Problemas comunes en el matrimonio: Buena comunicación, mejorando su calidad

Los matrimonios que resuelven con rapidez los malentendidos y no temen hablar del tema que sea, tienen en común una buena comunicación. A través de esta, se fortalece el corazón de quienes conforman la pareja, además de dar la bienvenida en su unión al respeto y la comprensión.

Es la intención de nuestro Señor que nuestros matrimonios sean refugios llenos de confianza y buenos valores. Del tipo de matrimonio en el que exista el amor y una fuerte conexión; uno en el que el compromiso entre esposo y esposa no pueda romperse.

Aun así, fomentar una comunicación sana en el matrimonio tiene sus propios desafíos, los cuales deben superarse.

Deseo entonces que sigas conociendo a continuación cómo eres capaz de mejorar la calidad de la comunicación que tienes con tu esposo/a.

 

¿Cómo mejoro la calidad de una buena comunicación con mi pareja?

Alimentar una buena comunicación es una tarea que necesita empeño y esfuerzo. En especial, requiere muchas pequeñas acciones y palabras, pero es un desafío que valdrá la pena a largo plazo. Una vez que te percates de lo bien que esto hará a tu matrimonio, notarás los resultados.

Deseo darte algunas recomendaciones para este propósito:

Manténganse centrados en el presente

Es tentador sacar a relucir conflictos del pasado que estén relacionados con lo que está pasando en el presente. Te parecerá necesario descargar esas ideas, pero no es lo más apropiado. Hacer eso solo enturbiará la situación y los bloqueará de encontrar una solución con facilidad.

Por lo que, al tener discusiones, no recurran a temas del pasado que generaron heridas, deben concentrarse en el presente1, en qué sienten ahora y tratar de comprender todo ello, encontrar una solución que sea viable. El presente es todo lo que importa y necesitan aceptarlo2.

Escúchense con atención

Habitualmente hay quienes creen que están escuchando a su pareja en las discusiones, pero no lo hacen en realidad, porque en lo que están enfocados es en tener una respuesta astuta para su contraparte. Eso no es escuchar.

Para que la comunicación sea eficiente, ambos miembros de la pareja deben ir en ambas direcciones. Así que, por más complicado que sea, necesitas escuchar de verdad lo que te está diciendo tu esposo/a. No es necesario que interrumpas lo que te tenga que decir.

Pónganse en los zapatos del otro

Un matrimonio necesita ser empático, comprenderse y ponerse en los zapatos del otro con más frecuencia de la que podrías pensar3. Centrarnos solo en nuestros propios deseos, terminará siendo contraproducente. Necesitan tomar el punto de vista de su pareja para entender por qué actúa de cierta manera.

Mira desde el ángulo del otro, y, cuando entiendas lo que siente, podrás explicarte de mejor forma. Cuando ambos sienten que el otro les escucha se sentirán mejor y se comunicarán mejor.

Hazte cargo de tus acciones

Hacerte responsable de tus acciones es una conducta correcta y una muestra de fortaleza personal. Una fortaleza que necesitas mostrar más que nunca dentro de tu matrimonio. La comunicación efectiva es esa que implica admitir que te equivocas.

Cuando ambos compartan la culpa en una situación, necesitan admitirlo. Este tipo de comportamiento suaviza la actitud del otro, y es un ejemplo de madurez. Después de ello, deben encontrar una solución que satisfaga las necesidades de todos.

En caso de tener conflictos tratando de encontrar soluciones dentro de su matrimonio, o si les cuesta resolver conflictos con respeto, y no mejoran, pueden recurrir a sesiones de terapia de pareja. Estas se encuentran diseñadas para mejorar la comunicación dentro de su unión, pero no solo esto, sino para resolver cualquier otro conflicto que consideren que esté afectando su relación y que debe arreglarse.

 

El valor de la buena comunicación matrimonial cristiana: consejos necesarios

Como cristianos, nuestros matrimonios tienen que estar representados por la empatía, fortaleza y respeto hacia nuestra pareja. Debemos ser capaces de comunicarnos con emociones sinceras, amabilidad, y, sobre todo, respetando los códigos establecidos por nuestra fe4.

