Para tener una sexualidad saludable con tu pareja, se deben seguir una serie de pautas donde ambos participen de manera consciente y respetuosa.
Veamos en este artículo de qué se trata y cómo ponerla en marcha en casa.
¿Qué es la sexualidad saludable?
La salud sexual significa que puedan disfrutar de un cuerpo saludable, una vida sexual que satisfaga, relaciones positivas y tranquilidad. Tener una salud sexual también significa disfrutar del sexo y que te cuides tú y tu pareja durante toda la vida. Ser libre para hablar sobre tu salud sexual es esencial.
Valora lo que eres y escoge lo mejor para ti. El sexo es parte de nuestra naturaleza. El sexo puede traerte placer, intimidad y es demostración de amor. Pero depende de ti decidir si tienes relaciones sexuales y el momento de hacerlo. Primero, piensa en lo que quieres. Luego, procede a definir tus propios valores, deseos y limitaciones. Estos pueden cambiar dependiendo de su etapa de la vida.
Se amable con tu cuerpo y cuídalo. Ten conocimiento de tu cuerpo y el funcionamiento. Explora formas de expresar tu sexualidad.
Por eso es bueno que favorezcan los momentos potenciando hábitos sanos, como que cuides lo que comes, una buena dieta, vida activa, etc.
Una sexualidad saludable con tu pareja implica que los dos estén conscientes de cómo lo viven, disfrutan, los límites que hay y lo que pueden explorar y disfrutar. No olvides que son dos seres de Dios en matrimonio que pueden amarse
¿Cómo mantener una sexualidad saludable con tu pareja?
Una sexualidad saludable con tu pareja implica que sepan cómo mantenerla, siguiendo pautas acordadas por los dos.
Es importante entender que tener una vida sexual saludable no se trata solo de sexo. Tener mucho sexo no equivale a una vida sexual sana. Hay otros factores junto con las relaciones sexuales que determinan la estabilidad y la vitalidad sexual de nuestra relación.
Pasar tiempo con tu pareja y compartir momentos e intereses comunes puede fortalecer el vínculo que mantienes con ella. Las amistades profundas dan lugar a sentimientos que se forjan a la perfección durante el sexo. Por lo tanto, proponemos enriquecer la confraternidad.
Los juegos sexuales, caminar por la casa o estar desnudo en algunos lugares apropiados también están bien. Muchas parejas incorporan otros elementos en sus encuentros sexuales, incluidos los juguetes. Pero muchas experiencias prefieren comida, lubricantes, etc.
Tampoco debemos olvidar que existen profesionales dispuestos a orientarnos en materia de sexo y relaciones. No tiene por qué molestarnos acudir a un psicólogo especialista en terapia de pareja en un determinado momento de nuestra relación. Estos tratamientos y prácticas pueden reparar por completo las relaciones dañadas.
Finalmente, de nuevo, para enfatizar la parte de la comunicación entre parejas, es importante mantener un estilo de comunicación saludable y directo con tu ser querido en todo momento. Perder este hábito podría ser la razón principal por la que dos personas amorosas terminan una relación.
Habla con tu pareja
Todo el mundo es diferente, y no importa la experiencia que tenga tu pareja, es posible que no sepa lo que disfrutas más. Será mejor que le digas lo que te hace sentir bien y lo que te gusta. Incluso si tú y tu pareja han estado juntos por años, es bueno tener una buena comunicación porque lo que te hace sentir bien o tus intereses pueden cambiar con el tiempo.
Algunas personas descubren lo que les gusta cuando tienen sexo con otras personas, mientras que otras aprenden sobre sus cuerpos mientras disfrutan juntos.
Comparte y explora tus deseos y fantasías
Una sexualidad saludable con tu pareja implica que le cuentes lo que te gusta, cómo te gusta y la probabilidad de vivirlo.
Andarse por las ramas nunca es una buena idea, y tampoco lo es abandonar el tema.
Piensa bien sobre lo que quieres hablar. Si bien puede parecer una buena idea traer todas sus preocupaciones a la mesa, las conversaciones sobre el sexo deben ser breves, directas y limitadas.
Lo mejor es resolver los sentimientos encontrados sobre los problemas de la relación de una vez.
Por ejemplo, una mujer quiere que su esposo esté más cerca de ella, al mismo tiempo que le preocupa que su disfunción eréctil empeore las cosas.
En lugar de tratar de resolverlo todo juntos, tengan conversaciones individuales: una sobre su atracción por ella, otra sobre la disfunción eréctil, para que puedan resolver las cosas.
Practiquen el sexo seguro
¿Cuál es la lucha número uno con el sexo? La libido no es igual, o lo que los consejeros sexuales llaman «diferencias en el deseo». Si alguno de los dos tiene mayor carga sexual, puede que el matrimonio enfrente este problema en algún momento, y si intentas rogar, persuadir, quejarse, retraerse, amenazar, criticar o escapar, no obtendrá lo que deseas.
Así que deja de pelear y sigue intentándolo. La mejor manera de lidiar con los deseos en conflicto es desarrollar una visión compartida de las necesidades de una pareja casada y ofrecer tolerancia, comprensión y paciencia entre sí.
A veces eso significa que es mejor dar un paso atrás y tratar de entender por lo que su cónyuge podría estar pasando. Por ejemplo, si tu pareja se siente abrumada con el cuidado de los niños o un trabajo lleno de estrés y compromisos, es posible que no venga con la energía para tener relaciones sexuales.
A veces, la mejor manera de fortalecer un matrimonio en esta área es satisfacer las necesidades de su cónyuge fuera del dormitorio y ayudar a reducir el estrés.
Busca ayuda profesional
Una sexualidad saludable con tu pareja puede que no se solucione solo hablando, crecemos con ideas inoculadas desde el hogar y tal vez no se resuelvan solo hablando los dos y un tercero puede participar.
Si es el caso en el hogar de ustedes, pidan ayuda profesional. Recuerda que el doctor Duany y su equipo tienen la preparación y disposición para conversar sobre los asuntos que puedan suceder en la pareja. Llama ahora y conversemos.
