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6 pasos para combatir el estrés en la pandemia

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Nadie se imaginó que a estas alturas todavía estaríamos hablando del coronavirus y el estrés que este ha producido. Lo que llegó y se pensó que pasaría rápidamente, ha llegado para quedarse, llevándose consigo a más de 200.000 personas hasta ahora; y se espera que esta cifra aumente con la llegada del invierno. Al final, hemos perdido de vista lo que es “normal”. Y, para rematar, nuestra preocupación ahora, de acuerdo con lo dicho por Faucci,  es la probabilidad de  que no regresaremos a lo normal hasta el año 2022.

En medio de toda esta pandemia, entonces, cabe la pregunta, ¿qué hacen las personas que están sobreviviendo a esta crisis? La respuesta es simple y compleja al mismo tiempo. Una de las cosas que hacen es aprender a manejar el estrés producido por la pandemia.

¿Qué es el estrés? Es un sentimiento de tensión física o emocional. El mismo puede provenir de experiencias externas o internas que hagan sentir a una persona frustrada, furiosa o aun nerviosa. Dios en su sabiduría nos creó de una forma tan magistral en la que nuestro cuerpo está diseñado para reaccionar ante cualquier desafío o demanda, y, esto ocurre a través del estrés. Es decir, el estrés es algo positivo en nuestro cuerpo porque nos permite evitar peligros o cumplir con asignaciones importantes que tenemos en la vida.

El estrés en sí no es malo. La Asociación Americana de Psicología lo compara con la tensión de la cuerda de un violín. Si hay muy poca tensión, el sonido será apagado y desafinado; si hay demasiada, será estridente o la cuerda se romperá. Además comenta: “El estrés puede ser el beso de la muerte o la sal de la vida. La cuestión reside realmente en cómo manejarlo”.

El estrés agudo es el estrés positivo que experimentamos. Es el estrés a corto plazo que desaparece rápidamente. La reacción más conocida al estrés agudo es la de “lucha o fuga” que surge cuando percibes una amenaza. En estas situaciones, tu reacción permite que tu cerebro segregue hormonas (por ejemplo, cortisol y adrenalina) que permiten que el pulso y la respiración se aceleren, los músculos se tensen y el cerebro consuma más oxígeno y aumente su actividad. El propósito de este tipo de estrés es ayudarte en tu supervivencia. Puedes sentirlo cuando tienes que entregar una asignación en una fecha específica, cuando frenas porque un carro se te atravesó en el medio de tu vía, o cuando un perro te empezó a perseguir. Este tipo de estrés ayuda a controlar situaciones peligrosas.

Pero, el problema es cuando el estrés dura mucho tiempo y se convierte en un estrés crónico. Cualquier tipo de estrés que continúa por semanas o meses es crónico. Lo peligroso de todo este proceso es que el cuerpo se acostumbra a él y no se da cuenta del estrés tóxico que está experimentando. El cuerpo produce un nivel más elevado de hormonas del estrés y no tiene tiempo de recuperarse. Estas hormonas se acumulan en la sangre y causan graves problemas de salud.

El estrés crónico afecta el sistema digestivo produciendo dolor de estómago, debido a que este se vacía más lentamente después de la comida, además de que puede llegar a producir gastritis e incluso úlceras; Afecta el peso de la persona, a veces derivando en obesidad porque el nivel de apetito aumenta y esto contribuye al aumento de peso; El sistema inmunitario también se ve afectado porque el estrés lo debilita y entonces se está más propenso a sufrir resfriados y otras infecciones; El sistema nervioso también sufre con el estrés crónico, produciendo ansiedad, depresión, pérdida de sueño y falta de interés en actividades físicas. Y, también, afecta el sistema cardiovascular, llegando a producir aumento en la presión sanguínea, frecuencia cardiaca y grasa en la sangre, lo cual produce graves problemas cardiovasculares.

Ahora, ¿por qué en esta semana he decidido hablar sobre el tema del estrés? Porque 4 de cada 5 personas dicen tener estrés producto de la pandemia. El temor, la ansiedad con respecto a esta y lo que podría suceder producen en las personas mucha incertidumbre y pueden resultar abrumadores y generar emociones fuertes tanto en adultos como en niños. Las medidas de aislamiento que se han tomado para controlar la pandemia hacen que muchas personas se sientan aisladas y en soledad, y es posible que aumenten también el estrés y la ansiedad debido a estos factores.

¿Cómo sabes si estás experimentando estrés crónico ante la pandemia? Generalmente, el estrés crónico se manifiesta de varias maneras: enfermedades del aparato digestivo, enfermedades cutáneas y problemas cardíacos, sentimientos de inseguridad y  de indefensión aprendida. También producen insomnio, ansiedad, depresión, fatiga emocional, e incluso abuso de alcohol y/o sustancias tóxicas.