La Biblia está llena de consejos matrimoniales que pueden aplicarse en tu matrimonio, con la única intención de mejorarle y fortalecerle. Las Sagradas Escrituras son una excelente fuente de apoyo para mejorar la comunicación y su calidad. Estos son algunos principios bíblicos que podemos aplicar para tener una buena comunicación.

Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti

Uno de los principios más poderosos dentro de todo matrimonio está plasmado en las palabras de Mateo 7:12, en donde leemos: “Por lo tanto, todo lo que queráis que los demás hagan por vosotros, haced también vosotros lo mismo por ellos…».

¿Cuál es tu respuesta cuando te gritan o regañan de mala gana? Quizás algunos/as contesten que responden de la misma manera. Pero, expresar enojo o querer herir al otro no son formas sensatas de actuar. Esta clase de errores no pueden cometerse en el matrimonio.

Trata a tu esposo/a como te gustaría que te trataran a ti. Por lo que, si quieres que tu pareja te escuche mientras hablas o quieres que te ayude en las tareas del hogar, necesitas hacer lo mismo por este/a.

Prioricen la oración dentro de su matrimonio

Mantener a la oración en el corazón del matrimonio es también una de las enseñanzas de la Biblia. Específicamente en 1 Tesalonicenses 5:17 se nos dice que «oremos continuamente». La fe es un eje en las familias cristianas y un componente necesario en los matrimonios.

Cuando una pareja ora, lleva sus problemas ante Dios, quien les dará la sabiduría necesaria para llegar a las respuestas indicadas. Él conoce tus sentimientos, pesares y tu corazón.

Practiquen el perdón

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Por su parte, Efesios 4:32 nos dice «Sed bondadosos y compasivos unos con otros, perdonándoos mutuamente, como Dios os perdonó en Cristo».

Un matrimonio no podrá comunicarse bien si ambas partes están enojadas o resentidas. Guardar ira dentro de ustedes es contraproducente. Por eso debes perdonar más a menudo a tu esposo/a. Si sientes que tienes ganas de herirle o descargar tu resentimiento, detente. Lo mejor será hablar con sinceridad y resolver los problemas en cuanto aparezcan.

¿Necesitas más recomendaciones sobre el matrimonio cristiano? Podemos hablar de ello a través del 407 618 0212.

Problemas comunes en el matrimonio: Comunicación, los estragos de tener una defectuosa

Compartir, aprender y forjar vínculos duraderos, esos son los resultados de una buena comunicación dentro del matrimonio.  Pero compartir nuestras preocupaciones, mostrar apoyo y trabajar en conjunto con tu esposo/a no es posible mientras se tenga una comunicación defectuosa.

Aunque todas las parejas son diferentes y tienen sus propios altibajos, no expresarse correctamente o saber cómo escuchar a su contraparte, produce aún más discordias entre los dos. Entonces, la falta de comunicación es el siguiente de los problemas comunes en el matrimonio que quiero que exploremos juntos.

 

La comunicación y su relación con la satisfacción matrimonial

Según un estudio publicado en la revista Journal of Marriage and Family 1, existe una conexión innegable entre la comunicación y la satisfacción en las relaciones. Pero una buena comunicación no es el único factor que determina la felicidad dentro de estas. Hace falta contar con otros factores tales como una interacción más efectiva o compatibilidad en la personalidad de los miembros del matrimonio.

A lo que esto nos quiere conducir es que comunicarse bien no es garantía de que se tendrá una relación feliz, pero sí es una vía para mejorar el bienestar del matrimonio. Una comunicación eficaz ayuda a fomentar relaciones positivas. Al escuchar y responder activamente a tu esposo/a, este/a se sentirá más valorado/a y más atendido/a.

Todos queremos ser apreciados y que nuestros compañeros/as de vida nos tomen en cuenta, así que, darle la importancia que merece, es un acierto del que no te arrepentirás. Incluso, otro estudio 2 reveló que cuando las personas se sienten valoradas por sus parejas tienen una mayor tendencia a dormir mejor.

Asimismo, tener una comunicación negativa es una de las características de las parejas angustiadas3.  La resolución de conflictos para estas es ineficiente, además es la responsable de crear respuestas dañinas.

