10 Mitos y estigmas sobre la salud mental

Son muchos los estigmas sobre la salud mental, las enfermedades mentales y de quien las padece. Como sociedad, tendemos a desconocer e incluso a rechazar lo que nos resulta como un tópico difícil de enfrentar y las enfermedades mentales forman parte de dichos tópicos. ¿Cuánto en realidad sabemos sobre la salud mental? ¿Conocemos personas que sufren de soledad o abandono debido a alguna condición mental?

Además de la genética, el estrés del día a día que nuestra sociedad enfrenta en la actualidad se ha convertido en un factor desencadenante de desequilibrios a nivel psicológico; y ha permitido que se desarrolle el sustrato perfecto para la manifestación de enfermedades mentales tales como la depresión, ansiedad, estrés crónico, agorafobia, entre otras.

Son tan incomprendidas a nivel social el tema de la salud mental y las enfermedades mentales, que se estigmatiza a la persona que las padece. Pero para entender este fenómeno, primero veamos qué significa el estigma social en el ámbito psicológico con respecto a las enfermedades mentales

Estigmas sobre la salud mental, ¿Qué son?

Debido a los estigmas que rodean a la persona cuya salud mental ha sido afectada, esa persona sufre rechazo social que involucra su vida laboral, eclesiástica e incluso familiar.

Conocemos historias de personas que aún sus familiares desconocen las características de lo que implica su diagnóstico; y que incluso no muestran interés en conocerlo ni en cómo pueden ayudar a su familiar a sentirse mejor o a enfrentar su enfermedad.

Como dijimos anteriormente en nuestros posts, se tiene la concepción errónea de que una persona que tiene alguna enfermedad mental debe ser derivada a un asilo mental o alguna clínica psiquiátrica. Cuando en realidad, existen tratamientos que balancean los químicos cerebrales que en muchos casos afectan la salud mental. Incluso, hay terapias de ayuda, terapias de grupo y otras herramientas para lograr este fin.

10 estigmas sobre la salud mental

Las etiquetas de los estigmas sociales no ayudan al paciente a sentirse mejor. Por supuesto que el tener el diagnóstico da al paciente una sensación de “por fin” conocer lo que se padece; y poder ponerle un nombre al conjunto de síntomas que manifiesta, pero si no se trata dicho diagnóstico, aumentarán las probabilidades de que esa persona sufra de burlas o incomprensión debido a los estigmas.

Estos son algunos de los estigmas sobre la salud mental más extendidas:

  1. Las enfermedades mentales no son comunes: Cada vez son más las personas que son diagnosticadas con alguna enfermedad mental; y la vida cotidiana actual involucra altos niveles de estrés y complejidad que en tiempos pasados no existían. Una de cada cinco personas manifestará alguna enfermedad mental en algún punto de su vida.
  1. Si la persona se esfuerza con más vehemencia, podrá hacer desaparecer los síntomas: En realidad no todas las enfermedades mentales tienen el mismo tratamiento. Todo depende de las causas, los síntomas y las condiciones generales de la persona. Pero, en realidad, si la persona trata con más vehemencia sus síntomas no desaparecerán. Las enfermedades mentales son enfermedades reales, como dijimos anteriormente, el cerebro es un órgano, y como tal, también se enferma.

No siempre hace falta tratamiento

  1. Todo el que tenga una enfermedad mental necesita tratamiento: El tratamiento depende del tipo de enfermedad que afecte la salud mental del individuo. Algunos necesitarán medicación, otros terapias de grupo, otros terapias de otro tipo. Las generalizaciones en estos casos no aplican.
  2. En realidad es mucho lo que podemos hacer por las personas que padecen alguna enfermedad mental. Nuestro apoyo y comprensión son de gran valor para el tratamiento y mejoría de las personas cuya salud mental se ha visto afectada. El no juzgar, escuchar con atención; no tratar a la persona de forma diferente, y preguntar antes de emitir opiniones, puede hacer la diferencia en la vida del paciente.
  1. Las personas que padecen alguna enfermedad mental no están aptas para trabajar: Las enfermedades mentales cuando han sido tratadas correctamente, no constituyen un impedimento para realizar actividad laboral. Muchas personas con depresión, ansiedad, e incluso esquizofrenia pueden llevar una vida normal cuando tienen un tratamiento exitoso. Hay casos en los que la enfermedad es muy grave y la persona debe retirarse de sus labores, pero son casos extremos de afectación de la salud mental.

Otros 5 mitos

Continuando con nuestro listado, estos son los siguientes 5 estigmas sobre la salud mental más extendidos:

  1. Los niños que sufren de enfermedades mentales están “dañados” de por vida: Cuando un niño presenta alguna enfermedad mental, esta puede ser tratada con los tratamientos que amerite el caso para que el niño recupere su salud mental. Mientras más temprano en la vida del niño se trate la enfermedad, más el niño o la niña podrán disfrutar de una vida plena y feliz.
  1. Las enfermedades mentales son el resultado de una mala crianza: Existen factores genéticos que afectan la salud mental de la persona que padece alguna enfermedad mental. Pero, no se le puede atribuir a la crianza del individuo el total de la “culpa” de haber presentado síntomas de enfermedad mental. En tal caso, la crianza de los padres desempeña un rol importante en la exacerbación de los síntomas, o por el contrario, ser una base de apoyo y comprensión para la mejoría del niño o niña.

Tener una enfermedad mental no es signo de debilidad

  1. Tener una enfermedad mental es un signo de debilidad: No existe tal cosa como “fuerza mental” en el contexto de las enfermedades mentales. Una persona no desarrolla una enfermedad mental por ser “débil”. La “fuerza” mental no es lo mismo que la “salud” mental. De hecho, muchas personas que tienen afectada su salud mental, son personas que en otros ámbitos del desempeño mental manifiestan fortalezas y aptitudes.
  1. Las personas que tienen enfermedades mentales son violentas: Creemos que las enfermedades mentales se relacionan solamente a los tiroteos o actos terroristas que vemos en las noticias y que ocurren cada vez con más frecuencia en nuestro contexto social. Pero, hay enfermedades mentales como la depresión, la ansiedad, el autismo, entre otras, en las que no se manifiestan en lo absoluto síntomas de agresividad o violencia. Las estadísticas muestran que solo un 7,5% de los crímenes están asociados con personas con enfermedades mentales.
  1. La terapia es solo para adultos: Contrariamente a lo que se cree, la terapia también es útil para los niños que tienen alguna afectación de la salud mental. Las terapias para niños tienen un enfoque apropiado para cada edad y proporcionan a los niños herramientas para lidiar y manejar sus diagnósticos, así como también herramientas emocionales para los padres y familiares. Dándoles así un ambiente seguro y de apoyo para su desarrollo como individuos.

Ser fuente de apoyo para quienes sufren una enfermedad mental

Como cristianos debemos ser fuente de apoyo y comprensión para las personas que sufren de alguna enfermedad mental. Los estigmas sobre la salud mental no deben formar parte de nuestro vocabulario ni nuestro actuar cuando nos dirigimos o relacionamos con personas que tienen enfermedades mentales.

¿Conoces a alguna persona que tenga alguna enfermedad mental? ¿Tienes tú algún diagnóstico de enfermedad mental? De ser así ¿has conseguido en tu familia, iglesia o amigos el apoyo que tanto necesitas? ¿De qué otra forma recomiendas apoyar a una persona que tenga alguna enfermedad mental?

Déjanos tu comentario en la sección de comentarios de nuestro blog y así colaboremos para que este tema sea de conocimiento social para que podamos ser un apoyo para las personas que así lo necesitan.