Cómo reconstruir un matrimonio durante una separación

¿Es posible reconstruir un matrimonio si ha llegado a la instancia de separación? Cuando una pareja enfrenta una crisis, una de las salidas que en ocasiones encuentran es la separación. Muchos creen que, llegada esta circunstancia, la relación no volverá a su curso. Pero no tiene por qué ser así.

La separación puede ser un momento de crecimiento si los miembros están dispuestos a trabajar en su relación durante ese tiempo. Tomar distancia puede ser provechoso para tomar una nueva perspectiva de los sentimientos que cada uno tiene por el otro y llegar a resignificarlos.

La separación como camino para reconstruir un matrimonio

Dios nos llama a unirnos en matrimonio y dejar a nuestros padres a fin de formar una nueva familia. La unión de los dos miembros de la pareja es un lazo que no debe romperse. Ante esto, la idea de una separación asusta, pero es importante entender que no se trata de un divorcio definitivo o una nulidad.

Tal como lo explican estudios desde el derecho, la separación es una alternativa a las formas irremediables de interrupción del matrimonio. Muchas parejas recurren a esta figura como estrategia para definir el futuro de su relación.

Sobre esto, la psicóloga Patricia Maguet Levy explica que en momentos de crisis, puede ser un recurso para comenzar a reconstruir un matrimonio. Pero esto solo se logrará si los miembros toman ese tiempo para mejorar en los aspectos que los llevaron a tal situación. Según la especialista, puede ser útil para:

  • Lograr pensar con mayor claridad en momentos de hostilidad e intensidad emocional producto del conflicto.
  • Tomar perspectiva y trabajar el perdón hacia la otra persona.
  • Reconectar con uno mismo y redescubrir la propia identidad fuera de la relación.
  • Resolver cuestiones personales que estaban afectando la vida en pareja.

La separación suele ocurrir cuando uno de los dos miembros no está seguro de querer seguir adelante con la relación.  En ese caso, es un tiempo valioso para despejar dudas sobre la realidad de la pareja y definir el futuro que ambos quieren tener.

Me separé, ¿qué hago ahora?

Lo primero que debes tener en cuenta, tanto tú como tu pareja, es que la separación no solucionará el problema por sí sola. Es importante que ambos pacten normas y acuerdos sobre esta decisión que han tomado. Deberán sentarse juntos y planificar con cuidado:

  • Cuánto tiempo esperan tomarse, normalmente se recomiendan 6 meses.
  • Dónde se quedará cada uno (puede ser incluso en cuartos distintos en la misma casa).
  • Quién cuidará a los niños, si hubiera.
  • Qué intenciones tienen con este tiempo que se están tomando.
  • Definir qué momentos de reunión y comunicación tendrán dentro de esa separación.
  • Contemplar la idea de recibir la ayuda de un consejero matrimonial.

Tener presente que las crisis matrimoniales afectan a todo el círculo familiar es vital. Si hay hijos de por medio, hablen con ellos, de la misma manera con los familiares más allegados. Esto ayudará a que toda la familia pueda colaborar en este período de reconstrucción del lazo.

No cortar la comunicación

Cuando la separación tiene objetivos claros de reconstruir el matrimonio y evitar el divorcio, la comunicación será un puente. Para que los avances que los miembros hagan en la soledad sumen a restaurar la relación, es indispensable mantener el diálogo fluido.

Ten presente que según estudios sociológicos realizados en México, la mayoría de los matrimonios que recurren a la separación no terminan en divorcio. Sin embargo, el riesgo de que se prolongue por demasiado tiempo estará latente si no hay un verdadero compromiso con los objetivos propuestos.

La única manera de evitar que la separación se convierta en una situación indefinida es tener momentos de conexión, donde ambos trabajen en recuperar el vínculo. Expresar cómo se sienten durante el proceso y lo que extrañan del otro puede ser una manera de reparar la unión.

