Cuando el quedarse en casa se convierte en una amenaza

De acuerdo con la agencia CDC, la orden de quedarse en casa es preventiva con el fin de contrarrestar el Covid-19. Pero, para muchas personas en este país es una amenaza tal vez hasta de muerte. Estoy hablando sobre las víctimas de violencia intrafamiliar.

¿Por qué quedarse en casa puede ser una amenaza?

Permíteme mostrarte unas estadísticas para poner esto en perspectiva. De acuerdo con el Centro de Control y Prevención de Enfermedades, 1 de cada 3 damas y 1 de cada 4 hombres en los Estados Unidos han experimentado violencia por parte de su pareja en algún momento de su vida. Esto aumenta al quedarse en casa.

Muchas de estas víctimas portan heridas físicas y muchos incluso mueren por homicidio. La violencia doméstica puede llevar a adversidades en la salud, especialmente en la salud emocional; como por ejemplo, altos riesgos de enfermedades cardiovasculares, depresión, estrés postraumático y alto riesgo de abuso sexual y abuso de sustancias tóxicas.

Para estas víctimas que sufren en el silencio de sus vidas, el aislamiento social y la cuarentena aumentan los riesgos de experimentar violencia doméstica. En un estudio que realizó Josie Serrata, en 2019, con relación a los efectos del Huracán Harvey, en las familias afectadas que ya eran víctimas de violencia intrafamiliar aumentó vertiginosamente su riesgo de experimentar abuso sexual en medio del estrés que produjo el huracán.

La investigación de Serrata apuntaló lo siguiente: los factores sociales que ponen a las personas en mayor riesgo de violencia son la reducción del acceso a los recursos, el aumento del estrés debido a la pérdida de empleo o las dificultades financieras y la desconexión de los sistemas de apoyo social. «Con esta pandemia, estamos viendo cosas similares, lo que desafortunadamente conduce a circunstancias que pueden fomentar la violencia».

Estadísticas preocupantes

Si aún no estás convencido de esta realidad latente en nuestra sociedad te comparto unas estadísticas del aumento de violencia doméstica en el Estado de Florida, producto del Covid-19. En las últimas semanas, el condado de Treasure Coast y Okeechobee, los casos de violencia doméstica han aumentado en un 79 por ciento.

Ahora, ¿cómo definimos el abuso? Si eres víctima de violencia doméstica necesitas entender lo que es el abuso para que puedas tomar cartas en el asunto. El abuso consiste en acciones, palabras o tácticas utilizadas para controlar, manipular y ganar poder sobre otra persona. Tenemos diferentes tipos de abusos.

  • Está el abuso físico: este tipo de abuso es cuando el abusador te retiene para que tú no te vayas, te abofetea, muerde, te patea, te tira objetos o simplemente te da golpes.
  • El abuso sexual es otro tipo de abuso que todos conocemos. Este consiste en hacer demandas irrazonables del tipo sexual, tomar el sexo como un derecho, retener el sexo para mantener el control. La violencia sexual puede describirse como cualquier acto o conducta sexual que ambos cónyuges no hayan aceptado voluntariamente.
  • El abuso emocional, por otro lado, es cuando eres criticado continuamente, te ponen sobrenombres degradantes, te humillan en privado o en público; te impiden trabajar, te controlan el dinero y/o la toma de decisiones; te quitan las llaves del auto o el dinero, te amenazan con que van a secuestrar a tus hijos. Todo esto o cualquier acto similar es considerado abuso emocional.

Como puedes ver, toda relación abusiva es un abuso emocional. Pero, lo más triste de todo esto es que todo abuso emocional termina con abuso físico.

¿Cómo saber si estás siendo víctima de abuso al tener que quedarse en casa?

Si estas definiciones no te han ayudado a convencerte de que tal vez tu pudieras ser una víctima de este atroz pecado, te invito a hacerte estas 4 preguntas: ¿Alguna vez has sido amenazado(a) físicamente o emocionalmente en tu relación? ¿Alguna vez has sido un(a) participante involuntario(a) en un acto sexual?  ¿Alguna vez sentiste miedo en torno a tu pareja?  ¿Tienes la libertad de ser tú mismo(a), tomar decisiones, hablar o decir “no” a lo que no te gusta?

