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Trauma infantil: Cómo ayudar al niño después de un trauma

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Ante la realidad del trauma infantil es importante brindar un ambiente cálido, seguro y, sobre todo lleno de amor. Pues, los niños que han sufrido algún trauma se enfrentan a una sensación constante de amenaza e inseguridad.

Si los padres o cuidadores no tienen una comprensión adecuada de los efectos y secuelas del trauma pueden causar dolor y frustración. Hoy pretendo profundizar un poco sobre la naturaleza del trauma y cómo podemos ayudar con eficacia al niño afectado.

Naturaleza del trauma infantil y sus efectos

El trauma infantil tiene su vértebra en el alto nivel de estrés que genera o culminará el evento adverso sobre el niño. Tal afección es capaz de minar su capacidad innata de resiliencia para sobreponerse a situaciones traumáticas. Y, en su lugar, el niño comienza a generar respuestas de evasión, lucha o parálisis.

Estas tres posibles respuestas están ligadas a los siguientes efectos:

  • Dificultad para mantener la concentración, pensar y memorizar.
  • Imposibilidad de manejar las respuestas fisicas ante las situaciones que le resultan
  • Inconvenientes para cambiar de una actividad a otra.
  • Cambios hacia la percepción de sí mismo: poca estimación y pérdida de confianza.
  • Sensación de desamor y de culpabilidad por lo acontecido.
  • Pérdida del sentido de la vida.
  • Dificultad para establecer y mantener relaciones afectivas.
  • Falta de manejo en sus impulsos.

Lo que siente el niño

Partiendo de la breve descripción anterior ¿podrías imaginar lo que siente el niño? Ante esas circunstancias ¿Cómo responderías tú? Pues bien, ampliamos un poco más el panorama del trauma infantil para ayudarte a apoyar tus ideas.

Dadas estas alteraciones en su cerebro , cuerpo y emociones el niño irá adaptándose sintiendo la necesidad de protegerse. Y se protegerá en modo de supervivencia; es decir, reaccionar y desarrollar comportamientos agresivos, de desobediencia, desconfianza y hasta de disociación.

También es posible que incluso el niño recuerde algunos aspectos del trauma a través de sensaciones, olores, posturas, lugares, sonidos. Cuando esto ocurre su mente, abrumada por el recuerdo, puede provocar comportamientos bruscos sin medir consecuencias.

Tan solo un poco de tiempo

Abordar el trauma infantil no es sencillo y requiere de tiempo y paciencia. Es importante saber que al niño le tomará tiempo aprender que su entorno ahora será seguro y que no tiene que defenderse.

La nueva convivencia será como un entrenamiento continuo para que su cerebro y su cuerpo aprendan a responder de manera apropiada a los estímulos de seguridad que reciban.

La buena noticia es que el amor lo puede todo, sabe esperar, es paciente y bondadoso, amable y benigno ( 1 Corintios 13 ). ¡Hay esperanza! ¡No todo está perdido! Tanto el niño como toda su familia necesita reorientar su visión frente a lo que ocurre ahora, en el presente.

Acciones concretas para ayudar al niño después de un trauma

Hasta este momento ya conoces la naturaleza del trauma infantil   y la razón del comportamiento de tu hijo. Esto quiere decir que podrás aplicar acciones concretas y tener paciencia ante los resultados.

Por otro lado, sabes que hay esperanza y ésta será el antídoto que te permitirá encontrar sentido y cambiar la visión de tu presente no tan agradable. La esperanza es un recurso valioso para fortalecer la salud mental en estos momentos. La esperanza conduce la mirada hacia el bien posible que llegará.

Ahora, continúa con las siguientes acciones:

  • Asumir la situación en familia.

Además de poder apoyarse las tecnologías, es importante saber que ante situaciones de crisis los miembros de la familia tienden a aislarse fracturando las relaciones. Esto conducirá a que se generen otros conflictos que desactivarán el estrés en el niño. Juntos permanecerán en la fe del amor de Dios. Busquen el acompañamiento espiritual.

  • Reorienta tu visión

Evita enfocarte en el evento, en lo que pudo ser y no fue, en el lamento del ¿Por qué a mí? Enfócate en reconocer los recursos (internos y externos) que tienes disponibles y encontrar soluciones. Descubre el bien posible de esta situación (Romanos 8.28)

  • Reconoce los factores que reviven el trauma

Para abordar el trauma infantil en casa, es necesario evitar situaciones que puedan revivir el evento traumático y suscitar reacciones confusas o estresantes en el niño. Un factor detonante puede ser algo que se dijo o se hizo.

Fíjate en los comportamientos inapropiados al clima o situación del momento. Juntos en familia, traten de descubrir qué lo distrae, por qué se pone ansioso, qué desborda sus emociones.

  • Ayuda a fortalecer la confianza y la autoestima

Esto es posible creando un ambiente seguro entre gestos y tratos amorosos que se deben repetir a diario. Esto hará que el niño se vaya adaptando al nuevo escenario.

También es favorable incentivar al niño a tomar decisiones acordes a su edad. Así, él vestirá que puede tener control de su vida y fortalecerá también su autoestima.

  • Establece rutinas diarias

Recuerda que uno de los efectos del trauma es la dificultad que puede tener el niño para cambiar de una actividad a otra. Por eso, elabora rutinas para la alimentación, la recreación y horas de siesta. Además, con anticipación, notifique a su hijo la actividad próxima a realizar y asegúrese de que lo haya comprendido.

Otros recursos

Dos recursos potencialmente útiles para transitar la crisis de un trauma infantil son:

  • La meditación

En el momento oportuno practica con tu hijo la meditación cristiana . Algunas investigaciones han comprobado que la meditación ayuda a potenciar la atención y favorece la autorregulación emocional. Este es un recurso muy favorable y que recomiendo con responsabilidad.

  • La orientación profesional

Buscar la guía profesional es, más que útil, necesaria y determinante para un abordaje adecuado. Pues, más allá de ayudarte a manejar la situación, el profesional de la salud mental te guiará en los avances identificando si se requiere un cambio de abordaje, entre otros.

¿Quieres mayor información? ¿Tienes la necesidad de un acompañamiento genuino? Estoy dispuesto a ayudarte. Contáctame al número 407 618 0212.


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