Sin embargo, muchos matrimonios no pueden enfocarse en solucionar los estragos que una mala comunicación puede causar. Desestiman su poder y qué tanto puede conducir al éxito o al fracaso de la relación.

¿Tengo problemas de comunicación con mi esposo/a?

Si tienes dudas sobre si en tu matrimonio hay o no problemas de comunicación, estas son algunas señales 4 que no puedes ignorar con facilidad:

  • Criticar con constancia al otro.
  • Asumir que se sabe lo que tu pareja necesita o quiere.
  • Emplear comportamientos pasivo-agresivos.
  • Repetir las mismas discusiones sin resolverlas.
  • Evitar tratar ciertas temáticas.
  • Temor de hablar con el otro sobre un tema delicado.
  • Ponerse a la defensiva.
  • Negarse a escuchar o entender las perspectivas del otro.
  • Demostrarle desprecio o disgusto.
  • Gritar o quitar el habla.

Puede que todas estas señales te parezcan obvias. Quizás no estés viviendo ninguna de ellas. No obstante, lo interesante aquí, y que quiero que pienses muy bien, es que existen maneras más sutiles en las que se presenta la mala comunicación.

Por ejemplo, si tu esposo/a y tú nunca están en desacuerdo con un tema, eso es una señal de mala comunicación. Es imposible que, en un matrimonio con dos personas que tienen sus propias opiniones, coincidan en cada aspecto de la vida matrimonial. En estos casos lo que ocurre es que uno de los cónyuges está ocultando lo que realmente siente para evitar una pelea.

Callarse no es una solución, no es una respuesta buena, no es nada de eso. Recurrir a ello solo te llevará a que el resentimiento vaya acumulándose y termine por estallar en algún momento del futuro. Lo más sano que se puede hacer cuando hay desacuerdos, es tener discusiones abiertas y honestas.

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Problemas habituales en los matrimonios con mala comunicación

Los estragos causados por la mala comunicación en los matrimonios son algunos como por ejemplo la desconfianza, poca empatía y el resentimiento. También, las parejas que no aprenden a lidiar con sus sentimientos terminan recurriendo a la actitud defensiva y a la crítica, y, terminan sintiendo que no son comprendidos/as.

Por eso, a continuación analizaremos los problemas más habituales que acontecen en los matrimonios con este tipo de problemática y cómo abordarlos:

Recurrir a los gritos en las discusiones

Los gritos no provocarán que tu esposo/a te escuche mejor, lo que provocarán será que este/a active su respuesta de lucha, huida o congelación5. Cuando le gritas a alguien, su cuerpo se inundará con las hormonas del estrés, logrando que los sistemas no esenciales se apaguen y, por lo tanto, que la capacidad de resolver problemas complejos sea ineficiente.

Entonces, por más que le grites a tu pareja, esta seguirá sin entenderte, no porque no quiera, sino porque literalmente no puede desde el punto de vista biológico6.

Te recomiendo que primero tomes un descanso de 20 minutos para que ambos se calmen. Mientras pueden mover sus cuerpos para liberar la tensión reprimida y escribir con brevedad los puntos principales de su discusión, esos que usarán como apuntes para hablar de forma más calmada.

Permitir que el resentimiento y la amargura crezcan

Imagina que el resentimiento que tienes hacia tu esposo/a por algo que hizo es una maleta. Eres capaz de sostenerla por 5 minutos, una hora, pero ¿Cuánto más? No mucho sin que la termines soltando agotado/a. Lo mismo pasa con el resentimiento.

Es tan grave la situación que incluso este y la amargura pueden convertirse en desprecio. Peor aún, pueden ser algo con lo que tengan que lidiar en su normalidad. En cambio, te aconsejo que comuniques tus necesidades a tu pareja, así sean quejas, tienes derecho de dárselas a conocer.

Aprende a separar las acciones de tu esposo/a de su carácter. Por ejemplo, si te disgusta que no lave los platos, habla sobre ello, en lugar de acusarle de ser flojo/a. Por igual, aprende a ser más agradecido/a con las cosas positivas que tenga, díselas a menudo.

