7 pasos para padres que quieren criar a un hijo feliz

El blog de hoy es para todos los padres que quieren tener éxito en la crianza de sus hijos. 

 

No es fácil criar a un hijo, especialmente hoy en día. ¿Recuerdas la última vez que compraste un automóvil? Ese carro vino con un manual de usuario, sin importar su marca o modelo. En ese manual estaba prescrito lo que debías hacerle al carro si había que cambiarle el aceite, si tenía problemas con el motor o cualquier otra situación. Todo está descrito allí. 

 

Cuando nació mi niña Jasmin, yo no tuve un manual como el mencionado. Y tú tampoco tuviste un manual al tener a tus hijos. Yo tuve que “inventármela” para poder resolver las situaciones que se me presentaban. Al año de haber nacido Jasmin, llegó Samuel. Y, yo decía: bueno, ahora tengo un año de experiencia como padre. Con Samuel será un poco más fácil porque ya “tengo experiencia”. ¡Cuán equivocado estaba! Samuel tuvo una personalidad completamente diferente a la de su hermana Jasmin. El manual que usé para Jasmin no me funcionó con Samuel. 


Mi estrategia en la crianza de los hijos ha sido crear una relación con ellos basada en colaboración, en vez de poder. Y yo sé que para muchos padres esto no es lo convencional, pero recuerda que inconscientemente hemos tenido una relación de colaboración con nuestros hijos a través de los años.  Por ejemplo, cuando Jasmin o Samuel lloraban, tratábamos de averiguar lo que les pasaba para ayudarles a dejar de llorar. Si el método que usábamos no estaba funcionando, usábamos otro método hasta que encontrábamos el método más efectivo para ayudarles a dejar de llorar. 

 

Idealmente, continuamos haciendo esto casi todos los días. Es simplemente tratar de entender y estar enfocados en algunos de los aspectos más importantes de ser padres: comprender las preocupaciones, la perspectiva y opiniones de nuestros hijos; teniendo en cuenta sus preocupaciones y puntos de vista, y trabajando juntos para conseguir soluciones realistas y mutuamente satisfactorias.

 

Hoy la ciencia ha aportado numerosos estudios sobre esta línea de pensamiento, a los cuales nos hemos aferrado en los últimos años como padres, y yo como terapeuta, para ayudar a esos padres que necesitan orientación en esta área. Uno de los autores de esos estudios que ha aportado en esta área es el Psicólogo Clínico Ross Greene

 

Me gusta este pensamiento escrito por Elena G. de White: “El objeto de la disciplina es educar al niño para que se gobierne solo. Se le debería enseñar la confianza en sí mismo y el dominio propio” (Conducción del niño, 207). Debemos ayudarlos a lograr las metas por sí solos, contando con nuestra ayuda y supervisión.

 

A los niños les va a ir bien si ellos pueden. Si pueden manejar la crisis en la cual se encuentran o tienen las herramientas necesarias para hacer cierta tarea o cumplir con una expectativa, les irá bien. Hay muchas situaciones que están fuera del control de los niños y que pudieran llevarlos a desarrollar comportamientos difíciles. La verdad es que tal vez ellos no tienen las herramientas necesarias para lidiar con esas situaciones. 

 

Por ejemplo el estrés que producen los eventos de la vida. Si yo, que tengo más de 50 años de edad, muchas veces no sé cómo lidiar con el estrés que me producen los eventos que confronto en mi vida, ¿creen ustedes que un niño podrá saber cómo manejar el estrés?

 

Otras situaciones que tal vez los niños no saben cómo manejar son las prácticas de crianza de los padres. Hay niños que sufren el estrés y las consecuencias de un estilo de crianza tosco, duro, estricto, difícil y abusivo. Hay padres que quieren criar a sus hijos de la misma forma en la que ellos fueron criados: a palo limpio, a gritos y golpes. Eso es abuso. Esto crea en el niño niveles de estrés, ansiedad y consecuencias a largo plazo que resultan difíciles para el niño.

