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adicción a la aprobación

Superando la adicción a la aprobación de otras personas

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¿Estás preocupado(a) por lo que otras personas piensan de ti?

¿Te resulta difícil saber lo que quieres?

¿Te encuentras diciendo que “sí” cuando desesperadamente quieres decir que “no”?

¿Te resulta difícil expresar tus sentimientos cuando difieren de las opiniones de las personas cercanas?

¿Tu felicidad depende de la aprobación de los demás?

Si respondiste afirmativamente al menos una de estas preguntas, necesitas aprobación. Si respondiste que sí a todas ellas, es posible que tengas una adicción a la aprobación. De cualquier manera, hay una gran esperanza y en este programa te queremos ayudar.

En nuestra sociedad, cuando hablamos de adicciones, solemos pensar que estas se limitan a la dependencia de sustancias, alimentos o acciones repetitivas dañinas. Pero, en realidad existen adicciones a nivel psicológico que actualmente están socavando la base de las relaciones interpersonales. Este es un tema que poco se discute en la sociedad, en las iglesias y en las familias. Estamos hablando de la Dependencia emocional y cómo esta puede desembocar en una adicción a la aprobación.

El complacer a otras personas es un tipo de comportamiento de Dependencia emocional. Hay otros comportamientos que muchas veces no se ven como problemáticos. Otras personas   intentan obtener aprobación buscando logros y siendo los mejores en todo. A este tipo de personas les llamo «artistas». Por mucho tiempo estuve atrapado en este tipo de comportamiento. Otros tipos de comportamientos se centran más en tratar de ganarse a la gente mezclándose entre ellos. Las personas hacen lo que tengan que hacer para ser aceptados por sus amigos. Estos son los «camaleones». Otros prefieren no ser vistos en absoluto para evitar cualquier tipo de rechazo. Pero, al final, también sufren de dependencia emocional. Estos son los “gatos asustados”.

¿Por qué el complacer a otras personas es una adicción si yo no estoy usando ninguna sustancia tóxica?

Como hemos aprendido en otros programas, las adicciones no están simplemente relacionadas a sustancias prohibidas como se ha pensado por mucho tiempo. Cualquier cosa que produzca placer y lleve a perder el control sobre ese placer se puede convertir en una adicción.

La adicción a la aprobación y el cerebro

¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando buscamos complacer a otras personas? ¿Y por qué es tan adictivo? En nuestros cerebros hay dos secciones: una tiene que ver con el placer y la otra con la supervivencia. La dopamina es la hormona del placer y cuando el cerebro nota que algo es importante para nosotros y nos produce placer, esta hormona es segregada y permite que este placer sea buscado una y otra vez.

Por ejemplo, cuando comemos dulce, nuestro cuerpo recibe una recompensa y luego desea esa recompensa nuevamente cuando nuestro estómago envía mensajes al cerebro para alimentar nuestro cuerpo con dulce nuevamente. El exceso de indulgencia ocurre cuando comenzamos a desear nuestra próxima dosis de dopamina, sobre-estimulando ese circuito de recompensa. De hecho, una amplia variedad de adicciones comienza cuando cedemos a los antojos del cerebro por esa «solución» poco después de que se procesó la última.

Este concepto se aplica a la necesidad de aprobación. Cada vez que vemos algo que nos agrada, se libera dopamina en nuestro cerebro. Considera la frecuencia con la que eso puede ocurrir mientras revisas tus noticias, tus propias publicaciones y ves tus “Me gusta” o comentarios hechos a tus publicaciones. El hecho de que nuestras publicaciones de Facebook más populares ocupen la parte superior de nuestro servicio de noticias solo nos hace esforzarnos aún más para lograr la aprobación de los demás.

El ciclo de adicción a la aprobación

El ciclo de la adicción tiene siete pasos que, si bien son distintos, pueden presentarse de manera variable para diferentes usuarios. Por ejemplo, una persona que busca el complacer a otras personas puede rotar a través de ese ciclo varias veces durante el día, mientras que una persona que no desea ser visto para no ser rechazado pasa por este ciclo de forma diferente.

Frustración/Dolor: Te sientes rechazado, avergonzado, que no tienes valor, y buscas la aprobación de los demás para sentirte aprobado y para calmar tus inseguridades

Fantasear: Te dices: ¿cómo puedo buscar esa aprobación? ¿Qué tengo que hacer?

Obsesionarse: Pensar incontrolablemente en cómo te sentirás después de ser aprobado

Medicarse: Actúas buscando aprobación para medicarte y lograr alivio al dolor o la frustración que sientes

Pérdida de control: Tienes incapacidad para decir “no” y descuidas tu vida personal

Insatisfacción: Tienes sentimientos de remordimiento, vergüenza y culpa por descuidar cosas importantes en tu vida, tratando de complacer a otras personas.

Prometiendo dejar de buscar aprobación – Y dices: «nunca más»

¿Te identificas con este ciclo?

¿Qué es la Dependencia emocional?

Pero ¿qué es la Dependencia emocional? Se define como un patrón persistente de necesidades emocionales insatisfechas que se intentan cubrir desadaptativamente con otras personas, un patrón crónico de demandas afectivas frustradas, que buscan desesperadamente satisfacerse mediante relaciones interpersonales estrechas. Cuando se establece una relación interpersonal con dependencia emocional, domina el anhelo por preservarla a cualquier coste, y puede involucrar el emparejamiento (no necesariamente amoroso) con personas narcisistas y explotadoras, haciendo de la dependencia emocional, algo autodestructivo. En este tipo de relaciones, la persona dependiente hará cualquier cosa con el fin de preservar la relación. Muchos están en relaciones abusivas, o se han descuidado a sí mismo por recibir esa dosis de aceptación.