Hacer planes sin pensar en el otro

Un matrimonio no es un “yo”, sino un “nosotros”. Dos mitades que hacen un todo, cada uno tiene su individualidad, pero, al momento de tratarse de planes en común, necesitan ser un equipo.

No eres el enemigo/a de tu esposo/a cuando no comparten una misma opinión. Son eso, un equipo. Así que te aconsejo que cuando deban hacer algún plan o enfrentarse a algún problema, usen el “nosotros”. También acostúmbrense a realizar actividades que fomenten su confianza. Por ejemplo, caminar juntos en pareja.

¿Quieres conocer más del tema? Puedes llamar al 407 618 0212.

Problemas comunes en el matrimonio: infidelidad, uniendo las piezas otra vez

La infidelidad no es un fenómeno nuevo, al contrario, se ha presentado como uno de los problemas comunes en el matrimonio desde que estos existen. Algunas veces las infidelidades ocurren en parejas deterioradas, y otras veces, en aquellas que aparentan ser felices. Sea cual sea el caso, cuando la pareja se compromete a continuar con la unión, se puede continuar siendo uno en el matrimonio.

Si este es tu caso y has decidido reconstruir tu relación tras una infidelidad, puede que esta sea la oportunidad perfecta para aprender desde cero lo que implica la lealtad y la confianza.

Tampoco es necesario sentirte avergonzado/a por quedarte en una relación en la que te han sido infiel. Perdonar una infidelidad no es igual a dejarse pisotear o humillar por tu cónyuge. Se supone que cuando esta clase de perdón ocurre, es porque ambos están comprometidos a superar esta adversidad.

Aun así, trabajar en superar esta clase de acontecimientos no es fácil. Las infidelidades pueden ser golpes letales a los matrimonios de no ser comprendidas y tratadas de una forma sana. No se trata de ganadores o perdedores, o de identificar cuál es el mejor castigo, cómo encontrar venganza o cómo quedarse en el pasado. Se trata más bien sobre entender que no somos perfectos y aprender a mejorar nuestras habilidades comunicativas con quien amamos.

También se trata sobre detectar y solventar esos problemas subyacentes que van rompiendo los cimientos de su relación. Por más asombroso que suene, recuperar un matrimonio después de una infidelidad puede fortalecerlo.

 

¿Cómo reconstruyo los problemas comunes en el matrimonio?

La infidelidad es capaz de convertirse en un catalizador de cambios positivos en tu relación. Quien ha sido infiel buscará trabajar en sí mismo/a y la otra parte igual. Ambos entenderán mejor las necesidades emocionales y físicas del otro.

Pero, es más simple decirlo que hacerlo. Reconstruir la confianza perdida dentro de un matrimonio es una tarea ardua en la que hombre y mujer necesitan dar todo de sí. Esta tarea llevará tiempo, nunca debes subestimar el daño causado por esta falta. Sin embargo, Dios es capaz de guiarnos en las circunstancias más dolorosas.

Estos son algunos consejos para reconstruir tus problemas comunes en el matrimonio después de una infidelidad:

Cortar todos los lazos con la persona con la que se fue infiel

Si el esposo/a infiel desea trabajar en su matrimonio, un paso tácito es el de terminar las relaciones extramaritales con esa tercera persona. Pero, algunas veces, los límites deben establecerse con más agresividad, firmeza y detalle con la pareja.

Me refiero a que es posible que esa tercera persona no acepte que deseas tratar de salvar tu relación matrimonial. Por lo tanto, puede que te busque aunque tú ya le hayas aclarado tus intenciones. En ese caso, debes comunicar este intento de acercamiento a tu esposo/a. No importa que sea algo que le moleste, debes ser totalmente sincero/a.

También considera que muchas veces la tercera persona es alguien del trabajo o círculo de amistades, por lo que se debería considerar cambiar de trabajo o círculo de amistades de ser inevitable. Es una medida drástica, pero demuestra el compromiso que se tiene con el matrimonio.

