en tu vida todavía; Puede que seas un consumidor medio, que solo consume pornografía “de vez en cuando”; o puede que seas un consumidor compulsivo, que está a punto de “tocar fondo” debido a las consecuencias que el uso de pornografía ha traído a tu vida. No importa el nivel de consumo de pornografía que tengas, los efectos serán siempre los mismos y las consecuencias a nivel psicológico, emocional, personal, familiar y social siempre se harán presentes a corto o a largo plazo, cobrando un precio muy alto para ti y para los que te rodean.

Efectos del uso de la pornografía

Podríamos preguntarnos, ¿qué tan grave podría ser hacer uso de pornografía? Ya que, en la actualidad, el uso de la misma está siendo normalizado a través de los programas de televisión en los que se toma con ligereza, en la publicidad presentada al hacer uso de páginas de internet de origen inseguro, y a través del bombardeo de imágenes de contenido sexual en la publicidad de productos que, en realidad, no tienen connotación ni uso sexual (bebidas, prendas de ropa, repuestos para autos, etc.). Existen estudios que demuestran que el uso de pornografía lleva a la persona a sentirse aislada, avergonzada, deprimida, falsa, moralmente comprometida, enojada, irritable y con dificultad para conciliar el sueño. Además, de presentar consecuencias más profundas que llevan a la persona a cometer otras actividades ilegales y riesgosas que derivan en otros pecados como: masturbación, infidelidad, uso de pornografía en el trabajo, consumo de pornografía infantil, sexo con prostitutas e incluso tener pensamientos suicidas.

A nivel personal, la pornografía afecta la vida del usuario en muchos niveles:

  • Crea conflicto entre la persona y sus valores, creencias y metas en la vida
  • Compromete la capacidad de ser honesto y abierto en las relaciones de pareja
  • Causa molestia y da un sentimiento de competencia a la pareja
  • Daña la salud mental y física
  • Hace que la persona sea menos atractiva ante los ojos de la pareja
  • Causa problemas en el deseo y función sexual
  • Moldea los intereses sexuales en formas destructivas
  • Causa problemas familiares, laborales y legales
  • Pero, los peores efectos que el uso de pornografía produce en el ser humano, son los problemas espirituales.

¿Qué dice la Biblia con respecto al uso de la pornografía?

Pero ¿qué dice la Biblia con respecto al uso de la pornografía? La Biblia no se refiere directamente a la pornografía, pero sí indica las pautas que debemos seguir en cuanto a la satisfacción pecaminosa de los deseos carnales. En 1 Corintios 6:12 podemos leer “Todas las cosas me son lícitas, más no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna”. Mateo 5:28 dice: “Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”. También, podemos encontrar qué debemos hacer en Colosenses 3:5: “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría”. En 1 Tesalonicenses 4:3-4 también podemos ver qué opina Dios sobre este comportamiento: “pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor”.

¿Cómo se puede dejar este comportamiento, este vicio?

Te preguntarás, ¿cómo se puede dejar este comportamiento, este vicio? Primeramente, toma la decisión de dejar la pornografía. Ora a Dios pidiendo entendimiento y claridad para poder aceptar que tienes este problema o vicio. Pídele que derrame su Espíritu Santo sobre ti y te convenza del pecado que estás cometiendo. Si es necesario, incluso, busca ayuda profesional si tu uso de pornografía es compulsivo para que puedas tener las herramientas psicológicas y emocionales necesarias para vencer el vicio, pues la pornografía restringe el pensamiento y afecta el juicio. Lee la Biblia y medita en las enseñanzas de vida de Jesús, para que puedas encontrar el ejemplo y modelo de Su vida y así comenzar a imitarlo para encontrar el éxito.

Al tomar la decisión de dejar la pornografía, lograrás alcanzar una meta positiva en tu vida, en la que darás un paso hacia lograr la madurez emocional, pues habrás logrado que las razones para dejarla sean de más peso que las razones para seguir consumiéndola. Debes redireccionar tu comportamiento en una forma clara y enfocada, con intensidad y persistencia, como se requiere para lograr cualquier otra meta. Necesitas tener una motivación fuerte y duradera, tal como requiere dejar cualquier otro hábito o adicción. Esto te ayudará a crear la base sobre la cual construirás los demás pasos que debes tomar para poder lograrlo.

El libro “La trampa de la pornografía” (The porn trap) recomienda seguir estos pasos una vez que has decidido dejar la pornografía:

