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Deja ir los recuerdos dolorosos de tu pasado

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He estado discutiendo como dejar tu pasado en el pasado. Deja ir los recuerdos dolorosos de tu pasado. Todos hemos sido heridos en algún momento de nuestra vida. Y esas heridas no se borran con el tiempo. En el mismo lugar en donde se registra el dolor físico en el cerebro se registra el dolor emocional también. Esas heridas no olvidan tan fácilmente. Muchas veces requieren de ayudar profesional.

Tal vez necesites olvidar las heridas producidas en el pasado, quizás por el daño físico que recibiste, quizás de tus padres, de tu pareja, u otras personas. A través de los años he llegado a la conclusión que el mayor problema no está en sí en la experiencia traumática, sino en los conceptos falsos de la vida que se desarrollan producto de las experiencias traumáticas. Tal vez el daño físico que has recibido te ha llevado a desarrollar sentimientos de rencor, remordimiento y problemas en el manejo de la ira. Inconscientemente maltratas a tus hijos, a tu esposa o esposo, a tus hermanos, producto de que no has podido sanar las heridas producidas por el daño físico de tu pasado.

Tal vez necesitas olvidar los recuerdos producidos por algún daño emocional. Las palabras duelen más que un golpe. Si no pregúntale a una persona que haya sido maltratada emocionalmente, rechazada, ignorada, abusada, abandonada, burlada, humillada y desprotegida. Suelta esos recuerdos. Esas heridas emocionales tienen un efecto poderoso en tu autoestima. Te hacen sentir inferior a los demás, sientes que no puedes lograr tus metas, que no eres lo suficiente bueno o capaz, que nunca lo lograrás. Es por eso que cada nuevo año haces resoluciones, pero todo queda en eso, resoluciones, porque no te sientes con el valor necesario para vencer los obstáculos del presente y así triunfar. Si alguien te lastimó, te hizo daño, no correspondió a tu amor, o no te respetó ni te valoró suéltalo, déjalo ir,  marca tu distancia, levanta el ancla,  libérate de la esclavitud de todos los recuerdos que atormentan tu razón y tu corazón. ¡Tú vales demasiado!, deja de rogarle a esa persona que te hiere, deja de buscarle, apártate, valórate, hazte valer, hazte oír, hazte respetar y respétate a ti misma o a ti mismo.

Hay una historia de un niño, contada por Miller, en 1983, en la que cuando este niño tenía 4 años de edad, su padre comenzó a maltratarlo físicamente, prácticamente todos los días. Él recuerda que cuando tenía 6 años de edad había llegado a recibir 30 latigazos en su espalda. Cuando el padre lo necesitaba a él, le silbaba para que su viniera, así como se llama a un perro. Cuando tenía 11 años de edad él fue casi muerto a golpes por su padre cuando intentó huir de su casa. Antes que este niño naciera tres de sus hermanos habían muerto de difteria, todos antes  de haber tenido tres años de edad y todos con tan solo un mes de separación. Su madre, mantuvo su distancia de este hijo y no desarrolló un apego con él, por temor a perderlo. Su padre, siempre borracho, lanzaba largas quejas sobre cómo los judíos y las minorías estaban causando todos los problemas en el mundo.  El niño creció odiando a su padre, pero no encontró una forma segura de ventilar sus emociones.

Él comenzó a maltratar a otros muchachos, a jugar juegos violentos de guerra y a dar discursos de odio hacia los judíos y otras minorías. Este niño creció y se convirtió en un hombre lleno de odio, quien nunca se casó ni tuvo familia propia con quien pudiese compartir sus emociones. En cambio, encontró una larga audiencia donde sí pudo expresar sus sentimientos de odio. Él llegó a someter a toda una raza a su odio e ira. Ese pequeño niño creció para ser Adolfo Hitler.

A menos que dejes ir los recuerdos de tu pasado se te hará difícil experimentar la completa liberación en Cristo Jesús, pues serás esclavo de tu pasado.

Deja ir los recuerdos de tus errores. Todos cometemos errores en la vida, pero esos errores del pasado tienen una gran influencia sobre nosotros que nos lleva a sentir vergüenza. Nos discriminamos a nosotros mismos, producto de esos mensajes negativos que nos repetimos mentalmente. Nos decimos: tú no puedes, fracasaste una vez y vas a volver a fracasa, no puedes vencer tu adicción a la pornografía, no puedes vencer tu adicción al alcohol, eres una vergüenza para tu familia, para la iglesia, nunca podrás vencer y lograr nada porque eres un fracaso.

No solo nos atormentamos sobre nuestros errores, sino que otros también nos atormentan, aquellos que están a nuestro lado. Hay muchas personas a las que les gusta recordarte tus errores para hacerte sentir mal; tu esposa o esposo tiene una lista de tus errores para cuando quiera tomar ventaja de ti sacártelos en cara.

A Thomas Edison se le atribuye el haber cambiado al mundo. Dos declaraciones que él hizo impactaron mi mente. Su gran laboratorio en el que se crearon y se almacenaron todos sus esfuerzos se quemó hasta sus cimientos. Mientras que el fuego estaba pasando, él emocionado llamó a su esposa para ver el incendio masivo. Le dijo: tú nunca has visto un incendio como este antes. Cuando el fuego se había terminado, se encontró con un montón de gente de bien que trataron de consolarlo. Él respondió: «Todos mis errores yacen en las cenizas. Tengo la oportunidad de empezar de nuevo y hacer cosas nuevas de lo que he aprendido de mis errores».


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