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Qué es una persona altamente sensible

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Una persona altamente sensible tiene una serie de características, de seguro lo eres o conoces a alguien que lo sea, en este artículo te hablaré de ello.

En la actualidad, se otorga gran importancia al manejo de las emociones y su relevancia en nuestras vidas. Es evidente que cada individuo tiene una variada gama de sensibilidad emocional y habilidades distintas para regular esas emociones.

Entre estas personas, se encuentran aquellas con una alta sensibilidad, debido a su capacidad empática y sus experiencias de vida. Esta característica se considera tanto una virtud como un desafío. Aunque les permite conectarse más profundamente con su entorno, también hace que los eventos cotidianos tengan un impacto más intenso en su bienestar emocional.

Cómo es la persona altamente sensible

La Persona Altamente Sensible (PAS) reacciona más intensamente a los estímulos emocionales, procesando una cantidad significativa de información que, a veces, puede resultar abrumadora, llevándolos a cansarse más rápidamente emocionalmente.

Estas personas poseen una habilidad emocional destacada que les permite ser comprensivas, solidarias y compasivas con su entorno. Esta inclinación no solo se refleja en su relación con las personas, sino también con los animales y la naturaleza en general.

Es esencial aclarar que ser una persona altamente sensible es una característica personal y no implica padecer un trastorno psicológico. Se estima que esta cualidad es compartida por aproximadamente el 20% de la población, y comprenderla es esencial para gestionarla de manera efectiva.

¿Cómo puede la psicología ayudar a una persona altamente sensible?

La persona altamente sensible se beneficia al aprender técnicas de gestión emocional para desarrollar su inteligencia emocional, permitiéndoles comprender mejor sus diferencias con los demás y valorar sus virtudes.

Estos individuos necesitan sentirse escuchados y encontrar un espacio para liberar la carga emocional que acumulan, lo cual puede ser facilitado con la ayuda de un profesional en psicología. Esto no implica que estén «enfermos», sino que están buscando herramientas para gestionar su sensibilidad.

Las características principales de las personas altamente sensibles son notables y únicas:

  • Requieren más tiempo para adaptarse a los cambios, ya que procesan la información de manera más detallada.
  • Son altamente sensibles al dolor, tanto físico como emocional, lo que puede llevar a sentirse abrumados.
  • Tienen dificultad para tolerar estímulos intensos como olores, sonidos o luces, causándoles malestar físico y emocional.
  • Necesitan momentos de soledad para desconectar de la sobrecarga sensorial.
  • La sobrecarga de trabajo puede ser un desafío, por lo que establecer prioridades y avanzar paso a paso es aconsejable.
  • Tienen una tendencia a empatizar en exceso con los problemas emocionales de los demás, cargando con emociones ajenas.
  • Muestran una especial sensibilidad hacia el arte y la creatividad, apreciando la belleza en múltiples formas y disfrutando de estas experiencias más intensamente.
  • Mantienen un firme compromiso con sus valores, lo que les puede causar malestar si no los respetan.
  • Se sienten más cómodos en entornos con menos estímulos y demandas.
  • Tienen dificultad para manejar las críticas y pueden sentirse culpables.
  • Poseen una notable capacidad intuitiva.
  • Experimentan somatización del estrés, reflejado en tensiones musculares, migrañas u otros problemas físicos.

Estas características resaltan la complejidad y singularidad de las personas altamente sensibles, lo que destaca la importancia de comprender y respetar su sensibilidad emocional.

Cómo identificar a una persona altamente sensible

Es relativamente fácil identificar a una persona altamente sensible (PAS) gracias a su comportamiento especial. Aquí tienes algunas señales que te ayudarán a reconocerlas y entenderlas mejor:

  • Se sienten abrumadas cuando tienen muchas tareas pendientes.
  • Les resultan incómodos los entornos con mucha estimulación sensorial, como ruidos y olores intensos.
  • No manejan bien las críticas, sentirse observadas o estar bajo presión.
  • Se ven profundamente conmovidas por las expresiones artísticas.
  • Son muy empáticas y capaces de ponerse en el lugar de los demás.
  • Necesitan momentos para recuperarse cuando se sienten exhaustas o abrumadas. • Poseen una vida interior rica y compleja que, a veces, buscan compartir con otros.

La persona altamente sensible pueden apreciar detalles y sutilezas que otros pasan por alto. Su extraordinaria capacidad para experimentar sensaciones y emociones les otorga una riqueza en su mundo interior que a menudo no es completamente comprendida por los demás. Si reconoces a alguien que comparta estos rasgos, tómate un momento para escucharlo. Ellos te lo agradecerán enormemente y tú podrás aprender a valorar tu entorno de una manera diferente.


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