Priorizar la honestidad en su comunicación

Hablar sobre los problemas comunes en el matrimonio de la infidelidad es tortuoso, tanto para quien la recibió como para quien la cometió. Es ese tipo de tema que ninguno quiere tocar por la vergüenza y dolor causado. No obstante, te lo aseguro, es muy necesario hacerlo. Si tu cónyuge desea conocer los detalles de la infidelidad o desea conocer los detalles de la situación, tiene derecho a hacerlo.

Las preguntas que se hacen con respecto a la infidelidad deben responderse con honestidad, sin evasiones o disfraces para amenizarlas. “Estoy tratando de avanzar, ¿por qué debo contar tantos detalles/por qué quiero saber tantos detalles?”

Quien ha sido traicionado/a, aunque haya decidido quedarse, está en un constante debate interno y una búsqueda de confirmación sobre si haberse quedado es lo correcto. Las pláticas sobre infidelidad parecerán entonces interminables, pero poco a poco verás cómo van disminuyendo y volviéndose algo del pasado.

Trabajar en reparar el daño

Un matrimonio debe establecer cuáles son las acciones necesarias para sanar el daño causado. Las acciones deben ser concretas y demostrar las buenas intenciones de los dos, no intenciones ocultas, como el deseo de retomar la infidelidad o buscar la revancha.

Este es un paso en el que tienen que identificar qué tipo de acciones  manifiestan la confianza para el otro. Por ejemplo, si durante el periodo de prueba quieres conocer el contenido del celular de tu pareja, esa que te fue infiel, deberías tener acceso a este. Seguramente se cuestionará que dónde está la privacidad. Pero debe comprenderse por igual que se está en una etapa delicada de la relación.

No puedes esperar que tras una infidelidad, la confianza aparezca por arte de magia. Es algo en lo que se debe trabajar.

Tengan paciencia

Necesitarán kilos y kilos de paciencia para reconstruir su matrimonio. Ese periodo de desconfianza y de recordar sin parar la infidelidad, quizás dure un mínimo de seis meses para que luego la relación se normalice. Incluso, hay parejas a las que les toma un par de años reconstruir su confianza.

Hablar de años para la reconstrucción de un matrimonio sonará como una eternidad, pero no es tanto en realidad si se toma en cuenta en los matrimonios que tienen décadas de duración o aquellos que desean llegar a esto. Ganar la confianza lleva en sí todo ese tiempo porque es en este que ella se destruye, se recupera y se reconstruye.

No dejen que la infidelidad cause problemas comunes en el matrimonio

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Terminando de charlar de esta entrega de problemas comunes en el matrimonio, deseo darte una recomendación muy importante; Una que he aprendido a través de las experiencias de mis pacientes: no dejen que la infidelidad defina su matrimonio.

Su matrimonio es más que los errores cometidos dentro de este. Y, aunque perdonar sea un proceso exigente y doloroso, debe verse más allá de estos sentimientos negativos.

Necesitan recordar aquellas cosas buenas que tienen en su matrimonio, por lo que vale la pena luchar: su hogar, sus hijos/as, sus proyectos en común. Recuerden sus primeros días de noviazgo o matrimonio, cuando la felicidad y el amor reinaba en su relación. Pueden ver las fotos de su boda o de su familia.

Además, necesitan incorporar a su relación más cosas positivas, creen nuevos hábitos, exploren nuevos sitios. Sobre todo, tengan presente que los matrimonios se construyen día a día, por más años que tengan en este.

 

Recurre a la orientación matrimonial para aprender y aplicar más recursos para este proceso. Para eso comunícate al 407 618 0212.

Problemas comunes en el matrimonio: Dinero, secretos para mantener una economía fructífera en pareja

Administrar las finanzas matrimoniales será un camino lleno de baches en el que podrán encontrar soluciones para su economía fructífera o, por el contrario, de no hacerlo, será un completo desastre. La forma en la que ambos cónyuges perciben los conceptos referentes al dinero puede ser totalmente opuesta, y es por eso por lo que en el matrimonio nunca se debe desestimar la importancia de este.

Es mi intención mostrarte algunos secretos para mantener un buen manejo del dinero dentro de tu matrimonio. Algunas veces basta con hacer pequeños cambios para notar cómo la unión evoluciona y las discusiones relacionadas con el dinero van cesando.

