la cura contra la ansiedad

La cura contra la ansiedad (parte 2)

Tres estrategias para manejar tu ansiedad

Continuaré en este blog desarrollando el tema del blog anterior y presentado tres estrategias para manejar tu ansiedad.

Deja de evitarla.

Un enfoque consciente hacia el manejo de la ansiedad es aprender a dejarla «ser». No tienes que deshacerte de ella. Cuando la ansiedad demanda tu atención, puedes reenfocarte muy suavemente en tu actividad actual y depositar tu preocupación en las manos de Dios. El apóstol Pedro lo presenta de esta forma: Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte a su debido tiempo, 7 echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros. 1 Pe. 5:6-7

Programa tus preocupaciones

Si la primera estrategia no resulta, tal vez pudieras tratar esta segunda estrategia para manejar tu ansiedad. Cuando tu mente está acelerada y ansiosa, te sientes abrumado y parece que no puedes concentrarte, busca un momento para estar en silencio. Activa una alarma que suene en 15 minutos y entonces escribe todo lo que te preocupa en tu diario emocional.

Específicamente durante esta crisis del Covid-19 intenta reservar un momento específico cada día para registrar tus preocupaciones en un diario emocional. Simplemente, tener este tiempo cada día puede ayudarte a contener tus preocupaciones. Sabes que tendrás tiempo para atender tus preocupaciones sin que se conviertan en una carga intolerable.

Crea tu caja de ansiedad

Encuentra una caja de zapatos y ábrele un agujero en la parte superior. Decórala como quieras y mantenla en un lugar práctico. Luego, cuando Satanás comience a presionarte para que te preocupes, escribe tu preocupación, Glorifica a Dios y ora diciendo: «Señor, esto es lo que me preocupa. Pero, me dijiste que no me preocupara, así que voy a poner esta preocupación en mi caja como una admisión de que no puedo manejarlo. Esto significa que es para que Tú lo manejes, y estoy confiando en que Tú te encargarás de eso».

No te estoy diciendo con este ejercicio que todos tus problemas desaparecerán si los pones en una caja de ansiedad. Pero, sí te digo que cuando aprendas a reemplazar la preocupación por la oración y la fe, Dios abrirá una sombrilla sobre ti en medio de la tormenta para evitar que te mojes. Y Él te dará una paz que sobrepasa toda comprensión.

 

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