La gratitud describe un estado de la mente que reconoce cuando suceden cosas malas, pero busca la lección o regalo, en ellas.
Hay estudios que han demostrado que el temor y la gratitud no pueden coexistir simultáneamente en el cerebro.
En su libro ¡Thanks! Robert Emmons, indica que la gente que alberga un estado mental de gratitud, cosecha beneficio emocional, físico e interpersonal.
Practique la gratitud, que al igual que la risa, es también una buena medicina. “Tal vez recuerde un proverbio antiguo que dice que usted puede escapar de una trampa, solo cuando reconozca que está en una trampa, y decida tomar los pasos necesarios para liberarse.
La gente agradecida tiende a ser más optimista, característica que de acuerdo a investigadores, estimula la función del sistema inmune.
La gratitud es decir “gracias”. Pero es más que decirle gracias a un amigo por un favor o un regalo. La gratitud es decir gracias por todo lo que es importante para usted y las cosas buenas en su vida. Usted está agradecido por un regalo, pero también está agradecido por ver un atardecer, por tener éxito en un deporte o por estar vivo. Usted ve su vida y sus experiencias como un don.
La gratitud está vinculada con el bienestar. Un grupo de tres estudios sugiere que las personas que practican la gratitud parecen ser más optimistas y estar complacidas con su vida y conectadas con otros cuando se las compara con aquellas que reflexionan sobre las dificultades diarias o los sucesos de todos los días. Otro estudio sugiere que la gratitud en los adolescentes está vinculada con sentirse bien sobre la vida, ser optimista y tener una buena conexión social.
Usted también podría hallar que la gratitud puede ayudar a disminuir la ira. Si usted se encuentra pensando en cómo alguien se ha comportado mal con usted, desvíe su atención a otra persona que haya estado allí para apoyarlo.
La gratitud también puede estar vinculada con la resiliencia, la cual es tener “fuerza interior” que le ayuda a recuperarse de situaciones estresantes. Los rasgos mencionados anteriormente, como el optimismo y la conexión con otros, a menudo se encuentran en personas que son resilientes.
¿Cómo puede practicar la gratitud?
Para practicar la gratitud, usted dice “gracias” y aprecia lo que es importante para usted.
- Dedique unos pocos minutos al final de cada día y piense en, o incluso anote, las cosas por las que está agradecido ese día. Piense en las personas, los eventos o las experiencias que han tenido un impacto positivo en usted.
- Llame a alguien o envíele un correo electrónico simplemente para decir “gracias”.
- Escriba notas de agradecimiento además de decir “gracias” cuando reciba regalos o favores. O escriba una carta de agradecimiento y apreciación a alguien. No es necesario que la envíe por correo.
- Escriba una carta al editor de su periódico local acerca de algo que una persona desconocida haya hecho por usted. O simplemente diga “gracias” a personas que no conoce, como saludar con la mano cuando una persona le cede el paso cuando hay mucho tránsito.
- Cuando se sienta agobiado por su salud, dé las gracias por las capacidades que todavía tiene.
- Comience un ritual familiar de gratitud, como dar gracias antes de una comida.
- Encuentre maneras creativas de dar gracias. Por ejemplo, plante un jardín de gratitud o fotografíe cosas por las que está agradecido.