 

¿Qué nos dice Dios sobre nuestras finanzas matrimoniales?

Antes de darte recomendaciones sobre economía fructífera en pareja, debemos indagar un poco más sobre la perspectiva de las finanzas matrimoniales según Dios. La Biblia nos habla sobre las finanzas en los matrimonios desde sus lecciones generales sobre el dinero. En los Proverbios, esta nos señala cómo el dinero y las riquezas allanan el camino hacia la caída 1. Es decir, el dinero es tentación hacia el desastre.

Pero, también se habla de cómo la piedad con satisfacción es la mayor de las ganancias. Como cristianos, tenemos que entender que no hemos traído nada a este mundo y que nada podremos sacar de él al marcharnos, por lo que debemos ser capaces de encontrar felicidad en tener comida y ropa. No debemos ser tan necios en creer que las grandes riquezas dan la felicidad. Se trata de una trampa más.

El egoísmo es un gran pecado que está directamente asociado con el dinero, cada persona tendrá el impulso de acumular riquezas. Pero, ¿Cómo esto se relaciona con la familia? A pesar de que el propósito del dinero es cambiarlo por cosas en la vida, esas cosas necesitan estar enfocadas en alcanzar objetivos mayores. Me refiero a mantener a la familia.

Las Sagradas Escrituras nos revelan la importancia de la familia, y es con ellas que aprendemos que alguien que no provee a su familia está negando su fe. Como cristianos, el valor primordial siempre será atender a nuestras familias. Acumular posesiones y fortunas solo nos llevará a tener una existencia vacía, pero invertir nuestro dinero en el bienestar de nuestro hogar, nos dará frutos sin precedentes.

 

Consejos para lograr una economía fructífera en pareja

Sonará complicado tratar de alinear sus pensamientos sobre las finanzas o llegar a tener grandes objetivos en común, pero, la clave está en no menospreciar cada una de las actitudes que podrán mostrar para tener una economía fructífera en pareja. Estas son algunas recomendaciones que serán de gran ayuda para este propósito.

Mantengan una cuenta bancaria conjunta

Uno de los errores más habituales de la economía fructífera que percibo en los matrimonios con los que trabajo, es la creencia de que todas las discusiones por dinero se acabarán al tener cuentas bancarias por separado. Cada uno recibe su sueldo en su propia cuenta y han distribuido las facturas a pagar. Pero no es así del todo.

El matrimonio es una sociedad, por lo que al casarnos ya no es “tu dinero” y “mi dinero”. Se supone que necesitan conducir todos sus ingresos a una misma cuenta. Separar el dinero, dividir cuentas, todos serán escenarios para malentendidos. Pongan todo su dinero junto y comiencen a verlo como un todo3.

No dejen que las diferencias salariales se interpongan entre ustedes

En la mayoría de los matrimonios habrá alguno de los dos miembros que gane más dinero que el otro. Es poco común que tanto esposo como esposa ganen las mismas cantidades de dinero. Así que, si tú eres quien tiene un mayor sueldo, quizás pensarás que tienes mayor ventaja sobre las finanzas matrimoniales. Después de todo, ¿Cómo si yo gano más, no puedo tener la palabra final?

Ese es otro error evidente. Vuelve a recordar que al estar dentro de un matrimonio se olvida lo “tuyo” y lo “mío”, es más bien un “nuestro”. Son un equipo con los mismos derechos, ganar más dinero no hace a tu palabra valer más4. Igual pasa con aquellas parejas en las que se decide que la madre se quede en casa para cuidar a los niños. Una ama de casa no debería sentir culpa por intervenir en el presupuesto familiar o gastar dinero. Ambos tienen el mismo derecho, repito.

No oculten secretos financieros

Existen muchas formas de traicionar la confianza de tu esposo/a, y en esta materia, tener una tarjeta de crédito o ahorrar dinero en efectivo sin que tu pareja lo sepa, es un engaño. Uno que caerá muy mal.

Es crucial que sean lo más honestos y abiertos posible sobre sus tarjetas, ahorros o cuentas de cheques. Necesitan hablar con la verdad y aclarar cada vez que se pueda cuáles son sus objetivos como matrimonio. Si en algún punto de la relación se llegó a recurrir a ocultar algo de esto, deben trabajar en reestablecer la confianza financiera.