 

Otra situación que tal vez los niños no sepan cómo manejar podría ser el funcionamiento de su sistema nervioso. Tal vez el niño es rebelde por alguna condición psiquiátrica que pudiese padecer, y en tal caso, esa condición necesitaría ser diagnosticada y tratada. Algunas de esas conductas podrían ser: Trastorno negativista desafiante, Trastorno explosivo intermitente, Trastorno de la conducta y Trastorno de la personalidad antisocial. Y hay muchos otros trastornos que podría padecer el niño.  Si este fuese el caso, hasta que el niño no reciba el tratamiento adecuado, no podrá comportarse correctamente porque simplemente no podrá hacerlo. 

 

Tal vez el niño, simplemente, no sabe manejar su temperamento. Y, como padres necesitamos ayudarlo a lograrlo y ayudarlo a desarrollar inteligencia emocional, además, a manejar sus emociones. Todo esto le enseñará al niño a manejar de forma exitosa su mundo interior, para poder lidiar con su mundo exterior.

 

Muchas veces pensamos que el problema de nuestro(a) hijo(a) es un problema de motivación. Esto es algo que no podemos simplemente asumir que es así. A menos que el niño(a) tenga una condición o desorden que le limite a tener un comportamiento adecuado, rara vez es correcto asumir que no está cumpliendo una expectativa porque carece de motivación. Muy a menudo, las habilidades son el motor que impulsa el tren y la motivación es el furgón de cola.

 

Permíteme compartir 7 pasos que podemos seguir para criar hijos felices:

 

1. Enséñales a conocer a Dios

 

La primera tarea que tenemos que hacer como padres es enseñarles a nuestros hijos a conocer a Dios. Él le dijo al pueblo de Israel en Deuteronomio 6:6-7:  “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;  y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes”. No hay una responsabilidad más elevada para un padre que esta: enseñarle a sus hijos a conocer a Dios. Dios no te pedirá cuenta de cuánto dinero invertiste en la carrera de tu hijo, sino de cómo le preparaste para la eternidad. 

 

2. Establece límites

 

En la vida hay límites. Dios les puso límites a Adán y a Eva en el Huerto del Edén. Establecer límites claros protege las relaciones y las mantienen saludables. Cuando estos se rompen, se afectan las relaciones. Los límites protegen a ambas partes. Los niños que no son criados con límites son niños que violarán o violentarán los límites de otras personas y desarrollarán relaciones conflictivas en el día de mañana. 

 

3. Enséñales a tener inteligencia emocional

 

La inteligencia emocional se aprende en el hogar. En la actualidad se ha comprobado que el éxito de una persona está en su inteligencia emocional y no simplemente en su coeficiente intelectual. Los padres inteligentes emocionalmente les enseñan a sus hijos a manejar sus emociones desde muy temprana edad. Esto lo hacen principalmente emulando un manejo correcto de las emociones y aprovechando toda oportunidad posible para ayudar al niño a identificar la emoción que está experimentando y así este pueda gestionarla correctamente. 

 

4. Enséñales cómo amar

 

Amar es algo que se aprende. Se aprende en el hogar, especialmente en los primeros 12 meses de la vida de un niño. La forma como el padre y la madre desarrollan una conexión emocional con su hijo o hija desde muy temprana edad determinará el esquema mental que este(a)desarrollará en el día de mañana para expresar su amor a otras personas. Los padres pueden desarrollar un apego o conexión emocional seguro o inseguro hacia sus hijos, lo cual afectará directamente el concepto y la percepción que los hijos tendrán sobre el amor. Si los padres desarrollan un apego seguro con el niño o niña, este le permitirá identificar una gama de acciones que le mostrarán cómo recibir y dar amor. Por el contrario, si los padres han desarrollado un apego inseguro, esto le mostrará al niño o niña que no se puede confiar en los cuidadores primarios y por ende, carecerá de amor y afecto y su capacidad para recibir y dar amor se verá afectada en gran manera. 

