Mejorar el comportamiento de sus hijos es uno de los desafíos más importantes para un matrimonio. Muchas veces, la crianza nos trae algún dolor de cabeza; sin embargo, es una experiencia única que ayuda a acrecer tanto al niño como a sus padres. Pon a prueba estas estrategias para el bienestar de tu hogar.
Una “mala conducta” en niños casi siempre es un síntoma de que algo más está pasando. Si no consigues que tus hijos se adapten a las condiciones que quieres ponerles o se dan situaciones tensas de manera reiterada, es momento de trabajar en ello.
¿Cómo empezar a mejorar el comportamiento de tus hijos?
Para comenzar a mejorar el comportamiento de los niños y generar un trato ameno en el hogar es crucial reconocer a qué se debe. Como padres, podemos cometer el error de juzgar a nuestros hijos por sus actitudes, pero estas pueden hablarnos de nuestras propias faltas.
Un primer paso para mejorar la dinámica en tu hogar es preguntarte por qué tus hijos actúan de esa manera. ¿Siempre ha sido así?, ¿o se trata de un cambio reciente en su actitud? Si notas un cambio muy abrupto, es posible que existan factores externos que afectan su conducta, tales como:
- Discusiones en el hogar.
- Problemas de acoso escolar o de otra índole.
- Cambios en su entorno, como una mudanza, cambio de escuela, llegada de hermanos, etc.
- Enfermedades o trastornos sin diagnosticar.
Para esos casos, es importante acudir a un especialista que atienda al niño o, incluso, ayude a resolver los problemas que existan en el hogar. Por otro lado, si se trata de una actitud sostenida en el tiempo, es momento de cambiar las estrategias de crianza en el hogar.
¿Por qué los niños no hacen caso?
Es preciso resaltar que cada niño es distinto. Incluso aquellos que han tenido la misma crianza, pueden asimilar de manera distinta las condiciones de su entorno y actuar de maneras diferentes.
Muchos padres llegan con el miedo de que haya algo “mal” en su hijo porque no se comporta como sus hermanos. Esto es completamente normal y no debe ser una señal de alerta, si no viene acompañado de otros síntomas. ¿Cuál es la solución? Encontrar una estrategia que consiga establecer una dinámica sana.
Según un importante estudio acerca de la conducta en niños, el mal comportamiento puede deberse a la asimilación individual del entorno; condiciones familiares (económicas y sociales) y los grupos de sociabilidad con los que el niño se vincula. A la hora de platear nuevas estrategias, ten presente:
- Que sus grupos de sociabilidad puedan reforzar esas estrategias y no vayan en contra.
- Evitar conflictos familiares en presencia de los niños.
- Conversar con tus hijos acerca de su comportamiento y por qué deben mejorar ciertas actitudes.
- No hacerlos sentir humillados, sino presentarlo como una oportunidad para una mejor convivencia.
Aunque parezca que ningún esfuerzo es suficiente, cuando se pone el foco en generar estrategias asertivas que se adapten al niño y a las características del hogar, es posible mejorar el comportamiento. Ten en cuenta estas estrategias para mejorar el comportamiento de tus hijos y promover el bienestar en el hogar.
1. Mantener la actitud positiva
El paso fundamental para lograr mejorar la actitud de un niño que no quiere hacer caso es no desesperarse ni subir el nivel de tensión. Debes mantener la calma si quieres lograr cambios positivos. Una forma de demostrar tu autoridad como madre o padre es no responder a sus malas actitudes con más violencia.
2. Ser consistente a la hora de poner límites
Es importante que no pierdas la iniciativa que hoy tienes para comenzar a cambiar las actitudes de tus hijos. Si es necesario, haz una lista con todas las cosas que deben mejorar y establece los límites correspondientes. No seas flexible en estos puntos, de lo contrario, ellos creerán que tu autoridad es quebrantable.
3. Evitar el exceso de estímulos
En especial, si tienes niños pequeños, es vital que evites el exceso de estímulos en el entorno. Los ambientes cargados son altamente irritantes para los niños y promueven conductas compulsivas.
Procura que los estímulos presentes en los espacios donde ellos juegan y pasan el día sean acorde a su edad y su etapa de desarrollo. Evita la sobrecarga y, de ser posible, incluye en su rutina ambientes naturales que puedan visitar. Según un estudio realizado en niños de hasta 14 años, los espacios naturales favorecen el buen comportamiento y reducen la hiperactividad y el estrés infantil.
4. Generar una rutina sana
En niños con comportamiento disruptivo, la rutina es fundamental para empezar a establecer un control. Diseña un plan con hábitos que quieras impulsar en su día a día. Es importante la participación activa de ambos padres como parte de estas rutinas, a fin de que se puedan establecer exitosamente en el hogar.
5. Refuerza las respuestas positivas
Está comprobado científicamente que la manera más efectiva de mejorar el comportamiento de los niños es evitar el “refuerzo negativo” y ejercitar el positivo. Felicita a tu hijo cuando tiene actitudes positivas, incluso sin que se lo hayas pedido y muestra gratitud y alegría ante sus buenas conductas.
Sin embargo, debes evitar que esto parezca un premio. El niño no debe portarse bien y hacer caso solo cuando haya una recompensa, debe hacerlo en todo momento. Para eso, el refuerzo positivo debe ser a través de gratitud y palabras de aliento, no con dulces y regalos.
6. Ignora los intentos de pasar por encima de tu autoridad
Para que el refuerzo positivo sea efectivo, es relevante ignorar las actitudes negativas. Los niños buscan la atención de los padres constantemente, si la obtienen a través del mal comportamiento, seguirán haciéndolo. No refuerces esas actitudes, enfócate en reforzar las positivas.
7. Involucrarse emocionalmente
Para finalizar, es crucial que tengas en cuenta las emociones de tu hijo. No solo se trata de negociar actitudes positivas y negativas, sino también de reforzar el vínculo emocional que hay entre los padres y cada niño. Ten palabras de afecto con tus hijos, muestra tu amor y apoyo en cada paso que ellos den.
Mantener el bienestar emocional es tan valioso como cuidar de sus necesidades básicas en lo físico. Si necesitas ayuda con la crianza de tus hijos o tienes más dudas, no dejes de comunicarte al 407-618-0212.