Tengan cuidado con las expectativas

Las expectativas no satisfechas son una herida para cualquier matrimonio. Y una de las maneras más simples de sentirte decepcionado/a de tu esposo/a es descubrir que no tienen las mismas expectativas en cuanto al dinero5.

Si tienes la expectativa de comprar una casa familiar en el primer año de casados, pero tu pareja considera que es mejor quedarse alquilando un departamento, la decepción generará sentimientos negativos entre los dos.

No existen reglas sobre lo que se debe tener o no a nivel matrimonial. Como creyentes que somos, también debemos acoplarnos a nuestras realidades y posibilidades. Ser humildes, y darnos cuenta de que mientras más dinero tengamos eso no nos hará proporcionalmente felices.

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¿Quieres conocer más recomendaciones? Podrás hacerlo al comunicarte al 407 618 0212.

Dinero: Problemas comunes en el matrimonio, ¿Cómo prevenir que sus finanzas sean un tema conflictivo?

Según el Instituto para el Análisis Financiero del Divorcio, el manejo del dinero es el responsable del 22% de las separaciones1, convirtiéndole así en uno de los problemas más comunes en el matrimonio y en un peligro potencial para su desenvolvimiento.

La tensión que la administración de las finanzas provoca en los miembros de las parejas es notable, porque dos personas con hábitos financieros diferentes tendrán que convertirse en un equipo. Las diferencias de opinión sobre cómo gestionar el dinero, afectan incluso a los matrimonios cristianos.

Puede que un cónyuge sea derrochador, pero que el otro sea ahorrador. Ya sea por el concepto que cada uno tiene sobre el dinero, la educación que recibió en su hogar, o sus expectativas sobre el futuro, estas dos perspectivas deben llegar a tener una misma visión para lograr una mejor comunicación.

A continuación, quisiera que profundicemos en cómo la pareja puede actuar para evitar que sus asuntos monetarios se conviertan en un dolor de cabeza para ambos.

La importancia de un matrimonio financieramente equitativo

Convivir con tu esposo/a y compartir las cargas en la relación matrimonial supone un alivio del estrés cotidiano. Su hogar es su refugio y el “tú” o “yo” pasa a ser un “nosotros”. Sin embargo, los patrones en torno al dinero y la familia son persistentes y no siempre agradables.

Por ejemplo, encontrarás casos en los que las mujeres se ven obligadas a dejar sueldos bien remunerados para poder cuidar a sus hijos o familiares que así lo necesiten. Así como también encontrarás a hombres que les confiscan los cheques de ayuda federal a sus esposas. Pasa lo mismo con las deudas y adicciones ocultas entre los cónyuges. El estrés financiero generado por situaciones desequilibradas como estas puede incluso conllevar a la violencia doméstica2.

La toma de decisiones dentro de tu matrimonio debe ser equitativa, porque un matrimonio que sea igualitario financieramente será un espacio seguro para el hombre y la mujer; uno en donde ambos deben tener cuidado de en dónde reside el poder en la relación. El origen de los recursos del hogar (trabajos, herencias) y los estilos de gastos (cuánto y cómo se gasta) son temas para discutir antes del matrimonio, debido a que tendrás pocas probabilidades de que tu pareja tenga las mismas ideas sobre ello.

También es una realidad que está a la vista de todos que muchas parejas se casan conociendo apenas la mitad de la personalidad del otro. Esto conlleva a que más adelante en el matrimonio se detecten patrones preocupantes con respecto al dinero.

Si sientes que en tu matrimonio tu esposo/a tiene inconvenientes para llegar a la misma opinión que tú sobre sus asuntos monetarios, no lo evadan, tampoco malinterpreten mis palabras y piensen que es el inicio del final. El primer paso para crear un plan financiero exitoso entre esposos es que se comiencen a ver como una sociedad.

Maneras para prevenir que el dinero arruine su relación

Entre los subtemas más respetables en la consejería matrimonial están la paternidad y la sexualidad. Pero, nadie parece querer hablar sobre un subtema que es de gran importancia, el dinero. Y, es que lidiar con este tema incomoda a muchos matrimonios.