  • Reconoce cómo la pornografía te ha causado problemas: en tu pasado, presente y las consecuencias que tendrá en tu futuro, en el daño que te has hecho a ti mismo(a) o a tu pareja. Si quieres, incluso puedes escribir esta información en un papel, así podrás tener acceso a ella cuando lo necesites y conseguir la motivación que necesitas para dejar la pornografía.
  • Identifica lo que es más importante para ti: además de esto, identifica también cuáles son tus valores morales, los rasgos que tienes y quieres tener, tus creencias religiosas o espirituales, evalúa cómo quisieras ser tratado(a) y cómo quieres tratar a la persona más importante en tu vida, cómo quieres tratar a tu pareja y cómo el uso de pornografía está en conflicto con estos aspectos de tu vida. Y, si no tienes claros estos aspectos, puedes conversar con un familiar o alguien cercano que te conozca verdaderamente y que te pueda ayudar a identificarlos. De esta manera lograrás saber y posteriormente llegar a ser la persona que quieres ser.
  • Enfrenta tus miedos: no es fácil dejar algo que te ha producido placer y a lo que te estás acostumbrando o te has acostumbrado ya. Dejar de usar pornografía implica realizar cambios (a veces drásticos) en el estilo de vida, hábitos, conceptos y apegos. Si te sientes ansioso o deprimido al dejar la pornografía debes entender que incluso estos sentimientos tienen como base al miedo. Identifica esos miedos para que puedas enfrentarlos y finalmente resolverlos. Estos pueden involucrar preocupaciones sobre el posterior bienestar emocional o sexual y sobre las relaciones interpersonales, además de miedo a sentirse solo(a). Nombra tus miedos en voz alta, así perderán su efecto.
  • Responsabilízate por tu propia recuperación: no lo hagas por las demás personas, recupérate por tu propio beneficio. El cambio debe empezar desde adentro de tu ser. Tú estás a cargo de tu propio plan para lograr el éxito, de las reglas, de levantarte y seguir adelante y de sentirte gratificado cuando logras los pasos que te van llevando a la meta. Tú te conoces y sabes cuáles son las estrategias que funcionarán para ti. Reconoce lo bueno que hay en ti, recuérdatelo a ti mismo(a) y refuérzalo día a día. Mientras más te hagas cargo de tu recuperación, más sentirás que tienes el control de tu vida.

Te invito hoy a que evalúes tu vida, a que reconozcas si has caído en el pecado de la pornografía. Ora al Señor para que te dé la fortaleza y la decisión necesaria para tomar las riendas de tu vida y abandonar este hábito o vicio que tanto daño hace.

Si este artículo te ha servido me encantaría que pusiera un comentario con tus preguntas o experiencia sobre el tema. Si conoces a alguien que le puede interesar invitale a leerlo y les puede ayudar.

Sin sacrificio, no hay victoria. Alcanza tus sueños.

En la vida es necesario entender que sin sacrificio, no hay victoria.

¿Cuál es el secreto para alcanzar lo más importante en mi vida? ¿Cómo puedo lograr mis sueños y aspiraciones? ¿Te has hecho alguna vez esas preguntas? Cada uno de nosotros tiene sus prioridades en la vida, y con base en ellas tenemos sueños y aspiraciones. Por ejemplo: yo tengo tres cosas que deseo alcanzar. Dos de ellas son a largo plazo y una es a corto plazo. Una a largo plazo consiste en que deseo conocer más profundamente a Dios. La segunda, es que deseo ser un mejor esposo y padre. Y la tercera, que era algo más a corto plazo: estar certificado por el Estado de la Florida como Terapista Matrimonial y Familiar para estar más preparado y servir mejor a mi Iglesia.

Recuerdo cuando vivía en Filadelfia y New Jersey, cuando había grandes nevadas era muy fácil que los carros se deslizaran en el hielo. Si sientes que en tu vida estás patinando sobre hielo, si te sientes estancando en el mismo problema y no sabes cómo salir del hueco en el cual has caído, este mensaje es para ti.

Este mensaje es para la persona que quiere perder algunas libras de peso pero no puede dejar de comer comida dañina, para el que quiere vivir bien pero no quiere ahorrar dinero, para el deportista o músico que quiere desarrollar su talento pero no quiere pasar tiempo desarrollándolo, para el estudiante que quiere obtener mejores notas pero no quiere sacar el tiempo para estudiar, para los padres que quieren criar bien a sus hijos pero no quieren tomarse el tiempo para compartir con ellos y enseñarles, para el cristiano que quiere alcanzar la Vida Eterna pero no quiere dejar la vieja vida. Pregunto entonces, ¿cuál es la meta más grande que deseas alcanzar en tu vida?

Hace tres años me lesioné el tendón de Aquiles jugando softball con los jóvenes de la iglesia. Desde ese momento hasta la actualidad abandoné toda práctica de deportes y comencé a ganar peso. Hasta que un día dije, “hasta aquí, no más, voy a hacer ejercicio, voy a aprender un nuevo deporte”. Frank Bernar me dijo un día: “te voy a enseñar a jugar tenis”. Empecé a jugar a las 5:30am, de 3 a 4 veces por semana. Comencé a ver mi sueño hecho realidad cuando vi que perdía de 5 a 10 o 15 libras, e incluso más. No hay satisfacción mayor que lograr salir del hueco en donde uno se encuentra estancado y lograr la meta que uno se ha trazado. Yo tuve que sacrificar horas de sueño para levantarme temprano e ir a practicar deporte, sacrificar el dolor luego del juego porque he entendido que sin sacrificio, no hay victoria.

La sociedad y los medios de comunicación proclaman otro lema: la victoria se obtiene sin mucho esfuerzo, no te esfuerces mucho, si quieres hacerte millonario de un momento a otro, juega la lotería, si quieres tener una familia solo trae el dinero a la casa.

Las escuelas secundarias les dicen a los muchachos que no es necesaria la abstinencia. Nada va a pasarte si no te abstienes, se puede beber un sorbo de alcohol que nada malo va a pasar. Pero, la ley del sacrificio dice: para alcanzar algo importante, debes soltar lo que no es importante. Sin sacrificio, no hay victoria.

El libro de Hechos, capítulo 8, habla de dos tipos de miembros en la iglesia, los Simones y los discípulos.