 

Si has escuchado hablar de los cinco lenguajes del amor, entonces trata de hablar el lenguaje de amor de tu hijo(a): expresa palabras afirmativas, comparte tiempo de calidad, dale importancia al toque físico, dale regalos y sé servicial. De esta manera tu hijo(a) entenderá que le amas y aprenderá a expresar amor a los demás.

 

5. Sé consciente de tus propias necesidades y limitaciones como padre.

 

El problema de muchos padres es que no están conscientes de sus propias limitaciones. Se hace mucho daño a los hijos cuando como padres no reconocemos las limitaciones que podemos tener. Todo padre debe preguntarse ¿qué limitaciones tengo yo en la crianza de mis hijos? Es imperativo que como padres entendamos que el estilo de crianza que estamos utilizando para criar a los hijos está muy conectado con la forma como nosotros fuimos criados por nuestros padres en nuestras familias de origen. Inconscientemente proyectamos en nuestros hijos las experiencias traumáticas que hemos experimentado en el pasado. Un padre consciente reconoce sus limitaciones a la hora de educar a sus hijos y busca ayuda profesional o psicoeducación para poder hacerlo de forma óptima y con amor. 

 

6. Identifica los límites que tienen tus hijos en ciertas habilidades.

 

El Dr. Greene sugiere que los padres comiencen por identificar los desafíos que tienen sus hijos. Existe un término llamado  «habilidades rezagadas», que son aquellas que dificultan que los niños se adapten a los desafíos diarios de la vida a nivel cognitivo. Identificar cuándo el niño o la niña tienen dificultades podría ayudar a los padres a comenzar a comprender por qué se comporta de la manera en que lo hace. Además, les ayudará a entender que su hijo(a) no puede hacerlo de una forma diferente hasta que se le ayude a crecer en estas habilidades rezagadas.

 

Las investigaciones realizadas durante los últimos 40 a 50 años nos dicen que los niños que desafían el comportamiento carecen de habilidades importantes, especialmente de flexibilidad/adaptabilidad, de tolerancia a la frustración y resolución de problemas. Es por eso que explotan o exhiben comportamientos desafiantes cuando ciertas situaciones exigen esas habilidades. Un padre sabio trabaja arduamente para ayudar a sus hijos a superar esas limitaciones. 

 

7. Resuelve los problemas con tus hijos de una forma colaborativa.

 

Muchos padres intentan resolver los problemas de comportamiento de los hijos de forma unilateral, imponiéndoles reglas y expectativas altas. Y, cuando los hijos no las cumplen, los padres se frustran y tildan a sus hijos de indisciplinados y rebeldes, cayendo muchas veces incluso en el abuso emocional. Hay estudios que demuestran que tendrán más éxito si tú y tu hijo o hija resuelven esos problemas juntos. Cuando lo hacen de esta manera, ambos se convierten en socios, compañeros de equipo y no en enemigos o adversarios. De esta manera, podrán disfrutar de una mejor relación padres-hijos.

 

Mi deseo como padre está reflejado en esta oración que leí hace un tiempo atrás y que quiero compartir contigo:

 

Padre en los cielos, hazme un mejor padre.

Enséñame a entender a mis hijos, a escuchar pacientemente lo 

que dicen, y a contestar amablemente sus preguntas.

Ayúdame a no interrumpirlos ni a contradecirlos.

Haz que sea cortés con ellos, así como quiero que sean conmigo.

Prohíbe que me ría de sus errores, o que los ridiculice cuando no

hacen lo que me agrada.

Bendíceme con la grandeza de darles todas sus peticiones razonables

y el valor de negarles los privilegios que sé que les harán daño.

Hazme justo y amable.

Y ayúdame, oh Señor, para que sea amado y respetado e imitado

por mis hijos, amén.

 

Me gustaría que compartieras en los comentarios que pasos tu has usado para tener éxito en la crianza de tus hijos.