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Mi esposo es un adicto al sexo: ¿qué hago?

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Estar casada con un adicto al sexo es una situación compleja y agotadora. Probablemente la primera impresión que se tenga sea la de rendirse en el matrimonio, pero ¿es recomendable encasillar a todos los adictos sexuales en un solo grupo?

Dios hizo al hombre y a la mujer para dedicarse el uno al otro, en las grandes dichas y en los grandes pesares. Por lo que mi sugerencia es que primero te informes sobre el tema y conozcas las posibilidades que tienes a tu alcance.

Quisiera que entendieras que la adicción sexual es causada por neurotransmisores cerebrales que obligan al comportamiento compulsivo. No es agradable realmente sufrir de una adicción de cualquier tipo, así que en casos tan complejos como estos, lo mejor es tomarse un tiempo para reflexionar y educarse sobre el mismo.

Comencemos.

Siete cosas que cada pareja de un adicto sexual debe saber

Para que un adicto al sexo pueda recuperarse, la contribución de su pareja será fundamental para este proceso. No te mentiré diciendo que es uno sencillo, tampoco que estás obligada a quedarte en donde tu felicidad esté comprometida, solo que el amor tiende a implicar sacrificio.

Antes de tomar decisiones te recomiendo que tengas en consideración estas 7 cosas, que te ayudarán abrir los ojos sobre este padecimiento.

1. Tus sospechas pueden ser reales

Es difícil admitir que un esposo tiene adicción al sexo, por lo que tu primera reacción sea la negación, es normal, lo presencio todo el tiempo. Pero cuando los signos evidentes aparecen, no es sano negarlos como si no estuviesen allí.

Por ejemplo, si tu esposo se muestra depresivo, ansioso y se aísla de los demás, incluyéndote, es una señal de que algo anda mal. También cuando se desconecta de ti emocionalmente y la vida sexual muere entre ustedes, cuando evita tener sexo contigo o cuando evade el tema de la sexualidad. Una pareja sana no debería tener problemas con hacer el amor, tampoco con charlar de este tema en su intimidad.

Si enfrentas a tu esposo con las pruebas circunstanciales, tampoco esperes que ellos lo admitan al primer intento. Mucha veces debes atraparlos en el acto para que admitan el problema.

2. No es tu culpa

Te lo voy a decir para que lo tengas muy en cuenta, no eres la culpable de la adicción sexual de tu esposo. Como ser independiente que es, este es libre de tomar sus propias decisiones en su comportamiento sexual, e incluso podría llegar a asegurarte que quizás esas desviaciones sexuales comenzaron antes de casarse contigo.

He tenido pacientes que son adictos a la pornografía, y esconden esta adicción de sus futuras esposas, porque saben que están mal, pero no lo pueden evitar. Así que no creas que eres el centro del problema. Su repelencia sexual contigo no tiene que ver con la forma en la que luzcas, es más en la incapacidad de tu esposo por crear una conexión sexual contigo.

Las mujeres suelen ver afectadas sus autoestimas y desarrollan miedo al rechazo, pero de nada esto sirve para sanar. Haz que tu marido asuma sus responsabilidades, y acompáñalo en el camino de forma objetiva.

3. No puedes arreglarlo todo por ti misma

Tampoco serás capaz de arreglar la desviación sexual de tu marido por cuenta propia y sin ayuda de este, eso es imposible. Nadie cambia si no quiere, y solo somos capaces de cambiarnos a nosotros mismos.

¿A qué quiero llegar? A que vigilando constantemente a tu esposo para que no vuelva a caer en su adicción, al punto de perder tu vida propia, no solucionarás nada. El adicto debe querer mejorar por sí mismo y por ti, por su familia. Tu rol será el de básicamente exigirle que busque ayuda.

4. Es saludable admitir tus propios sentimientos

Puedes estar confundida, triste o iracunda frente a un adicto al sexo como esposo, puedes experimentar todas estas etapas a tu propio ritmo. No necesitas negarlas o creer que eres más fuerte de lo que eres.

Quiero que sepas que las personas pueden sanar y dejar fluir sus sentimientos. Si sientes que es mucho para ti sola, busca el apoyo de otros.

5. Perdonar no es olvidar

No debes sentir vergüenza por tratar de restaurar un matrimonio roto por una adicción sexual. Tampoco harás el proceso más sencillo si no puedes perdonar a tu esposo. Sin embargo, si crees que perdonar es igual a olvidar, estás en una gran equivocación.

No conseguirás algo positivo buscando venganza o una forma de que tu marido pague por sus fallas, y que lo perdones tampoco implicará que estás renunciando a tu dolor y a tu duelo. El perdón te liberará del resentimiento, cuando se te haga muy difícil dejarlo ir, busca ayuda para tu propio bienestar emocional.

6. Eres poderosa

Está en tus manos, es tu decisión la de seguir o la de irse. Tú eres quien tiene el poder de establecer límites, de batallar juntos o de simplemente emprender un camino de recuperación solitario.

Posees el control de tu vida, sea cual sea la decisión que tomes. Siendo que de inclinarse por una o la otra, lo más probable es que necesites de ayuda. Debes creer más en ti misma.

7. Vales la pena

Tienes el derecho a ser respetada y amada en tu matrimonio. Quizás sí presentes fallas en tu matrimonio, no eres perfecta, pero esas fallas no son las causantes de las elecciones sexuales de tu esposo. Ellas no definen tu valor.

Si sientes que no eres suficiente, que es tu culpa, conoce que nada de esto será saludable para ti. Tienes que enfrentarte a este desafío llena de confianza, amor propio y con valentía.

¿Qué hacer cuando tu esposo es un adicto sexual?

Cuando descubres que tu esposo es un adicto sexual tienes dos opciones: dejarlo o trabajar por salvar el matrimonio. De seleccionarse la última, debes atender tus propias necesidades e inseguridades primeramente, perdonar una traición sexual puede llegar a ser traumatizante para las personas.

Estas son algunas acciones que necesitas emprender si decides quedarte.

  • Recurre a profesionales: Lo principal es buscar ayuda profesional y como pareja acudir juntos. Por igual, seguir los consejos dados con la mente abierta.
  • Cuida de ti misma: Cuida de ti misma de manera mental y física. Trabaja en tu autoestima, busca apoyo social y ejercítate más o practica un pasatiempo nuevo por ti, para tu bienestar.
  • No tengas intimidad sexual con tu esposo hasta que recuperes la confianza: No te presiones a tener sexo con tu pareja después de haber sido engañada, tómate tu tiempo para sanar. Los esposos pueden encontrar tiempo e invertirlo en actividades como meditación, ejercicio o asistencia a grupos de motivación hasta que su esposa esté lista.
  • No asumas la responsabilidad de la abstinencia de tu pareja: Si eres capaz de perdonar a tu marido adicto que está en vías de recuperación, no tienes que ser su niñera. Él como adulto es responsable de controlarse y cumplir las promesas que te realizó para que te quedases a su lado.

Últimas palabras

Trabajar en las adicciones sexuales es aterrador para cualquier esposa. Pero siempre y cuando exista el compromiso por parte del esposo, de segundas oportunidades está hecha la vida.

No olvides que es válido sentir confusión y tener dudas sobre qué es lo mejor para tu caso. ¿Has pasado por esta situación? Déjame saberlo en los comentarios.


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