Podemos distinguir a los Miembros Simones por:

Ellos quieren obtener la salvación sin sacrificio, quieren comprar el poder y la unción del Espíritu de Dios pero sin pagar el precio, pero no entienden que sin sacrificio, no hay victoria; quieren lograr lo que otros tienen pero sin mucho sacrificio, piensan: es más, yo tengo dinero, si ustedes me lo venden yo lo compro; el corazón de los Simones no es recto delante de Dios, aparentan una cosa pero en su mente son otra, su apariencia muestra que son fieles devotos, pero en su mente hay otras prioridades y Dios está en un segundo lugar. Esas prioridades son sus ídolos; viven en amargura y tienen maldad en su corazón; viven en disonancia cognitiva y tienen una prioridad en su vida, pero hay otras cosas que ocupan el lugar de esa prioridad. Esto produce estrés, amargura y maldad porque sin sacrificio, no hay ganancia.

Los Simones de hoy día prefieren lo más fácil antes que el sacrificio; quieren la corona de la vida pero se conforman con las coronas terrenales porque son más baratas; quieren el poder de Dios pero se conforman con el poder que da el cargo eclesiástico o académico; quieren vencer malos hábitos y problemas de carácter, pero no quieren sacrificar el deleite que produce lo mismo que desean vencer; no entienden que sin sacrifico no, hay victoria; creen que se puede disfrutar de los placeres mientras se lucha por la victoria. No se pueden tener ambas cosas; no sacrifican nada para salvar a su familia; no sacrifican nada para mejorar su salud; no sacrifican nada para vencer la pornografía. Tenemos como ejemplos de estos casos a la mujer de Lot, a la de Saúl y también a la de Judas.

Con respecto a los discípulos, ellos dicen: sin sacrificio no hay victoria. Tal es el caso del joven rico, quien se fue porque no pudo sacrificar el amor que tenía por el dinero; los discípulos le preguntaron a Jesús, ¿qué obtendremos? (Mat. 19:27) 100 veces y la vida Eterna; los discípulos sacrifican tiempo; los discípulos sacrifican su orgullo; sacrifican deseos carnales; sacrifican sus vidas (Romanos 12:2); sacrifican su agenda personal; todo se sacrifica porque no hay nada mejor que la victoria que se obtendrá; son fieles hasta la muerte porque obtendrán la corona de la vida; tienen la convicción de que ningún sacrificio que puedan hacer podrá igualarse a la victoria que obtendrán; Dios tiene preparado para los fieles “cosas que ojo no vio ni oído oyó”.

Debemos tomar en cuenta que los discípulos sacrificaron todo. Veamos el caso de cada discípulo:

Mateo:

Sufrió el martirio en Etiopía, murió por una herida de espada.

Marcos

Murió en Alejandría, Egipto, después de haber sido arrastrado por caballos por las calles hasta morir.

Lucas

Fue ahorcado en Grecia como consecuencia de su tremenda  predicación a los perdidos.

Juan

Enfrentó el martirio cuando fue puesto en una enorme olla con aceite hirviendo, durante la ola de persecución en Roma. Sin embargo, fue librado milagrosamente de la muerte. Juan fue condenado a vivir en una isla de minas, en la Isla prisión de Patmos.

Pedro

Él fue crucificado de cabeza en una cruz en forma de X. Según la tradición de la iglesia, esto sucedió porque él les dijo a sus torturadores que se sentía indigno de morir de la misma manera que Jesucristo había muerto.

Santiago

El líder de la iglesia en Jerusalén, fue arrojado de más de cien metros de alto, desde el pináculo sureste del templo cuando se negó a renegar de su fe en Cristo. Cuando descubrieron que sobrevivió a la caída, sus enemigos lo golpearon hasta matarlo.

Este fue el mismo pináculo a donde Satanás había llevado a Jesús para tentarlo.

Santiago el Grande

Hijo de Zebedeo, era de oficio pescador cuando Jesús lo llamó a una vida de ministerio y predicación. Por ser un cristiano de influencia en la iglesia primitiva, Santiago fue decapitado en Jerusalén.

El oficial romano que vigilaba a Santiago, miraba asombrado cómo Santiago defendió su fe en Jesús durante su juicio. Más tarde, este oficial caminaba junto a Santiago al lugar de la ejecución. Impactado por la convicción de Santiago, este soldado romano declaró su nueva fe en Cristo ante el juez y se arrodilló junto a Santiago para aceptar la decapitación como castigo por ahora ser cristiano.

Bartolomé

También conocido como Natanael, fue misionero en Asia. Fue pregonero de nuestro Señor Jesucristo en la actual Turquía. Bartolomé fue martirizado por su predicación en Armenia, donde fue desollado a muerte por un látigo.

Andrés

Él fue crucificado en una cruz en forma de X en Patras, Grecia. Después de haber sido azotado severamente por siete soldados, que ataron su cuerpo a la cruz con cuerdas para prolongar su agonía. Sus seguidores informaron que, cuando fue llevado a la cruz, Andrés la saludó con estas palabras: “Durante mucho tiempo he deseado y esperado esta hora feliz”.

La cruz nos evoca inequívocamente el cuerpo de Cristo colgado en ella. Andrés continuó predicando a sus verdugos por dos días hasta que expiró.

Tomás

Fue atravesado por una lanza en la India durante uno de sus viajes misioneros para establecer la iglesia de Cristo en esa región.