Es tanta la resistencia que he percibido hacia este tema que los patrones de disfunción alrededor de las finanzas pueden llegar a ser similares a los de la intimidad sexual. El placer y el dolor pueden definirse a través del dinero. Un estudio publicado en la revista científica PLOS One 3 afirma que la percepción de injusticia en el reparto de las finanzas tiene un efecto peor en la armonía marital que la percepción de injusticia en el reparto de las tareas domésticas.

Ambos miembros podrán saber cuánto gana el otro. Es algo que estará plasmado en pruebas innegables. Asimismo, los hábitos financieros se asocian más con la personalidad que con la responsabilidad de roles4. Entonces, ¿cómo prevenir que el dinero sea un problema en tu relación?

Entiende la mentalidad que tiene tu pareja sobre el dinero

Antes de casarte necesitas comprender la mentalidad que tiene tu pareja sobre el dinero. Por más incómodo que resulte el tema, deben hablar sobre las deudas pendientes, préstamos, fuentes de ingreso, inversiones y demás obligaciones financieras que tengan. En caso de ya estar casados, y llegaran a estar ocultando información de esta índole, sáquenla a la luz.

Sin nada que ocultar será más simple ver la imagen completa de su situación financiera y la percepción que tiene el otro sobre el dinero. Pero, esto no evitará que ciertos problemas ocurran. ¿Por qué? ¿Te sorprenderías si te dijera que muchas de las peleas entre esposos que parecen ser por dinero, no son en verdad por eso?

Se trata más bien de un choque de temperamentos. Puedes estar molesto/a porque tu esposo/a gasta demasiado dinero, pero lo que te enfurece no es que no se puedan permitirse esos gastos, sino que tienes miedo de no poder pagar facturas en el futuro. Necesitas analizarte en este aspecto. ¿Tus padres eran frugales o gastadores compulsivos? ¿Tenían un presupuesto limitado? Es necesario responder todas esas preguntas para aprender más sobre ti mismo/a y sobre tu pareja.

Mantengan las mismas expectativas y prioridades financieras

No puedes esperar que en un matrimonio los ingresos o empleos de los dos sean los mismos que en sus inicios. La vida transcurre y sus circunstancias cambian; quien tuvo un mayor sueldo puede que no lo tenga más, o que sus posibilidades financieras sean otras. Aquí es en donde volvemos al tema de la igualdad.

Necesitan sentarse, aunque sea una vez al año, para discutir cuáles son sus expectativas y prioridades financieras: conversar sobre qué responsabilidades o medidas pueden tomar para estar en una misma sintonía y que ambos estén cómodos con el manejo del dinero.

Si desean trabajar en conjunto para el pago de una deuda o ahorrar más, también comenzar a pensar en su jubilación, necesitan poner la vista en un mismo objetivo5.

Dense un respiro mutuo

Aunque las finanzas matrimoniales son un tema que debe ser compartido, les aseguro que hablar con tu esposo/a de cada una de las compras que realices es restrictivo. Especialmente, cuando tendrás que defender una compra que tu pareja encuentra innecesaria o no aprueba. Es la receta perfecta para el desastre.

Una solución simple es la de tener presupuestos separados para gastar en artículos discrecionales que sean de su elección. Tómalo como “dinero para divertirte”; un monto que se acordará  considerando las posibilidades de ambos y que cada uno podrá gastar a su propia discreción siempre y cuando respeten el presupuesto para esta sección. Esto será un gran acierto en su relación.

Aumenten sus conocimientos sobre el dinero

Para finalizar, no está de sobra que ambos aprendan más sobre el manejo de sus finanzas. Pueden hacer un curso, leer libros sobre inversiones o mirar videos que expliquen cómo actúan los intereses. Managing Money God’s Way de Bob Lotich es, por ejemplo, una buena lectura para guiar nuestras finanzas cristianas 6.

Dios nos da dinero por medio de nuestras vocaciones y es nuestro deber ser los mejores administradores posible para cuidar de nuestros hogares.

 

¿Necesitas saber más del tema? Te invito a que te comuniques con nosotros al 407 618 0212.

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