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El poder de la mente

El Poder de la Mente

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El poder de la mente

Hemos estado estudiando la historia del Pueblo de Israel y por qué solamente dos hombres de los que salieron de Egipto entraron a la Tierra prometida. Hemos visto cómo ellos tenían dificultades con su naturaleza pecaminosa y no permitieron que el Espíritu de Dios transformara sus vidas. Pero, también, fuimos más allá y descubrimos la importancia de crecer emocionalmente. Tu crecimiento espiritual debe estar conectado a tu crecimiento emocional. No puedes crecer espiritualmente si no creces emocionalmente.

La pregunta es, ¿por qué me cuesta crecer emocionalmente? Yo quiero crecer emocionalmente, quiero ser diferente, tratar mejor a mi esposa(o), tener una mejor relación con mis hijos, tener relaciones saludables con mis compañeros de trabajo y mis hermanos de Iglesia. Pero ¿por qué me cuesta? ¿En dónde está el problema? Vamos a analizar en dónde está.

¿En dónde estuvo el problema del Pueblo de Israel? A ellos les costaba crecer emocionalmente. He llegado a la conclusión de que a nosotros nos cuesta por falta de conocimiento. ¿Esto qué quiere decir? Que a menos de que se conozca cómo trabaja la mente no vamos a poder crecer emocionalmente.

Dios nos creó de una forma increíble. Cada parte del cuerpo tiene una función: los brazos, ojos, pies, manos. A menos de que se aprenda cómo funciona cada parte del cuerpo, practique, y se usen con eficiencia y sabiduría, no van a poder funcionar correctamente, vamos a tener limitaciones. Por eso aprendemos a mover los brazos, manos, piernas y pies. Y, lo hacemos de una forma inconsciente.

Dios nos dio un órgano que nos permite conectarnos y tener relaciones saludables con otras personas. Es el cerebro. Dios lo puso en nuestro cuerpo para permitirnos conectarnos y tener relaciones saludables con otras personas. La neurociencia hoy comprueba esto. Comprueba que el cerebro es el órgano creado para conectarnos con otros seres humanos, crecer emocionalmente y tener inteligencia emocional.

Luego de 2 o 3 años de haber llegado a los Estados Unidos, mi familia y yo decidimos comprarnos un Cadillac. Estábamos los 5, pues tengo 2 hermanos. Estábamos en Filadelfia y decidimos comprarlo. No era del año. Era 4 años más antiguo que el último modelo, pero era estupendo. Tenía amortiguadores eléctricos, no se sentía nada. Estábamos acostumbrados a andar en autos viejitos Toyota, Honda, pero ahora con el Cadillac, sentíamos que flotábamos en las nubes. No podíamos creer lo que pasaba cuando manejábamos ese carro tan sofisticado y tan eficiente. Pero, llegó el día en el que teníamos que ponerle combustible y estaba casi vacío el tanque. Nos subimos los 5 en el auto, porque queríamos vivir por primera vez la experiencia de echarle combustible. Cuando llegamos a la estación, empezamos a buscar en dónde estaba el botón para abrir la puertecita para poder echarle combustible y empezamos a comparar, buscando en donde los Toyotas y los Hondas tenían la puertecita. Eran los autos que habíamos tenido antes. Así que empezamos a frustrarnos y a mirarnos. Buscamos en el manual. Estaba en inglés y no sabíamos nada de inglés. No entendíamos.

En eso llega la persona encargada de expender el combustible y nos dice: ¿por qué están parados ahí y no le ponen combustible al carro? Hay una fila de carros esperando que ustedes terminen para poder poner combustible. Nosotros con nuestro idioma, tratando de explicarle que no podíamos abrir la puerta. La persona nos dijo: esto es muy fácil, no es complicado, lo que tienen que hacer es empujar la puertecita y ella se abre sola. Estábamos muy sorprendidos, ¡no sabíamos!

Teníamos un gran carro, sofisticado y bueno, pero de nada servía el carro si no sabíamos cómo ponerle combustible, pues si no, no anda. Lo mismo pasa con nosotros. Si no sabemos cómo funciona nuestro cerebro, nuestra mente, cómo operar esta maquinaria que Dios ha puesto en nuestro cuerpo, no vamos a poder crecer, ni conectarnos, ni cambiar esos hábitos, patrones, conductas malsanas que tenemos.

Hay poder en la mente. Un poder increíble. Es más, ella controla todo el cuerpo. Hoy en día, hay científicos que dividen la mente en dos áreas: mente consciente y mente subconsciente. Esas son las dos dimensiones de la mente. Freud divide la mente en una tercera dimensión. Pero, vamos a concentrarnos solo en la división entre mente consciente y mente subconsciente.

La mente consciente es todo lo que tú recuerdas hoy, tu memoria, tu presente, el ahora, la memoria a corto plazo. Tiene un papel sumamente importante. Por ejemplo, ella procesa 40bits por segundo, y ahí es donde está el pensamiento positivo, la identidad, la creatividad. Todo eso está en la mente consciente. Pero, la mente subconsciente es la parte importante.

Si comparamos la mente con un témpano de hielo, esa parte de arriba en la superficie es solo el 10% de su totalidad. La parte grande no se ve, está debajo de la superficie. En el cerebro y la mente ocurre lo mismo. La mente consciente es lo que ocurre en el presente, es la punta del iceberg. Lo más importante para nosotros está en el subconsciente, en la base del iceberg. Lo que determina lo que somos, cómo nos comportamos, está en el subconsciente porque ahí se guardan todos los recuerdos traumáticos, emotivos, todas las cosas que están influyendo en mi comportamiento. Todo está guardado allí. Esto determina cómo vamos a reaccionar ante determinada situación, lo cual es fascinante.

Termino con esta historia: mi papá tenía una moto y estábamos en Cuba y yo tenía alrededor de 8 años cuando un día la moto se deslizó, nosotros salimos despedidos para un lado y la moto para otro. Yo tengo un recuerdo muy claro de que mi cabeza quedó a pocos centímetros de la rueda gigante de un camión, lo cual fue un trauma para mí. Desde ese momento yo no me he podido subir más a una moto. ¿Por qué? Fíjense, esto es lo grande del subconsciente: este se prepara de antemano, ayuda a recordar las cosas difíciles que te han ocurrido y de forma subconsciente, te prepara, evita que repitas o que te expongas a problemas, emergencias y situaciones que causaron problemas en tu vida. Cada vez que pienso en subirme en una moto, el subconsciente me dice: acuérdate de lo que te pasó. Y no he podido hacerlo nuevamente.

Es importante que descubras el poder de la mente. Especialmente del subconsciente.

Seguiremos analizando cómo el 95% de todos los comportamientos y decisiones que tomamos diariamente vienen del subconsciente, de todas las experiencias que tenemos almacenadas, grabadas por la vida en nuestra mente.

Yo te invito a que continúes leyendo nuestras publicaciones y disfrutes, entiendas y descubras cómo crecer emocionalmente, para que puedas tener relaciones saludables. Y también te invito a visitar mi página www.drduany.org para que puedas aprender mucho más.

 

Dios te bendiga.


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