Judas

Fue muerto a flechazos cuando se negó a renegar de su fe en Cristo.

Matías

El apóstol elegido para sustituir al traidor Judas Iscariote, fue apedreado y luego decapitado.

Pablo

Fue torturado y luego decapitado por el malvado emperador Nerón en Roma en el año 67.

Analicemos entonces, ¿Por qué los discípulos sacrificaron tanto por la victoria final? Simplemente porque el sueño que ellos tenían era superior a todas las distracciones y obstáculos que tuvieron que sacrificar. Estos discípulos transformaron el mundo conocido de aquel entonces, pues se propusieron vivir vidas extraordinarias, sacrificando todo por obtener la corona de la Vida Eterna. Sus nombres han quedado marcados en los historiales de la humanidad porque sin sacrificio, no hay victoria.

Cuenta la historia de Louis Zamperini que a los 15 años de edad comenzó a correr. Fue campeón dos veces de la NCAA. Representó a Estados Unidos en los juegos olímpicos de 1936. Dijo: “Todo lo que quiero decirte a ti, joven, es que no alcanzarás nada a menos que te comprometas a alcanzar una meta. Tienes que buscar dentro de ti mismo y ver si realmente quieres hacer ese sacrificio. Tus sueños no siempre se harán realidad, pero nunca lo sabrás si no lo intentas. Como quiera que sea, tú siempre descubrirás mucha valentía en tu camino porque encontrarás problemas, o como yo les llamo, desafíos. El primer gran desafío en mi vida fue cuando era un niño, hacer la transición entre un adolescente desperdiciado a un atleta consumado. El otro fue sobrevivir durante 47 días después de que mi avión se cayera, y luego sobrevivir en el campo de concentración japonés. La mejor forma de confrontar los desafíos es prepararse para ellos. Todos los atletas quieren ganar, pero en una balsa, en la guerra, tú tienes que ganar. Por suerte y sabiamente, yo estaba preparado, y gané”. Para Luis Zamperini sin sacrificio, no hay victoria.

¿Te imaginas lo extraordinaria que sería tu vida si decides vivir el lema: sin sacrificio, no hay victoria?

¿Te imaginas que ocurriría con tu vida, con tu hogar, con tu iglesia, si a partir de hoy comienzas a sacrificar todas las cosas que te impiden alcanzar la victoria sobre algo importante en tu vida porque entiendes que sin sacrificio, no hay victoria?

Te invito a intentar hacer tres cosas en esta semana: escribe la victoria que deseas obtener, las distracciones que te están impidiendo obtener dicha victoria y entonces sacrifica esas distracciones para que la puedas obtener. Sin sacrificio, no hay victoria.

Comparte conmigo las cosas que estas sacrificando para alcanzar tus sueños. Todos podemos aprender de tus experiencias.

 

 

Decide ser un campeón (3 lecciones para ganar)

En la vida nadie quiere ser un perdedor. Todos queremos ganar. Tu puedes ser un campeón.

Mientras me preparaba para escribirles, la pregunta que me vino a la mente fue la siguiente: ¿qué consejo sencillo les puedo dar a mis amigos para que se conviertan en campeones de Dios? ¿Qué necesitan hacer ustedes para hacer la diferencia? ¿Qué necesitas hacer para ser un campeón?

Toda persona que ha alcanzado grandes cosas para Dios comenzó desarrollando una mente de gigante siendo niño todavía. Decidió ser un campeón. Si quieres ser un gigante, primero debes desarrollar una mente de gigante. Cuando Dios necesitaba a alguien para salvar su futura nación de morir de hambre, escogió a José cuando aún era un niño. Cuando Dios necesitaba un líder para sacar a sus hijos de Egipto, escogió al niño Moisés para convertirlo en Su gigante. Cuando Dios necesitaba un rey para pastorear su nación, escogió al joven David. Cuando Dios necesitaba un rey para traer un reavivamiento, escogió a Josías cuando aún tenía 8 años. Tú no tienes que esperar a terminar la universidad para ser un campeón para Dios. Si quieres ser un gigante de Dios el día de mañana, tienes que comenzar hoy, para que cuando el mañana llegue tú estés listo(a) para servir a Dios de una forma poderosa. El carácter que estás construyendo hoy es la base de tu éxito mañana. Tu puedes ser un campeón. 

La historia Bíblica del rey Josías nos da tres lecciones para convertirnos en gigantes para Dios.

Las tres lecciones que este niño rey hoy te quiere dar son: Concéntrate en desarrollarte a ti mismo, concéntrate en pequeñas victorias y concéntrate en vivir para Dios.

el caracter

Concéntrate en tu desarrollo personal

Varias investigaciones demuestran que cómo las personas se sienten sobre sí mismas tiene un efecto enorme en su éxito. Si tú quieres ser un gigante para Dios, primero necesitas desarrollar una mente de gigante. Si tu mente no está preparada para llegar a la cima de la montaña, jamás podrás llegar. Un cristiano que tiene una imagen negativa de sí mismo, que se considera que tiene poco valor, que no es importante, que tiene una autoestima baja, nunca podrá entender el lugar y el valor que Cristo le da como hijo de Dios. La Biblia está llena de promesas increíbles para los hijos de Dios, pero el problema está en que no creemos en esas promesas porque no nos consideramos merecedores de ellas.