Pero, en medio de toda esta crisis doméstica, al quedarse en casa los más afectados son los niños. Yo Jackson, en su investigación sobre este tema, dice lo siguiente: el nivel de estrés en los padres predice muchas veces la existencia de abuso y negligencia en los niños.

Hablemos de los niños que son expuestos a la violencia intrafamiliar. Existen estudios que predicen que los niños que presencian el abuso de sus madres por parte de sus padres tienen más probabilidades de infligir violencia severa cuando sean adultos. Los datos sugieren que las niñas que presencian el abuso materno pueden tolerar el abuso como adultos más que las niñas que no lo hacen.

Los niños que crecen en hogares violentos tienen un 74% más de probabilidades de cometer agresiones criminales. El 79% de los niños violentos han sido testigos de la violencia entre sus padres.

Ciclo de la Violencia Intrafamiliar

Fase I: «De acumulación de tensión». Aquí se dan pequeños episodios que llevan a roces permanentes entre los miembros de una pareja; con un incremento constante de reactividad emocional, ansiedad y de hostilidad. Esta fase puede durar años, por lo que, si la víctima busca ayuda se puede prevenir la irrupción de la fase aguda o del golpe.

Fase II: «Del Golpe». Esta es la etapa en donde la mujer u hombre, frente al golpe, lleva a cabo la denuncia judicial. La violencia física se convierte en un detonador y es por eso que intenta poner fin a esta crisis.

Fase III: «La luna de miel»: Finalmente, se produce el arrepentimiento por parte del villano(a). Su pareja lo(a) perdona y vuelve a creer en él/ella, debido a su escasa capacidad de poner en palabras lo que siente y piensa. En esta fase, él/ella demuestra su arrepentimiento y suele hacerle regalos al otro para que vea que es la persona de la cual se enamoró. Experimentan un período de luna de miel, pero tristemente se repite el ciclo nuevamente.

¿Qué hacer si eres víctima de violencia doméstica?

Reconoce la existencia del abuso, bien sea por quedarse en casa, o no. Las víctimas tienen la tendencia a minimizar el maltrato por muchas razones, como vergüenza, miedo o no saber cómo salir de la relación abusiva. No te culpes. Las parejas abusivas no toman responsabilidad de sus acciones.

  • Elabora un plan de seguridad. Abandonar a un abusador puede ser peligroso. Considera tomar estas precauciones antes de dar el paso.
  • Llama a un lugar de refugio o línea directa. La línea directa, en caso de que no tengas el número, es la siguiente: 1-800-799-7233.
  • Arma un bolso de emergencia con artículos que necesites si tienes que huir.
  • Enseña a los niños cómo buscar ayuda. Debes saber con exactitud a dónde iras y cómo llegarás allí. Protege tu privacidad.

Busca ayuda con alguien de confianza. Acude a un amigo(a), un ser querido, un vecino, un compañero de trabajo, o un consejero espiritual en busca de apoyo.

Es posible sanar las cicatrices

Cura tus cicatrices. Después de vivir en una relación abusiva es normal que tengas miedos, recuerdos y emociones difíciles de manejar. La razón de toda esta experiencia emocional es que las marcas de la violencia doméstica son profundas y pueden durar mucho tiempo. Es por eso por lo que recomendamos la consejería o terapia.

Si las tragedias de la vida te han llevado a experimentar cualquier tipo de abuso, especialmente en medio de la pandemia, al quedarse en casa, ten en cuenta que tú eres creación de Dios. Dios te creó a Su imagen. Tú eres una princesa o un príncipe del Dios todo soberano. Esto quiere decir que nadie puede pisotear o maltratar lo que Dios ha creado.

Tú eres “la niña de los ojos de Dios”. Tu nombre está esculpido en las manos de tu Dios. Dios envió a su hijo para morir en tu lugar para que tú hoy puedas tener la oportunidad de vivir en paz. Jesús murió en la cruz, como dice Isaías 61:3, para ordenar que a los afligidos de Sión se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado. “Aunque tu padre y tu madre te abandonaren, Jehová con todo te recogerá”. No permitas que alguien te quite el privilegio de vivir.

Estamos aquí para ayudarte. Si eres víctima, llámanos, escríbenos, queremos ayudarte a salir de esa relación abusiva y a encontrar paz en Cristo Jesús.