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Por medio de la resiliencia podemos afrontar situaciones de nuestro pasado, presente y futuro

Resiliencia, una respuesta para afrontar nuestro presente

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La crisis sanitaria, económica y social que representó el COVID19, marcó definitivamente nuestra historia actual. No es algo que vaya a cesar en un corto plazo este año tampoco. Esto, debido a las nuevas variantes e implicaciones que sigue representando la pandemia. Pero, si de alguna palabra comenzamos a oír más y aprender más, esa fue la resiliencia.

La resiliencia, sin esperarlo, ni predecirlo, se convirtió en una característica muy necesaria, y en un consejo dado hasta el cansancio para que las personas puedan afrontar este presente y el futuro. Pero ¿a qué se refieren cuando nos piden que seamos resilientes? O ¿cómo somos capaces de serlo? Sobre este tema quisiera profundizar más a continuación.

 

¿Qué es la resiliencia y cómo nos ayuda?

 

De acuerdo con la American Psychological Association, al hablar de resiliencia, nos estamos refiriendo al proceso de adaptación positivo a la adversidad. Ya sea que se trate de una tragedia, trauma, amenaza o problema de salud, estas situaciones se atraviesan con éxito, fortaleciéndonos como seres humanos.

Fue gracias al neurólogo Boris Cyrulnik que este término comenzó a divulgarse de manera popular, pero al mismo tiempo, dicho concepto fue extraído de los escritos del psicoanalista John Bowlby. Basándonos en la Teoría del Apego del último, aquellos niños/as que establecen un vínculo afectivo seguro con otra persona, tendrán una mayor fortaleza emocional para vivir experiencias duras.

Entonces, no existe un mejor momento para enriquecer nuestro concepto de la resiliencia que el 2022. Con el inicio de un nuevo año, se espera tener nuevas oportunidades y ser capaces de alcanzar nuevos sueños, deseos y metas.

 

¿Cómo puedo ser resiliente en medio de una pandemia?

 

El ser resilientes explica por sí mismo de qué estoy hablando. Y, es que este sentir nace desde tiempos o situaciones de crisis, desde el dolor y la desesperación, tal y como en las tragedias en las que nos hemos visto involucrados, en una sucesión, en los últimos años.

Ser resiliente es esa cualidad o capacidad que Dios nos ofrece para adaptarnos a la adversidad y para ser elocuentes con nuestras acciones y palabras para con los demás. Pero, ser fuerte y valiente ante la enfermedad, ante la falta de dinero y ante un futuro que parece nublado, no es un consejo simple de procesar o practicar.

Conozco la impotencia que ha debido invadir tu corazón en estos tiempos. Así como también lo complicado que ha sido conectarte con la Sagrada Palabra de Nuestro Señor. Sin embargo, en circunstancias como estas es que nuestra fe es puesta a prueba y somos capaces de fortalecerla ante la tempestad.

Otra vez, hablarte de que debemos ser más resilientes es más sencillo que ponerlo en práctica. No obstante, como cristianos que somos, te lo puedo asegurar, es posible lograrlo. Necesitarás compromiso y mucho control para alcanzar este propósito, porque serlo no significa que evitarás experimentar esos eventos negativos o esas charlas dolorosas, sino que, por el contrario, afrontarás todas esas situaciones de manera sabia.

La forma en la que tendrás que enfrentarte a los desafíos, tiene que ser una adaptativa, en la que transformes esos retos en oportunidades para crecer, para mejorar y aprender. Es como si comenzaras a ver la vida a través de un cristal; uno que te permitirá aprender que hay algo más que solo dolor en las situaciones adversas, aunque así no lo parezca a primera vista.

Usar la resiliencia igualmente implica concentrar todos los recursos emocionales y sociales que tengas en nutrir tu paciencia, responsabilidad, disciplina y ética. Debes saber que por más imposible que sea para ti controlar ciertos eventos o situaciones, de lo que sí eres capaz es de aprender de esas situaciones, fortalecer tu carácter y desarrollar grandes propósitos en tu vida.

Piensa por un momento en todos los nuevos desafíos con los que luchaste debido al COVID-19. Ahora piensa también en cómo esos desafíos ayudaron a cambiar la persona que eres. ¿Cuán diferente eres en este 2022 gracias a ello?

 

El pasado, presente y futuro de nuestras metas

 

Si algo nos ha enseñado el mundo post-pandemia es que debemos apreciar, cuidar y conservar nuestra fe. Ella es nuestro principal motor para fortalecer nuestra voluntad, y el saber que Dios nos está protegiendo nos ayuda a avanzar, aunque algunas veces esto parezca imposible.

Considerando lo antes mencionado, es interesante apreciar nuestras metas desde la perspectiva de las personas que éramos el año pasado, quienes somos en este año y quienes planeamos ser en el resto de lo que queda del mismo. Te aconsejo que cambies las perspectivas en las que analizas las metas que te has propuesto por las razones que mencionaré a continuación.

Cuando somos capaces de apreciar quienes fuimos una vez y los errores que cometimos, eso nos lleva a ser más eficientes en la solución de estos. Necesitas recordar cuáles fueron esas actitudes, emociones y situaciones que hicieron que tus metas del año pasado no se cumplieran.

Si así lo deseas, puedes hacer una lista en donde enumeres esos objetivos que no has podido alcanzar, porque, aunque ya no sean metas que persigas, recordar que no pudiste alcanzarlas te llenará de frustración. Necesitas identificar cuáles avances has alcanzado y cuáles logros sí has concretado del año pasado, para reconocer tus propios aspectos positivos.

Tienes que animarte a ti mismo/a con frecuencia, para que de esta manera tu autoestima te impulse aun cuando no creas que tienes el suficiente poder para lograr tus metas. Una mente positiva en el presente siempre te ayudará a avanzar, al igual que lo hará en tu futuro.

Te sugiero que, además de practicar la resiliencia, también te enfoques en mantener la calma. ¿La calma sobre qué? Sobre la poca influencia que podemos tener sobre eventos futuros, esos eventos que no podemos predecir y que sé que te generan ansiedad.

Recuerda que más allá de los pronósticos y estadísticas, nuevas oportunidades van apareciendo en nuestras vidas, siendo nuestra responsabilidad y dicha la de aprovecharlas de la mejor manera posible. La clave está en no desistir, no rendirse y nunca olvidar o dejar a un lado a Nuestro Señor.

 

¿Tienes dudas sobre cómo ser más resiliente y afrontar este nuevo año 2022? Podemos hablar más de ello si llamas al 407 618 0212.


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