Amigo(a), si quieres desarrollarte a ti mismo(a), necesitas entender que tu identidad no está en Hollywood, o lo que la sociedad dice que es “normal” en este mundo. Tu Creador es el que te da tu identidad. Desarróllate a ti mismo(a) alrededor del plan que tu creador tiene para ti, y no alrededor de lo que los medios de comunicación dicen de ti como persona. El enemigo quiere que creas las mentiras que han encadenado a este mundo en miseria. Satanás quiere que creas que no eres lo suficientemente bueno(a), que no eres lo suficientemente perfecto(a), que no eres inteligente, que eres demasiado gordo(a), o demasiado flaco(a). Si te ves a ti mismo(a) a través de los ojos de tu enemigo no podrás ser un campeón para Dios. Pero, si te miras a través de los ojos de Dios, te darás cuenta de que Él te ha creado para que seas un(a) campeón(a) en este mundo, cabeza y no cola. Tú serás tu peor enemigo(a) si no te desarrollas a ti mismo(a). Tus pensamientos negativos se levantarán como murallas en tu vida que no te dejarán ser un campeón.

Josías creyó en el plan de Dios y no en el mensaje negativo que Satanás le estaba presentando. Satanás tal vez te está diciendo: tú eres muy niño para ser un rey, no tienes la experiencia, el talento para dirigir una nación, tu país no creerá en ti, no tienes nada que ofrecerle a tu país, no eres bueno para este cargo. Pero, el rey Josías se propuso en su corazón el ser un campeón para Dios creyendo lo que Dios decía de él y no lo que le decía Satanás.

Concéntrate en celebrar pequeñas victorias

El segundo consejo es concentrarte en las cosas pequeñas. Cualquier persona que ha tratado de dormir con un mosquito en el cuarto sabe el impacto que puede tener algo pequeño. Celebra las pequeñas victorias para llegar a ser un campeón. Las grandes victorias no son nada más que la acumulación de muchas victorias pequeñas. La teoría de “las pequeñas victorias” es la idea de que estas, en la vida, pueden aumentar tu motivación, productividad y tu satisfacción sobre lo que haces. Las pequeñas victorias son la antesala a grandes victorias. Nadie llega a la cima sin pasar primero por el valle. Desarrolla una mentalidad de ganador celebrando pequeñas victorias todos los días.

No puedes obtener un título universitario si primero no ganas la batalla de hacer las tareas y estudiar todos los días. No puedes bajar de peso, si primero no celebras las pequeñas victorias de comer bien y hacer ejercicio todos los días. No podrás relacionarte bien con otras personas en el día de mañana si primero no celebras la victoria de tratar con compasión y amor a tus padres. No podrás ganar la victoria de evitar tener sexo antes del matrimonio si primero no ganas la batalla diaria en la pureza. No podrás ganar la victoria de  vivir eternamente con Dios si primero no celebras las pequeñas victorias diarias de caminar todos los días con Jesús.

Josías entendió este principio en su vida y se concentró en hacer progresos diarios a través de pequeñas victorias en hábitos significativos. Su carácter fue construido en su diario vivir.  El desarrolló el hábito de buscar a Dios diariamente en su vida, oraba y meditaba en Dios aun cuando nadie de su casa ni su familia lo hacía. Esas pequeñas victorias en su vida sirvieron como trampolín para todas las demás victorias que él alcanzó en su vida. Cuando tenía 16 años, decidió derribar todos los altares a Baal y andar en los caminos de David. Cuando tenía 24 años de edad, llamó al pueblo de Dios a un reavivamiento al leer el libro de la ley cuando fue encontrado. Todo esto fue posible porque desde muy temprana edad comenzó a celebrar pequeñas victorias diarias en su vida espiritual.

Michael Phels es un vivo ejemplo de ganar pequeñas victorias. Phels es el nadador olímpico que más medallas ha ganado en natación en la historia del deporte. Hay muchas razones para que Phels tenga éxito como nadador. Él tiene manos grandes, un torso poderoso, piernas cortas y entrena como nadie lo hace. Pero Phels tenía un problema, y era que se ponía nervioso al momento de la competencia. Su entrenador lo ayudó a vencer este problema ayudándolo a celebrar victorias pequeñas todos los días. Él se levanta temprano, toma su desayuno rutinario, comienza su calentamiento a tiempo y celebra pequeñas victorias cada día. Su concentración no está en la gran victoria Olímpica, sino en las pequeñas victorias de su diario vivir que lo llevarán a la gran victoria.  En las Olimpiadas de Beijín 2008, el celebrar pequeñas victorias fue recompensado grandemente. Cuando Phels se lanzó al agua, sus gafas se rompieron y les comenzó a entrar agua. No había algo que él pudiera hacer. El problema empeoró y para el momento en el que llegó a la meta final, él estaba prácticamente ciego, no podía ver la línea que marcaba el fondo de la piscina ni la marca que anunciaba que se acercaba al final de la piscina.

Phels no dejó que el pánico lo controlara. Él ya había visualizado mucho antes este mismo escenario en Michigan, cuando su entrenador le dijo que nadara en una piscina oscura para prepararlo para esta gran competencia. Mientras Phels entraba en la recta final, el público estaba gritando a viva voz. Pero Phels no sabía por qué gritaban, ¿estaba el ganando o perdiendo? Empezó a nadar con más velocidad sin saber lo que estaba pasando, cuando llegó al final se quitó las gafas y miró la pizarra y al lado de su nombre decía RM. ¡Michael Phels había roto el record mundial de natación a pesar del obstáculo que tuvo! Su éxito estuvo en que las pequeñas victorias que había celebrado en su diario vivir lo habían preparado para la gran competencia final.

