Educar a un hijo adolescente es todo un desafío y como padres tenemos que trabajar con ellos, encaminarnos a construir una buena relación, pero que vayan por un cauce que les haga bien a ellos y que tengan ciertas libertades controladas.
En este artículo te mostraré 7 claves para que eduques a un hijo adolescente.
Establecer límites al educar a un hijo adolescente
Debes comenzar a poner límites en ellos, que sepan lo que pueden y no hacer, pero con empatía y amor. Recuerda cómo eras cuando eras adolescente, si tuviste una adolescencia más o menos normal, si la memoria no te engaña, aún recuerdas que fue una época difícil y estresante. De hecho, algunas investigaciones muestran que los adolescentes de hoy en día están más estresados que los adultos.
Deja que tu hijo enfrente las consecuencias naturales de sus decisiones. Son el resultado de elegir comportarse de cierta manera. Por ejemplo, si tu hijo adolescente mancha el exterior de una casa particular y el propietario le pide que pague la limpieza, hazlo responsable de los costos resultantes.
Sin duda, creo que este es uno de los lugares donde se suelen cometer errores al poner límites al educar a un hijo adolescente. Sé consistente al aplicar los límites. Hacer todos los pasos anteriores no sirve de nada, pero los límites no se aplican de manera consistente.
Escuchar
Aprende a escucharlos, si no sabes cómo hacerlo. Te ayudo a comunicarte con él:
Aparta tiempo durante el día o la noche para escuchar a tu hijo hablar sobre ti y las actividades; te aseguras de que sepa que estás realmente interesado en lo que le dice y que lo está escuchando.
Haz preguntas que no puedan responderse con un «sí» o un «no» para fomentar una conversación más elaborada. También reserva tiempo para asistir a las celebraciones del día escolar o deportivo, juegue con tu hijo y habla con él sobre los acontecimientos actuales.
Para que tengas una buena conversación procura que sean proactivos y aporten temas que te interesen y a él.
Establecer un ejemplo
No des malos ejemplos. Nuestras acciones deben evitar las discrepancias entre las palabras y los hechos. Por ejemplo: si haces esto, no puedes pedirles que no cuelguen su teléfono, o no puedes decirles que no griten. Seamos modelos a seguir de comportamiento positivo y coherente para los menores.
Somos sus padres, no sus colegas. Los adolescentes necesitan a su padre/madre como referente adulto. Construir una buena relación de confianza y comunicación es importante, pero no debes ponernos al mismo nivel. Aunque tengas una buena relación con tu hijo o hija, debes ser la figura de autoridad y seguridad. Ojo con la frase «soy el mejor amigo de mi hija» o «soy el mejor colega de mi hijo» para no confundir los roles.
Cuando traten un tema delicado, te toca a ti mantener la calma y no estallar ante sus actitudes. Ellos se dejan llevar más fácil por sus emociones. Es parte de educar a un hijo adolescente.
Ser consistente al educar a un hijo adolescente
Una buena idea es explicar a nuestros hijos el porqué de las reglas para que no las comenten. Al final, definitivamente entienden por qué tienen que limpiar su habitación o hacer su tarea todos los días. Tienen que entender que se establecieron porque era lo mejor para ellos.
Trata de hablar con niños y adolescentes. Podemos ofrecerles alternativas, pero siempre debe hacerse de acuerdo a las circunstancias, y deben tener las mismas consecuencias y efectos. No se puede cambiar el ir a la cama y despertarse, al hacer la tarea o las asignaciones, y no se pueden ofrecer alternativas, pero en otro tipo de formas, quizás los detalles se puedan cambiar.
Si tienen problemas graves en la adolescencia, en este artículo te cuento cómo puedes tratarlos.
Brindar libertad
Para darle más libertad al joven al educar a un hijo adolescente, para que la confianza sea buena, tiene que ser un trabajo que deben hacer las dos partes. Los padres dan más libertad y los niños demuestran que se puede confiar en ellos. Para ello, se deben considerar los siguientes factores:
- La salida tiene que estar donde dicen que está. Si los planes cambian, debe decírtelo. Si te lo dijo y es verdad, debes estar agradecido, si no te lo quiere decir, entonces no te enojes con él o ella, hazle saber que sin confianza mutua él o ella gana para conseguir lo que él o ella quiere gratis. Debe ser un ganar-ganar.
- Tu hijo siempre debe estar al alcance. Es muy importante que tú y tu hijo estén siempre disponibles cuando estén separados. Si llama, deja que tu teléfono suene para que puedas contestarlo rápidamente y debes pedirle que haga lo mismo.
- La integridad es lo primero. Es muy importante que ambas partes sean honestas.
Establecer reglas para educar a un hijo adolescente
La falta de restricciones y normas en el hogar y su entorno inmediato suele repercutir negativamente en la educación de nuestros hijos. Por eso es mejor construirlos porque son pequeños. Te dejo algunos consejos prácticos para aplicar estas restricciones en nuestro hogar.
Dales órdenes específicas
Si queremos que nuestros hijos nos presten atención, no podemos usar expresiones generales como «pórtate bien», tenemos que darles reglas más específicas como «limpiar la habitación antes de ir a la cama», «no “no salgas sin abrigo” o “pasa un semáforo”. Frases cortas y precisas que entienden perfectamente.
No les des opciones
No podemos pasarnos todo el día preguntándoles a nuestros hijos si quieren hacer o comer a o b. Hay que dejarles las cosas claras porque así aprenden a tomar decisiones. No podemos dejar que tengan la última palabra para siempre.
Sé firme
Hay que aplicar límites y reglas con firmeza al educar a un hijo adolescente, porque si los levantamos de vez en cuando, pierden su eficacia. Hay que hablar con un tono más firme que asertivo, sin gritos ni violencia para explicar a los niños que las reglas no van a cambiar. Todos los días, sin excepción, tienen que ordenar su habitación, hacer sus deberes y tareas del hogar.
Resalta lo positivo
No podemos regañar a los jóvenes todo el día, pero también debemos resaltar los esfuerzos positivos. Es mejor no decir expresiones como «no hagas esto o aquello» sino decir «lo que tienes que hacer».
Dicen que, cuando hablamos de un problema el 50 % del mismo se está solucionando con el simple hecho de que lo hablen, así que no piensas que difícil ha de ser hablar de tal o cual tema con tus hijos; piensa mejor en el cómo hablarlo.
Establecer premios y castigos
Por último, te aconsejo que mantengas tus emociones bajo control, incluso si tu hijo se está portando mal o no quiere seguir las reglas establecidas. Tienes que mantener la calma en todo momento mientras tratas de ser inflexible con las reglas.
Podemos tratar de hablar con ellos, pero nunca gritarles, golpearlos o involucrarnos en otros actos de violencia. Lo mejor es tratar de calmarse, contar hasta 30, respirar e intentar hablar con el niño sobre su comportamiento. No es sencillo tener conversaciones con ellos, busca que sea de dos y no solo tú dando un sermón.
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