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crecimiento emocional

No puedes sanar sin aprender a amar

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[vc_row][vc_column][vc_column_text]¿Por qué fracasó el pueblo de Israel?, ¿por qué de esa generación que salió de Egipto, lograron entrar solo 2 personas: Josué y Caleb? El pueblo de Israel fracasó por la naturaleza pecaminosa que tenía. Y tal vez, la razón por la que tú llevas una vida de fracasos en tu relación matrimonial o en tu familia es por la naturaleza pecaminosa que tienes. Aprender a amar te dará más estabilidad.

A pesar de que tenemos esta naturaleza, consideramos que no es excusa para no poder lograr nuestros sueños o tener familias saludables, porque el mismo Dios que liberó al pueblo de Israel de las garras de Faraón, es el mismo Dios que hoy está presente en nuestras vidas y nos libera de las garras de Satanás para que podamos experimentar una nueva transformación y una nueva vida en Cristo Jesús. En este articulo hablaremos de la importancia de aprender a amar para poder sanar.

Madurar emocionalmente para aprender a amar

Estudiemos este tema un poco más a fondo. Hay un factor que muchas veces no tomamos en cuenta dentro del estudio del crecimiento espiritual y es la naturaleza pecaminosa. Esto tiene que ver con que muchas veces no crecemos espiritualmente porque no crecemos emocionalmente. Tu crecimiento emocional influye en gran medida en cómo te comportas con tu familia y en tus relaciones.

Esto quiere decir que, si quieres aprender a amar, necesitas aprender algo: amar es algo que se aprende y tu capacidad para manejar tus emociones, tu inteligencia emocional, tiene mucha relación con cómo vas a aprender a amar, cómo vas a expresar ese amor hacia tu esposa o esposo, tus hijos, tu familia.

Muchas veces no crecemos porque no maduramos emocionalmente. Y este era el problema del pueblo de Israel. Ellos fueron liberados de Egipto. Dios estaba presente, pero ellos nunca crecieron emocionalmente. ¿Esto qué quiere decir? Vamos a analizarlo. Cada vez que ellos tenían un problema, estrés o una crisis en sus vidas, ¿Cómo manejaban sus emociones?

La palabra de Dios tiene muchos ejemplos que muestran que ellos perdían el control. En el primer momento, ellos tendían a querer murmurar en contra de Moisés, de los líderes del pueblo de Dios y en contra de Dios mismo. Tomaban piedras para eliminar, matar, acabar con los líderes del pueblo de Dios porque no estaban satisfechos con la forma en la que Dios había estado conduciendo sus vidas. Y hoy, muchas veces, ocurre lo mismo en muchas relaciones; Los miembros de la familia discuten, pelean, pierden el control porque no tienen la capacidad emocional para controlar sus emociones. Por eso hay muchas familias en crisis.

Yo, como terapeuta, tengo muchos casos de personas que vienen a consulta destruidas diciendo: mi esposo(a) me dijo palabras que me han herido emocionalmente, mi esposo(a) hizo cosas que no puedo repetir aquí. Esto se debe a que ese esposo o esa esposa no supo manejar sus emociones.

Crecer espiritualmente para sanar

Muchas veces no crecemos espiritualmente porque no crecemos emocionalmente. Una persona puede tener 50 años, pero comportarse como un niño o un adolescente emocional, porque su crecimiento emocional no es proporcional al crecimiento biológico. Hay muchas personas que están confundidas en este aspecto y en mi consulta me encuentro con muchos casos, en los que las personas no entienden la importancia de crecer emocionalmente.

Tu crecimiento emocional no será proporcional a tu crecimiento, a menos que tú, intencionalmente, te propongas crecer, madurar, cambiar tu forma de pensar, reflejar la mente de Cristo. De otra forma, no lograrás crecer emocionalmente. Y es por esto que en tu relación como esposo o esposa manifiesta comportamientos que te sorprenden y te preguntas ¿de dónde salen estas cosas?, ¿por qué lo bueno que quiero hacer no lo hago y entonces lo malo que quiero hacer, eso termino haciendo ?

Eso ocurre, simplemente, porque no ha crecido emocionalmente. Y como no lo has hecho, no sabes cómo manejar tus emociones, no tienes inteligencia emocional, no entiendes las emociones de tu esposa, esposo, hijos, y terminas gritando, manifestando emociones negativas de una forma que Dios no quiere. Simplemente porque no ha crecido emocionalmente.

Tu crecimiento emocional sí debe ser proporcional a tu crecimiento espiritual. Lo que quiere decir que de la misma forma en la que crece espiritualmente necesita crecer emocionalmente. El mismo Espíritu que produce el crecimiento espiritual, es el mismo que produce el crecimiento emocional.

Tal vez llevas muchos años en el Reino de Dios y conoces la Biblia completamente. Tal vez estás casado(a) y tienes una familia, pero nada de esto va a tener valor o relevancia a menos que crezca emocionalmente. No se concibe una persona que crezca espiritualmente y que no crezca emocionalmente porque el mismo espíritu que produce ambos crecimientos debe estar presente.

Los frutos del espíritu en nuestra vida

Si vamos al libro de Efesios, notaremos que Pablo habla del fruto del Espíritu: amor, gozo y paz. Esos frutos los producen el Espíritu Santo. Esto significa que no debe suceder que vayas a la iglesia, cantes, lea la Biblia y al regresar a tu casa maltrates a tu esposo o esposa, a tus hijos, les hables de forma indebida, no tengas paciencia, tolerancia, dominio propio. Porque, el mismo Espíritu que te lleva a adorar, a tener la presencia de Dios en tu vida, es el mismo que te ayuda a controlar tus emociones.

Debido a esta confusión, hemos decidido presentar este mensaje “Amar se aprende”.

La Universidad de Yale ha comprobado y tiene muchos artículos que muestran que el 80% del éxito de las personas está basado en la capacidad y en la inteligencia emocional que se tiene.

Tal vez estás luchando con tu familia, con tu matrimonio, quieres un matrimonio saludable, quieres aprender a amar a Dios ya otras personas, pero ves que en medio de esa lucha fracasa, como el pueblo de Israel, te rindes porque no sabes cómo hacerlo .

Hoy te desafío a aprender algo nuevo: si quieres aprender a amar necesitas crecer, madurar emocionalmente, alcanzar la estatura de Cristo, su mente. Esto quiere decir que necesita alcanzar y desarrollar las emociones que Jesús experimentó. Eso es tener la mente de Cristo. Tú lo puedes lograr. También te desafío a que intencionalmente comiences a crecer emocionalmente. Y con este tema vamos a mostrarte cómo crecer y desarrollar la inteligencia emocional.

A través de estas líneas, te queremos ayudar a alcanzarlo. También puedes adquirir el libro “Amar se aprende” en este enlace. 

También puedes adquirirlo en Amazon.

Tú puedes aprender a amar y así transformar a las futuras generaciones.

Dios te bendiga.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]


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