Concéntrate en Dios

Mi tercer consejo es: concéntrate en Dios. Si quieres ser un gigante de Dios, Él necesita ser el centro de tu vida. Entiende, Dios es la fuente de sabiduría, entendimiento y todo placer. Satanás no quiere que tú entiendas eso y te hace pensar que él es la fuente de todo éxito en este mundo. Satanás te ofrecerá posesiones materiales como si fuera la solución a tus problemas. Él te ofrecerá sexo y drogas como la fuente de placer. Satanás te ofrecerá deshonestidad como una forma de alcanzar la cima, pero al final la muerte es el resultado, porque la paga del pecado es muerte.

Concéntrate en Dios y Él te dará los deseos de tu corazón. El rey Josías se concentró en vivir para Dios. Dios se convirtió en lo primero en su vida, en lo primero en su familia y nación, y grandes bendiciones le siguieron como un gigante de Dios. Josías se concentró en servir a Dios y nos dio un ejemplo de verdadero celo por Él  Josías hizo lo que era correcto ante los ojos de Dios y no se apartó ni a izquierda ni a derecha, porque su mente estaba concentrada en Dios.Amigo(a), te desafío a que te concentres en vivir para Dios, porque al final del camino, Él es el único que te puede ofrecer vida eterna. Él es el único que puede darle significado a tu vida; una vida sin Dios es una vida sin futuro, porque Dios es el único que permanece cuando todo se pierde. Vive para Dios como un gigante y las cosas que ojo no vio, ni odio oyó, que no ha concebido el pensamiento humano, son las cosas que Dios ha preparado para aquellos que son sus campeones.

Ahora, comparte tu historia con nosotros de como te has convertido en un campeón.

ser un gigante

Quiero cambiar pero no puedo… ¿Qué puedo hacer?

Quiero cambiar pero no puedo…

Recuerdo una vez que viajaba de New Jersey a Michigan en un invierno feroz. En la carretera estaba lo que se llama “black ice”, que es ese hielo que no se percibe con facilidad en la carretera. Un carro comenzó a patinar me chocó por un lado y terminé en el barranco de la carretera. Llamé a la policía, pero me dijeron que mi rescate se iba a demorar porque había muchas personas al igual que yo estancadas en la carretera por accidentes que habían experimentado. Me tomó 5 horas salir del hueco en donde había caído.

Este blog es para esas personas que tal vez están estancadas en el mismo lugar, y dicen quiero cambiar pero no puedo. Tratan pero no pueden experimentar un cambio, y su voz interna les dice: quiero cambiar… pero no puedo cambiar. Estancado(a) en el mismo hábito o adicción; estancado(a) en la misma rutina malsana, comportamientos negativos, creencias falsas que obstaculizan el progreso de tu vida y, por lo tanto, por años, estás en el mismo lugar, como si estuvieras patinando en el mismo hueco sin poder salir ni sentirte realizado, diciendo “no puedo cambiar”.La historia del paralítico del Estanque de Betesda nos enseña que es posible acostumbrarnos a las circunstancias adversas que llegan a nuestras vidas y decirnos “no puedo cambiar”. Este blog te desafía a salir de tu parálisis y alcanzar todo tu potencial en Cristo Jesús. Él te dice: levántate, toma tu lecho y anda, porque tú si puedes cambiar.

Analicemos la historia de este paralítico que estuvo estancado por 38 años, esperando un cambio en su vida. Esta historia está en Juan 5:1-12, en caso de que desees leerla en la Biblia.

El libro de Juan se escribió para una generación que no tuvo un contacto personal con Jesús. El mensaje es claro a través de las 7 señales o milagros que Juan presenta de Jesús. El poder sanador que Jesús tuvo en su toque, es el mimo poder sanador que tiene Su palabra. Hoy no tenemos un Jesús que nos puede tocar y restaurar, pero sí tenemos un Jesús que, a través de Su palabra y de Su Santo Espíritu, nos puede dar sanidad espiritual y sobre todo vida Eterna.

En el capítulo cinco de Juan, el apóstol presenta a un Jesús capaz de restaurar la vida paralítica de un hombre que había estado enfermo por 38 años, dependiendo de un sistema falso que no tenía soluciones para su vida.El capítulo comienza diciendo que Jesús fue a Jerusalén a una fiesta. Juan no especifica qué fiesta es, como lo hace en otras ocasiones. Los eruditos no se han puesto de acuerdo en cuál de las fiestas se refiere Juan aquí. Algunos eruditos adventistas creen que está entre la Fiesta de las trompetas y las Fiestas de la pascua. La verdad es que no se detalla la fiesta porque Juan simplemente quiere presentara un Jesús que viene a hacer por el ser humano lo que las fiestas y las tradiciones no pueden hacer.Dice, además, el primer versículo que, en esta ocasión, Jesús se dirigió a un lugar específico en el templo.  Es interesante que en los tres años de ministerio de Jesús yendo al templo, tantas veces al año, esta es la primera ocasión que se menciona que él dice darle una visita a esta sección del templo. Dice el versículo que Jesús estaba en la puerta de las ovejas. Esta era una puerta construida por los sacerdotes en los tiempos de Nehemías, para meter a las ovejas que se traían para sacrificio (Neh.3:1). Por esta entrada estaba un estanque que tenía cinco pórticos con sus columnas respectivamente y una dimensión de alrededor de 220 pies de ancho en algunas partes y 315 pies de largo. La arqueología moderna cree haber encontrado este estanque, el cual se llamaba Betesda.