Un nuevo estudio hecho por la psicóloga clínica Emily Kroska en la Universidad de Iowa presenta cómo las personas pueden reducir el estrés durante el coronavirus. El estudio se llamó: Flexibilidad psicológica en el contexto del Covid-19, y fue publicado en el Journal Contextual Behavioral Science. El estudio descubrió que aquellas personas que evaluaron sus emociones como tristeza, ansiedad, miedo, soledad y otras similares, y luego gestionaron esas emociones con acciones concientizadas, tal como llamar a un amigo, o familiar, reportaron tener un nivel más bajo de estrés en comparación con aquellos que no quisieron evaluar las emociones que experimentaron.

Los pasos a seguir para poder lidiar y superar los sentimientos y emociones negativas que podemos estar sintiendo debido a la situación actual son:

Paso 1: Busca comunicarte con Dios. Es lo más importante, lo que más debemos buscar al comenzar nuestro día. Un día encomendado a Dios, será un día diferente, tendrás una perspectiva más positiva en la que sentirás la compañía y apoyo de Dios. Él es la fuente del amor y de la comprensión y sabrá entender todo por lo que estás pasando. Él será tu roca de apoyo.

Paso 2: Normaliza tu rutina diaria. Es recomendable y muy importante tener buenos hábitos y rutinas en estos momentos. Trata de dormir la cantidad de horas suficientes, come sano y de forma regular y trata de conservar el orden e higiene en tu hogar. Esto te ayudará a sentirte mejor y en un ambiente de mejor calidad. Aunque no lo creamos, cuando estamos enfrentando estrés, solemos descuidar aun las cosas más básicas, ten en cuenta que ellas son la base de la supervivencia.Paso 3: Consiéntete con pequeñas atenciones para ti mismo(a): Cosas tan sencillas como comer lo que te gusta, bañarte a la temperatura que más te agrada, escuchar tu canción favorita, conversar con tus amigos. Dedica aunque sea unos 15 o 20 minutos a una de estas actividades y verás que obtendrás maravillosos resultados.

Paso 4: No leas todas las noticias que publican. Aprende a filtrar la información excesiva. Es bueno estar informado, pero no es bueno saturarse con noticias pesimistas y cargadas de sucesos que agobian. Aprovecha y toma un tiempo para caminar, respirar aire freso, jugar con tus hijos, y cuando leas noticias, léelas de fuentes fidedignas.

Paso 5: Busca ayuda profesional si así lo necesitas. Así como ocurre con los demás órganos, también ocurre con el cerebro: él se cansa, se enferma, se desestabiliza. Si sientes que lo que está sucediendo con la pandemia sobrepasa las herramientas emocionales con las que cuentas para enfrentar y superar las situaciones de estrés, no dudes en buscar ayuda profesional. Los profesionales de la salud mental están totalmente entrenados y capacitados para brindar a las personas el apoyo, herramientas y técnicas necesarias para seguir adelante. Verás que tu salud mental y física mejorará de forma significativa.

Paso 6: Ayuda a otros. Te contaré brevemente una historia que me llamó la atención.

Nieng, que vive en Camboya, ha sufrido varias tragedias en su vida. En 1974 fue herida por una bomba que estalló en un aeropuerto. Un año después murieron sus dos hijos, su madre y su esposo. En el 2000 perdió su casa y otras posesiones en un incendio, y tres años más tarde perdió a su segundo esposo. Llegó hasta el punto de pensar en quitarse la vida.

Afortunadamente, Nieng encontró una manera de hacerle frente a su situación. Examinó la Biblia, y lo que aprendió le ayudó tanto que quiso compartirlo con otros. Su historia confirma los hallazgos de un estudio hecho por investigadores británicos en el 2008: para resistir el estrés hay que “hacer cosas por los demás”. Y este es un consejo que se escribió hace mucho en la Biblia (Hechos 20:35).

Nieng también se refugió en la esperanza de un futuro mejor, en el cual todos los problemas de la humanidad serán eliminados y la paz llenará la Tierra (Salmo 72:7, 8).

Nieng encontró la forma de enfrentar sus situaciones y salir adelante. Tú también puedes hacer lo mismo. Con Dios por delante, nada es imposible. Podremos enfrentar todas las situaciones difíciles, incluso esta pandemia.

Amigo(a) que lees este blog hoy. Te recomiendo seguir estos pasos para que puedas seguir adelante ante esta situación que hoy en día enfrentamos. ¿Conoces alguna otra forma de enfrentar y seguir adelante, ante situaciones como la que vivimos hoy en día?

 

 

 


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