Problemas comunes en el matrimonio: Comunicación, los estragos de tener una defectuosa

Compartir, aprender y forjar vínculos duraderos, esos son los resultados de una buena comunicación dentro del matrimonio.  Pero compartir nuestras preocupaciones, mostrar apoyo y trabajar en conjunto con tu esposo/a no es posible mientras se tenga una comunicación defectuosa.

Aunque todas las parejas son diferentes y tienen sus propios altibajos, no expresarse correctamente o saber cómo escuchar a su contraparte, produce aún más discordias entre los dos. Entonces, la falta de comunicación es el siguiente de los problemas comunes en el matrimonio que quiero que exploremos juntos.

 

La comunicación y su relación con la satisfacción matrimonial

Según un estudio publicado en la revista Journal of Marriage and Family 1, existe una conexión innegable entre la comunicación y la satisfacción en las relaciones. Pero una buena comunicación no es el único factor que determina la felicidad dentro de estas. Hace falta contar con otros factores tales como una interacción más efectiva o compatibilidad en la personalidad de los miembros del matrimonio.

A lo que esto nos quiere conducir es que comunicarse bien no es garantía de que se tendrá una relación feliz, pero sí es una vía para mejorar el bienestar del matrimonio. Una comunicación eficaz ayuda a fomentar relaciones positivas. Al escuchar y responder activamente a tu esposo/a, este/a se sentirá más valorado/a y más atendido/a.

Todos queremos ser apreciados y que nuestros compañeros/as de vida nos tomen en cuenta, así que, darle la importancia que merece, es un acierto del que no te arrepentirás. Incluso, otro estudio 2 reveló que cuando las personas se sienten valoradas por sus parejas tienen una mayor tendencia a dormir mejor.

Asimismo, tener una comunicación negativa es una de las características de las parejas angustiadas3.  La resolución de conflictos para estas es ineficiente, además es la responsable de crear respuestas dañinas.

Sin embargo, muchos matrimonios no pueden enfocarse en solucionar los estragos que una mala comunicación puede causar. Desestiman su poder y qué tanto puede conducir al éxito o al fracaso de la relación.

¿Tengo problemas de comunicación con mi esposo/a?

Si tienes dudas sobre si en tu matrimonio hay o no problemas de comunicación, estas son algunas señales 4 que no puedes ignorar con facilidad:

  • Criticar con constancia al otro.
  • Asumir que se sabe lo que tu pareja necesita o quiere.
  • Emplear comportamientos pasivo-agresivos.
  • Repetir las mismas discusiones sin resolverlas.
  • Evitar tratar ciertas temáticas.
  • Temor de hablar con el otro sobre un tema delicado.
  • Ponerse a la defensiva.
  • Negarse a escuchar o entender las perspectivas del otro.
  • Demostrarle desprecio o disgusto.
  • Gritar o quitar el habla.

Puede que todas estas señales te parezcan obvias. Quizás no estés viviendo ninguna de ellas. No obstante, lo interesante aquí, y que quiero que pienses muy bien, es que existen maneras más sutiles en las que se presenta la mala comunicación.

Por ejemplo, si tu esposo/a y tú nunca están en desacuerdo con un tema, eso es una señal de mala comunicación. Es imposible que, en un matrimonio con dos personas que tienen sus propias opiniones, coincidan en cada aspecto de la vida matrimonial. En estos casos lo que ocurre es que uno de los cónyuges está ocultando lo que realmente siente para evitar una pelea.

Callarse no es una solución, no es una respuesta buena, no es nada de eso. Recurrir a ello solo te llevará a que el resentimiento vaya acumulándose y termine por estallar en algún momento del futuro. Lo más sano que se puede hacer cuando hay desacuerdos, es tener discusiones abiertas y honestas.

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Problemas habituales en los matrimonios con mala comunicación

Los estragos causados por la mala comunicación en los matrimonios son algunos como por ejemplo la desconfianza, poca empatía y el resentimiento. También, las parejas que no aprenden a lidiar con sus sentimientos terminan recurriendo a la actitud defensiva y a la crítica, y, terminan sintiendo que no son comprendidos/as.

Por eso, a continuación analizaremos los problemas más habituales que acontecen en los matrimonios con este tipo de problemática y cómo abordarlos:

Recurrir a los gritos en las discusiones

Los gritos no provocarán que tu esposo/a te escuche mejor, lo que provocarán será que este/a active su respuesta de lucha, huida o congelación5. Cuando le gritas a alguien, su cuerpo se inundará con las hormonas del estrés, logrando que los sistemas no esenciales se apaguen y, por lo tanto, que la capacidad de resolver problemas complejos sea ineficiente.

Entonces, por más que le grites a tu pareja, esta seguirá sin entenderte, no porque no quiera, sino porque literalmente no puede desde el punto de vista biológico6.

Te recomiendo que primero tomes un descanso de 20 minutos para que ambos se calmen. Mientras pueden mover sus cuerpos para liberar la tensión reprimida y escribir con brevedad los puntos principales de su discusión, esos que usarán como apuntes para hablar de forma más calmada.

Permitir que el resentimiento y la amargura crezcan

Imagina que el resentimiento que tienes hacia tu esposo/a por algo que hizo es una maleta. Eres capaz de sostenerla por 5 minutos, una hora, pero ¿Cuánto más? No mucho sin que la termines soltando agotado/a. Lo mismo pasa con el resentimiento.

Es tan grave la situación que incluso este y la amargura pueden convertirse en desprecio. Peor aún, pueden ser algo con lo que tengan que lidiar en su normalidad. En cambio, te aconsejo que comuniques tus necesidades a tu pareja, así sean quejas, tienes derecho de dárselas a conocer.

Aprende a separar las acciones de tu esposo/a de su carácter. Por ejemplo, si te disgusta que no lave los platos, habla sobre ello, en lugar de acusarle de ser flojo/a. Por igual, aprende a ser más agradecido/a con las cosas positivas que tenga, díselas a menudo.

Hacer planes sin pensar en el otro

Un matrimonio no es un “yo”, sino un “nosotros”. Dos mitades que hacen un todo, cada uno tiene su individualidad, pero, al momento de tratarse de planes en común, necesitan ser un equipo.

No eres el enemigo/a de tu esposo/a cuando no comparten una misma opinión. Son eso, un equipo. Así que te aconsejo que cuando deban hacer algún plan o enfrentarse a algún problema, usen el “nosotros”. También acostúmbrense a realizar actividades que fomenten su confianza. Por ejemplo, caminar juntos en pareja.

¿Quieres conocer más del tema? Puedes llamar al 407 618 0212.