Betesda significa: Casa de Misericordia. Según 1 Tim. 3:15, casa es una imagen de la casa de Dios. Este lugar se había convertido en el lugar de refugio para muchos enfermos que buscaban misericordia y sanidad.  Esa era su iglesia. Dice la Biblia que se reunía allí una gran multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos que esperaban que algo ocurriera en sus vidas.

Existía el mito popular que decía que de vez en cuando, un ángel descendía al estanque y movía las aguas, y el primero que entrara al estanque se sanaba. Este versículo no se encuentra en versiones originales de la Biblia y se cree que fue añadido por los copistas para explicar por qué esas personas esperaban allí ansiosos por años. La teología de este versículo es difusa. Presenta un Dios arbitrario.Dice que allí estaban los enfermos, ciegos, cojos y paralíticos.  Imagínense la escena. El que primero entrara al agua se sanaba. Pero ¿cómo los enfermos podían correr para entrar? Estaban muy limitados. Explíqueme ¿cómo los ciegos podían correr para poder entrar?  Era prácticamente imposible. ¿Cómo los cojos podían hacer para poder llegar primero al agua? ¿Y qué se puede decir de los paralíticos?

Prácticamente era algo imposible. Era una tortura emocional para ellos el estar allí, esperando que el agua se moviera para poder lanzarse por encima del que tuvieran por delante, para llegar al agua. Pero, la verdad es que ellos sentían que no tenían otra opción y por eso estaban allí esperando algo que nunca llegaba. La imagen que el Apóstol quiere presentar en estos versículos es la de un sistema falso de religión que no podía suplir las necesidades espirituales y físicas de aquellos que necesitaban misericordia. Un sistema basado en tradiciones de hombres y mitos populares que no ofrecían lo que realmente necesitaban las almas de aquellos que buscaban algo mejor. Enfermos que decían, quiero cambiar, pero no puedo.

Mientras unos iban al templo y llegaban para adorar y recibir bendiciones, y vida eterna, a través del sistema de sacrificio, dice la Palabra de Dios que: una gran multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos se quedaba en el estanque de Betesda, esperando que la misericordia llegara a sus vidas.  Esa gran multitud no estaba donde podía experimentar la verdadera adoración y encuentro con el Dios todo poderoso.  Estaban en el templo, pero buscando soluciones a través de métodos y tradiciones que no funcionaban.

Cuando asistes al templo a adorar, ¿en dónde te detienes para recibir misericordia y sanidad? ¿Te encuentras en el estante de tradiciones, ritos, ceremonias y mitos esperando que algo ocurra en tu vida o vienes al templo en busca de una experiencia de adoración? Todos nosotros somos enfermos espirituales. Producto del pecado cargamos con la enfermedad maligna, la lepra espiritual llamada pecado. Venimos a la iglesia en busca de misericordia, sanidad espiritual, física y emocional. Pero la pregunta es, ¿en dónde estás buscando la solución a tus problemas? ¿Te acercas para encontrarte en adoración con tu Dios o te quedas rezagado esperando algo que es vacío, no funciona, y es todo tradición? ¿Estás estancado, creyendo en sistemas disfuncionales? ¿Estas diciendo en tu corazón quiero cambiar pero no puedo?

Esa multitud de enfermos creía que la solución a sus problemas estaba en el movimiento del agua.  ¿Cómo es posible que alguien pueda creer en algo falso toda su vida? Jesús se acercó a alguien que estaba allí, que llevaba 38 años esperando por ser sanado. El promedio de vida en aquellos años era alrededor de 40 años para los hombres. Díganme, ¿cómo es posible que llegar a creer y quedarse estancado en algo por tantos años?

El asunto está en que el ser humano fue creado por Dios con un gran poder de adaptabilidad. Desde que nacemos, aprendemos a sobrevivir en el medio ambiente que tenemos, por muy malo que sea, aprendemos a sobrevivir.  Las ideas o conceptos falsos que desarrollamos en la vida, y especialmente aprendemos en nuestra infancia, llegan a convertirse en la guía que vamos a seguir en nuestra vida.  Y alrededor de todo este sistema falso de creencias, desarrollamos mecanismos de defensa que nos ayudan a sobrevivir en sistemas disfuncionales.

Esta es la forma en la que yo puedo explicar cómo es posible que este paralitico haya estado allí esperando durante muchos años algo que no era real.  Un amigo tal vez le dijo una vez: oye, ven a un estanque que está en la entrada del templo y allí puedes encontrar solución a tus problemas, no importa el que sea.

Me imagino que el hombre llegó al estanque siendo un joven. Y, cuando vio tantas personas como él allí que decían quiero cambiar, dijo: parece que esto funciona. Miraba cómo, tal vez, algunos eran sanados al creer que en realidad algo había ocurrido y esperaba que algo ocurriera para él.  Y allí aprendió a justificar, excusar, a culpar a otros por su triste condición usando el mecanismo de defensa de proyección. Yo tengo un problema por culpa de otra persona, yo no soy el responsable de la situación que tengo, es esa persona imaginaria la responsable.¿Será este tu caso? ¿Asistes a la casa de Dios porque alguien te habló de que allí puedes encontrar solución a tus problemas, sanidad física, espiritual y emocional? O, ¿tal vez es este tu caso porque desde que naciste tus padres te llevaban al templo y, en vez de entrar y conocer íntimamente a Jesús a través de la adoración verdadera, te has quedado en el estante de Betesda, detrás de tradiciones y mitos que no salvan a nadie?