Se estima que más de 40 millones de norteamericanos han sido identificados como dependientes emocionales y de este número, la gran mayoría han sido mujeres.

Este es un problema que no solo afecta a los adultos, sino que, al tener sus bases en las edades tempranas del desarrollo de los individuos, sus efectos se manifiestan ya en la infancia y en la adolescencia. Un estudio realizado a estudiantes adolescentes norteamericanos arrojó que el 62,4% de ellos tenían un nivel mínimo de dependencia emocional, un 34,6% tenían un nivel medio de dependencia y un 3% tenían un nivel moderado. Esto demuestra que el 100% de los adolescentes encuestados tienen algún nivel de dependencia emocional.

Además, concluye que hay más prevalencia de dependencia en los jóvenes de sexo masculino que en las de sexo femenino. Nuestra juventud cristiana no está ajena a estas estadísticas pues muchas personas, desde sus experiencias de infancia temprana, son víctimas de apegos malsanos (por maltrato de los padres u otros familiares, abandono, baja autoestima, etc.) que afectan sus relaciones interpersonales y los lleva a desarrollar relaciones de dependencia emocional.

Lo grave de la dependencia emocional es que muchas veces el individuo que la manifiesta no está consciente de que la tiene. Es decir, la dependencia emocional muchas veces se confunde con sentimientos de amor, cariño o apego debido a los conceptos erróneos que se desarrollan sobre el mismo como consecuencia de las experiencias que se han vivido.

Cuando una persona se siente vacía o con sus necesidades emocionales insatisfechas, tratará de llenar ese vacío interior a través de una relación con otra persona; buscará que esa relación interpersonal que ha establecido – con un amigo(a), consejero, pastor de iglesia, familiar, novio(a), esposo(a)- le haga sentir el amor y la seguridad que sus experiencias del pasado no le han brindado. El problema surge cuando el miedo al rechazo, a no ser aceptado(a) por los demás, a no ser amado(a), domina el actuar de la persona y distorsiona los conceptos fundamentales de las interacciones humanas saludables.

Cuando esto sucede, el concepto de “ser amado por los demás” se distorsiona, cayendo en la denominada “trampa de la aprobación”: Debo tener la aprobación de los demás para ser  amado(o) y sentirme bien mí mismo(a). Este concepto está errado y lleva a la persona a desarrollar una adicción por la aprobación de los demás debido a su miedo al rechazo.

Prueba: Adicción a la aprobación

Lee cada declaración a continuación. Encierra en un círculo la «V» si la afirmación es verdadera o en su mayor parte verdadera, o encierra en un círculo la «F» si la afirmación es falsa o en su mayoría falsa.

  1. Si alguien me desaprueba, siento que no valgo nada. V F
  2. Es extremadamente importante agradar a casi todos en mi vida. V F
  3. Siempre he necesitado la aprobación de otras personas. V F
  4. Creo que necesito la aprobación de los demás más que la mayoría de la gente. V F
  5. Necesito que otros me aprueben para sentirme realmente valioso. V F
  6. Me molesta mucho saber que no agrado a alguien. V F
  7. Otras personas tienen un gran control sobre mis sentimientos. V F
  8. Quiero agradarles a todos. V F
  9. Necesito la aprobación de los demás para sentirme feliz. V F
  10. Parece que necesito la aprobación de todos antes de poder tomar una decisión importante. V F
  11. Estoy muy motivado por los elogios y la aprobación que recibo de los demás. V F
  12. Estoy profundamente preocupado por lo que otros piensan de mí en casi todas las áreas de mi vida. V F
  13. Me pongo muy a la defensiva cuando me critican. V F
  14. Necesito que todos sean como yo aunque no me caigan bien. V F
  15. Haría casi todo lo posible para evitar la desaprobación de las personas que son importantes para mí. V F
  16. Solo se necesita la crítica o desaprobación de una persona en un grupo para molestarme incluso cuando todos los demás me elogian. V F
  17. Necesito la aprobación de los demás para sentirme amado. V F

Cómo interpretar tus respuestas: totaliza el número de veces que marcaste con un círculo «verdadero». Si tu puntuación está entre 13-17, eres adicto a la aprobación de los demás y a evitar la desaprobación. Si tu puntaje está entre 8-12, estás muy preocupado por lo que otros piensan de ti. Tu deseo de aprobación es un problema y merece tu atención inmediata. Si tu puntuación está entre 3 y 7, tus necesidades de aprobación son moderadas. Sin embargo, tu adicción a la aprobación y tu preocupación por lo que los demás piensan de ti todavía te predisponen a complacer a la gente. Si tu puntuación es 2 o menos, no tienes problemas importantes relacionados a la búsqueda de aprobación.

En los próximos blogs continuaremos analizando este tema de la adicción a la aprobación y qué puedes hacer.

Si este artículo te ha servido me encantaría que pusieras un comentario con tus preguntas o experiencias sobre la adicción a la aprobación. Si conoces a alguien a quien  le pueda interesar, invítale a leerlo y le puede ayudar.

 

 


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