Involucrar solo personas que sumen y no resten

Cuando la pareja enfrenta una crisis, es normal que amistades y familiares quieran intervenir. En la mayoría de los casos será con buenas intenciones. Sin embargo, lo importante es que los miembros de la pareja tomen sus propias decisiones sin sentirse influenciados o presionados por el entorno.

En este proceso, es primordial que sepan quiénes son los intermediarios que pueden sumar a la resolución del conflicto. Involucrar personas del pasado o que no tuvieron demasiado contacto con la pareja el último tiempo podría ser causa de mayor irritabilidad en la pareja.

Un importante estudio realizado en España por el Programa de Mediación Familiar de la UNAF, expresa la importancia de contar con intermediarios en los conflictos matrimoniales. La presencia de especialistas en terapia de pareja y consejería será el nexo entre los intereses de ambos y la conformación de acuerdos sanos.

Según este estudio, las principales causas de conflicto en la pareja son la falta de comunicación, las diferencias en las concepciones sobre la vida y la falta de demostraciones de afecto. Un consejero matrimonial podrá guiar a la pareja en sanar estos eslabones para restaurar el matrimonio.

Restaurar la confianza

Durante el proceso de reconstrucción del matrimonio es indispensable mantener la confianza entre ambos. Cumplir con los acuerdos que se hicieron sobre la separación será clave para que no se dañe más el vínculo. En este tiempo, trabajar en la confianza es una pieza clave.

Ambos deben ser plenamente conscientes de que la responsabilidad es compartida. Reconocer los errores que cada uno cometió, pedir perdón y personar al otro son pequeños pasos que llevarán por buen camino. Aprovecha para volver a forjar una confianza sólida con tu pareja desde el respeto y la comprensión.

Es posible reconstruir un matrimonio cristiano durante una separación si ambos ponen de su parte. Este período les ayudará a ver con mejor claridad la situación en la que están y trabajar en sanar lo que esté funcionando mal. Si quieres contar con la ayuda de profesionales para la guía y orientación durante la separación, no dudes en llamar al 407 618 0212.

Cosas que su consejero matrimonial está pensando, pero no le dice

Cuando comienzas un trabajo en conjunto con un consejero matrimonial estás dando el primer paso para cambiar la atmósfera de tu relación. Es un gran paso y el mejor camino a una reconstrucción del vínculo más importante que puedas tener. Pero, en muchos casos, puede generar dudas e inseguridades.

Es normal, dejar tu relación en manos de una tercera persona es una decisión difícil de tomar. La confianza que ambos depositan en el terapeuta es muy grande, por lo que es lógico tener dudas sobre lo que hará o, incluso, lo que piensa. Por eso, hoy te traigo los secretos mejor guardados de tu consejero.

Sí, como lo lees, en este blog te contaré qué es lo que tu consejero matrimonial piensa, pero jamás te lo dirá. La próxima vez que asistas a una consulta, te sentirás más confiado al abrir las puertas de tu relación para dejar entrar esta nueva brisa.

Lo que tu consejero matrimonial no te dice, en frases

¿Por qué te comparto esto? No para que cuestiones a tu consejero matrimonial en la próxima sesión. Esto es con el propósito de que comprendas su tarea y la importancia que tiene para tu pareja. Para que puedas apropiarte de ese tiempo y ese espacio dedicado a trabajar por ti mismo y por tu relación.

Por supuesto, cada profesional es distinto y las formas de entender la terapia y aplicarla a un caso puntual varían. Sin embargo, las frases a continuación seguramente le harían sentir identificado. No olvides que si no te las dice, es en pos de tu crecimiento. Ten presente estos consejos cuando dudes de su tarea.

“Es bueno que peleen”

Cuando una pareja asiste a una consulta de este tipo es porque detecta un conflicto. Reconocerlos es la clave para empezar a resolver los problemas en el matrimonio. Aunque parezca contradictorio, muchos llegan al consultorio avergonzados del estado de su relación e intentan minimizar las cosas.

¡Error!, el consejero matrimonial debe ver con claridad lo que está pasando para conducir en la dirección correcta el trabajo. Si surgen discusiones o peleas frente a él, estará más que agradecido. Eso significa que hay un interés mutuo en empezar a poner sobre la mesa los problemas para visualizar y sanar.