El paralítico decía quiero cambiar, pero por otro lado creía que podía ser sano simplemente tratando de ser el primero al entrar al estanque cuando el poder de Dios se estaba manifestando de otra forma, cuando el poder de Dios se podía recibir solo a través de Dios. Tal vez decía quiero cambiar… pero no puedo. Tal vez ese es tu caso, has llegado a la iglesia, pero estás estancado(a) creyendo en una falsedad. Diciendo quiero cambiar, pero no puedo. Tal vez has creído en la falsedad de que eres salvo(a) simplemente por llamarte cristiano; tal vez crees que eres salvo(a) por simplemente ir a la iglesia,  por dar dinero a la iglesia. O, tal vez crees que serás salvo(a) por tus propios esfuerzos. Si por años, tu vida ha estado estancada sin crecer, es porque, tal vez, has estado buscando soluciones en los lugares equivocados y es por eso que dices quiero cambiar… pero no puedes.

Si dices Quiero Cambiar…pero tus creencias no te dejan.

Pero, tal vez las creencias falsas que te han detenido no son del ámbito religioso y espiritual, sino psicológico. El psicólogo Albert Ellis, planteó varias creencias falsas en las cuales muchas veces creemos y obstaculizan el cambio en nuestras vidas.

  • “Es una necesidad extrema para el ser humano adulto el ser amado y aprobado por prácticamente cada persona significativa de la sociedad”.
  • “Para considerarse uno mismo valioso se debe ser muy competente, suficiente y capaz de lograr cualquier cosa en todos los aspectos posibles”.
  • “Cierta clase de gente es vil, malvada e infame y deben ser seriamente culpabilizados y castigados por su maldad”.
  • “Es tremendo y catastrófico el hecho de que las cosas no vayan por el camino que a uno le gustaría que fuesen”.
  • “La desgracia humana se origina por causas externas y la gente tiene poca capacidad o ninguna, de controlar sus penas y perturbaciones”.
  • “Si algo es o puede ser peligroso o temible, se deberá sentir terriblemente inquieto por ello y deberá pensar constantemente en la posibilidad de que esto ocurra”.
  • “Es más fácil evitar que afrontar ciertas responsabilidades y dificultades en la vida”.
  • “Se debe depender de los demás y se necesita a alguien más fuerte en quien confiar”.
  • “La historia pasada de uno es un determinante decisivo de la conducta actual, y que algo que le ocurrió alguna vez y le conmocionó debe seguir afectándole indefinidamente”.
  • “Uno deberá sentirse muy preocupado por los problemas y las perturbaciones de los demás”.
  • “Invariablemente existe una solución precisa, correcta y perfecta para los problemas humanos, y que si esta solución perfecta no se encuentra sobreviene la catástrofe”.

Estas 11 creencias irracionales básicas fueron sintetizadas posteriormente por Ellis (1977) en:

 LAS 3 CREENCIAS IRRACIONALES BÁSICAS

 

Idea irracional acerca de mí mismo:

“Debo hacer las cosas bien y merecer la aprobación de los demás por mis actuaciones”.

Idea irracional acerca de los demás:

“Los demás deben actuar de forma agradable, considerada y justa”.

Idea irracional acerca de la vida o el mundo:

“La vida debe ofrecerme unas condiciones buenas y fáciles para que pueda conseguir lo que quiero sin mucho esfuerzo y comodidad”

Te pregunto, ¿en cuál de estas ideas irracionales te encuentras estancado diciéndote a ti mismo(a) “no puedo cambiar”? ¿Ahora entiendes por qué Jesús le pregunta si quiere ser sano, o quieres un cambio? Cualquiera pudiera pensar que esa era una pregunta tonta por parte de Jesús. Pero, toda pregunta que Jesús hizo en esta Tierra era para ayudar al oyente a practicar el autoconocimiento.

Tus pensamientos irracionales pueden detenerte en el estanque de tu vida y condicionarte a solamente decirte que no puedes cambiar, que para tu problema no hay solución.

Hoy Jesús ha llegado hasta donde tú estás y te dice lo mismo que le dijo al paralítico de Betesda: “toma tu lecho y anda”.

Para esos que dicen quiero cambiar y no puedo… esto es lo que pueden hacer.

  • La Palabra de Dios tiene poder para sacarte del hueco en donde has caído y para comenzar a decir “yo sí puedo cambiar”.
  • Deja de creer en las creencias falsas que han marcado tu vida y comienza a creer en el guion de vida que Dios ha diseñado para tu vida. Dios desea que tú seas prosperado en todo y que tengas salud.
  • Ejerce tu fuerza de voluntad para levantarte de tu parálisis y para tomar “el lecho”, que significa esas creencias falsas que han detenido tu progreso, tu pasado, y comenzar una nueva vida al lado de Jesús.

Tú hoy te puedes levantar y reescribir tu guion de vida, porque sí puedes cambiar y ser una nueva criatura en Cristo Jesús.