Blog

Consejos para desarrollar la sensibilidad

Facebook
Twitter
LinkedIn

Te ayudo a desarrollar la sensibilidad en este artículo, pues es importante que sepas cómo cuidarla y ponerla en marcha en tu vida.

El 15-20 por ciento de la población, según los estudios de la investigadora Elaine Aron, se considera altamente sensible debido a las particularidades de su sistema nervioso. Estas personas, en su mayoría más propensas a la sobreestimulación, reactividad emocional y empatía debido a su sensibilidad, a menudo no son plenamente aceptadas por la sociedad.

Negación de la sensibilidad

La negación de la sensibilidad es un asunto actual, ya que comúnmente se asocia la sensibilidad con la debilidad. Muchas personas reprimen su sensibilidad, ignorando su potencial como una virtud extremadamente valiosa si se desarrolla y se maneja de manera adecuada.

Evitar reconocer la propia sensibilidad y reprimir los sentimientos, sobre todo aquellos negativos, conlleva a su persistencia y se transforman en problemas no resueltos. En cambio, ser consciente de la sensibilidad propia y expresarla libera una energía emocional que puede ser usada de manera creativa y constructiva.

Nunca te disculpes por ser sensible o emocional. Esto muestra que tienes un gran corazón y no temes que los demás lo noten. Mostrar tus emociones es un signo de fortaleza.

Desarrollar la sensibilidad, en esencia, se refiere a la capacidad de captar información sensorial a través del sistema nervioso. Es un atributo neutral y, por lo tanto, no es intrínsecamente bueno ni malo. Es similar a un micrófono sensible que capta los sonidos más sutiles.

El sistema nervioso sensible puede percibir las emociones de las personas, el entorno, la iluminación, los sonidos, los olores, y mucho más, procesando luego los pensamientos, sentimientos, emociones y acciones que se desencadenan en su interior.

Aceptar las emociones

Para desarrollar la sensibilidad  y hacerla una fortaleza, es crucial abrazar nuestra identidad y aprender a controlar nuestras emociones para que estas jueguen a nuestro favor, no desbocadas. No se trata de reprimirlas ni negarlas, sino de liberarlas en el momento y la forma adecuados.

La supresión o evitación de las emociones a menudo conduce a lo que se conoce como meta-emociones, es decir, emociones acerca de otras emociones, como la furia por sentir tristeza o la culpa por experimentar excitación.

Transformar la sensibilidad en una fortaleza implica experimentar cada emoción tal y como es, aceptándola por lo que es.

Muchas personas mantienen una serie de comportamientos conscientes o inconscientes para evitar sentir tanto emociones negativas como positivas. Su sensibilidad puede hacer que las experiencias parezcan abrumadoras, por lo que tienden a destruirlas intencionalmente.

Esto puede manifestarse en acciones simples como encender el televisor al llegar a casa para no reflexionar sobre los problemas del día o recurrir a sustancias para amortiguar la estimulación social compleja. Estas son algunas de las formas de ignorar o racionalizar las emociones para no lidiar con ellas, aunque no son las únicas.

Para contrarrestar esta tendencia, es fundamental reconocer las emociones al surgir, aceptarlas sin juicios, sentirlas en su totalidad y aceptar las respuestas físicas que generan, permitiendo así que se vayan.

Sensibilidad, pasión y creatividad Una cualidad frecuente en las personas sensibles es su pasión y creatividad. A menudo, los individuos sensibles se convierten en artistas y viceversa, debido a su mayor conciencia emocional, lo que les permite comunicar sus sentimientos a través de su obra.

Lamentablemente, la educación suele valorar más las habilidades científicas y relacionadas con los negocios desde una edad temprana, alejando a los niños de la expresión artística y relegándola a un segundo plano cuando otras tareas consideradas «más importantes» requieren más tiempo.

Sin embargo, cada uno de nosotros tiene una pasión interior, independientemente de las opiniones externas. Ahí es donde se debe enfocar cualquier emoción fuerte, ya que actúa como una brújula que indica lo que queremos hacer con nuestro tiempo.

Descansa y reflexiona

Las personas sensibles suelen ser reflexivas, especialmente cuando se encuentran en entornos intensos que podrían resultar abrumadores para ellos. Una práctica útil para desarrollar la sensibilidad implica dedicar tiempo a la reflexión, quizás incluso llevando estas reflexiones a un diario. Esto les permite reducir el nivel de saturación causado por estímulos externos.

Al reservar un momento específico para la pausa y la reflexión, logramos ser más conscientes de nuestra situación y captar matices sutiles que influyen constantemente en nuestra vida diaria, similar al efecto constante de una gota de agua sobre una roca.


Shopping Basket

Póngase en contacto

Suscríbase a nuestro boletín