“¿En serio quieren estar juntos?”

Muchas parejas acuden a una consejería sin saber si será el fin o si aún hay esperanza. El psicólogo Sergi Vilardell explica que en los tiempos corrientes es cada vez más frecuente la intolerancia en las parejas. Se ha vuelto “normal” el querer abandonar la relación sin intentar sobreponerse a los conflictos.

En este contexto, el consejero intentará evaluar si en la relación aún hay un interés genuino. Observará si ambos aportan de su esfuerzo y dedicación, o si están ante una relación unilateral. En ambos casos hay esperanza, pero reconstruir ese amor y confianza mutua llevará un largo proceso de renovación.

“No voy a decirles quién tiene la razón, ninguno la tiene”

Una de las reacciones principales del ser humano ante un conflicto, es intentar buscar responsables. No es que sea un error buscarlo, ni que no exista responsabilidad ante el problema. Sin embargo, cuando algo no funciona en la pareja, ambos deben hacerse cargo y reconocer su parte. Recuerda que también eres “culpable” si:

  • No hiciste nada para resolverlo.
  • Dejaste pasar tiempo sin hablarlo.
  • No fuiste claro con cómo te hacía sentir.
  • No diste espacio al otro a expresarse.
  • Fingiste que no te importaba en un principio.

Son muchas más las razones por las cuales ambos deben aceptar su parte. Sin ir más lejos, el amor debe protegerse poniendo cada uno su granito de arena para sanar el daño de un conflicto. El consejero no les dirá quién tiene la razón, sino que los guiará a ambos a encontrar en qué han fallado y cómo mejorar.

“¿Por qué me preguntas lo que deberías preguntarte a ti mismo?”

¿Has sentido alguna vez que tu consejero no responde a tus inquietudes? Seguramente estás haciendo las preguntas correctas, pero a la persona equivocada. Es a ti a quien deberías preguntarle. Por eso, tu terapeuta no te las responde directamente, lo que quiere es dirigirte a hallar esa solución.

La psicóloga y terapeuta Adriana Mireles, explica que el resultado de una terapia depende en gran medida del trabajo del paciente -o la pareja-. Se trata de la forma en que cada uno lo asimile, y no solo dentro del consultorio. No esperes que otro te responda lo que tú tienes que descubrir para crecer en tu integridad.

“Sé que esto te asusta, por eso te lo digo”

¿Has salido alguna vez de la consejería con la sensación de que tu consejero te ha ofendido? ¿Sientes que ha tocado un tema demasiado sensible o incluso un miedo? No creas que no lo sabe ni que lo hace para hacerte daño. ¡Todo lo contrario! Tu consejero busca provocar un efecto positivo, aunque no lo veas.

Existen variedad de estudios neurológicos sobre el miedo como promotor de acción y reacción fisiológica. Si esperas provocar cambios en tu entorno y mejorar las condiciones en tu pareja, es indispensable enfrentarte a tus miedos. A través de ellos, lograrás respuestas nuevas y distintas, más pensadas y medidas.

Actuar por impulso puede llevarnos a cometer acciones que no deseamos, con efectos perjudiciales para el otro. Tu consejero quiere que trabajes en tu capacidad para adaptarte a condiciones que no son tu espacio de confort habitual. Ten confianza, eso te ayudará a crecer a nivel personal.

“No te diré qué hacer, te ayudaré a descubrirlo por ti mismo”

En relación con el punto anterior, tu consejero no te dirá directamente lo que debes hacer. Él te ayudará a provocar cambios en tu conducta de manera progresiva y con un trabajo cuidadoso en tu persona; al mismo tiempo que lo hace en tu pareja. Ese es justamente el método de la terapia conductual.

Espero que estos consejos te ayuden a confiar plenamente en tu consejero matrimonial y encaminarte a una terapia que realmente sane tu relación. Si quieres saber más sobre consejería, o deseas contactar con un terapeuta, no dudes en llamar al 407 618 0212.