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El perdón y su significado en la Biblia

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Del perdón hablamos todos los días. De la necesidad de perdonar a los demás y a nosotros mismos también. ¿Pero conoces lo que significa el perdón en realidad? He notado que muchos de mis pacientes no observan al perdón bajo los mismos criterios, de allí mi planteamiento.

Todos aprendemos de acuerdo a la educación que tenemos, las personas que conocemos y la inteligencia emocional que hemos desarrollado. Así que esas veces cuando me explican sobre cómo no son capaces de perdonar, la mayoría del tiempo el origen del problema es que su definición del perdón está errada.

Es imposible practicar algo que desconocemos, he de allí que quisiera que juntos indagáramos mejor en qué significa perdonar y cuáles son los mitos que le rodean.

¿Qué es perdonar?

Según la Real Academia Española, perdonar es la acción de remitir una ofensa, deuda o falta. Mientras que la palabra griega “Aphiemi” traducida como perdón, implica dejar ir o liberar. Por igual, otra palabra griega usada para el perdón “Charizomai” significa dar perdón libre e incondicional.

Exceptuar o eximir de obligaciones contraídas es una forma de analizarlo además. Asimismo el perdón es visto como una especie de regalo o un acto de bondad que será dado a otra persona, y que al mismo tiempo será positivo para quien lo dé.

Ten en consideración que el perdón no es un sentimiento, es un acto de voluntad, una decisión en donde optarás no hablar o pensar en los aspectos negativos que viviste. Al darlo estarás eximiendo de responsabilidad al culpable.

Por mi parte, recomiendo que la acción de perdonar sea vista más como un beneficio añadido a la persona a la que se le concederá, porque la verdad es que quienes somos capaces de perdonar somos los más beneficiados en este esquema.

Es una acción liberadora, pero que sigue siendo conflictiva. Tampoco, no te sientas como alguien mezquino si temes darle un alivio a quien te dañó. Pensar en el perdón como un regalo para alguien más, y creer que esta persona no lo merece, querer que de hecho sufra por sus errores, todos esos pensamientos son humanos, son comunes. Asimismo pesados y agotadores.

No obstante, si crees que el no perdonar es una forma de castigo para esa persona, debo aclararte que estás equivocado.

Quizás pienses que el no perdonar es un modo de cuidar nuestras propias heridas, de proclamar que el sufrimiento todavía existe, incluso de validar tus propios sentimientos. Si la persona no es capaz de admitir o entender cómo te dañó, es común que llegues a la conclusión de que no merece tu perdón.

Sin embargo, lo único que estás haciendo al aferrarte a no perdonar, es dañándote a ti mismo lentamente.

¿Qué no es el perdón?

Al poder perdonar necesitamos atravesar cuatro promesas, las cuales son: no pensar más en el incidente, no revivirlo, no hablar del incidente y no permitir que dañe tu presente.

Y puede que analizando sus promesas creas que te estoy hablando del olvido, cuando no es así. Perdonar no es olvidar, porque olvidar es un proceso pasivo que necesita de tiempo, en comparación al perdonar, que es un proceso activo, son muy diferentes.

Así que cuando Dios dice “y no me acordaré más de tu pecado (Isa 43:25)”, está implicando que no es capaz de olvidar nuestras faltas, sino que al perdonarnos opta por no mencionar, o tener en cuenta estas. Debemos seguir su ejemplo. Tampoco el perdón es excusar a otros, es más bien lo opuesto.

Las consecuencias de no perdonar

Cuando no eres capaz de perdonar, creerás que estás en tu derecho. Es más importante para ti seguir justificando la versión que tengas de la verdad, y reclamando una especie de recompensa por el trato injusto que recibiste.

Si no otorgas tu perdón, eso querrá decir que la otra persona es la que está equivocada. Siendo un acto para confirmar y revalidar tu dolor.

No puedo dejar de mencionar como he visto una y otra vez el pensamiento de que al perdonar a alguien se está “bien” en el presente con lo que hizo, que está “bien lo que hizo”. ¿Mis sentimientos ya no son relevantes? ¿Todo será olvidado? ¿Ya acabó?

Acá percibo el error más grande en el perdón, lo mal que relacionamos el perdón. Por igual, los estragos que provoca el guardar en tu corazón y mente el resentimiento. El resentimiento se vuelve una carga muy pesada, una carga que sentirás en tu alma y tarde o temprano te cobrará un precio a nivel físico.

Te lo quiero repetir para que reflexiones más sobre este asunto, perdonar no es igual a decir que tu sufrimiento no vale, a decir que tu dolor ha desaparecido. Tampoco a que has vuelto a ser la misma persona que eras antes. Perdonar es un acto de liberación que todos necesitamos, en primer lugar, para nosotros mismos.

¿Qué dice la Biblia sobre el Perdón?

La Biblia nos da cientos de lecciones sobre el perdón y cómo aplicarlo en nuestra vida diaria. Siendo la principal que el perdón es mostrado como la liberación espiritual necesaria para continuar.

Por ejemplo, en Romanos 8:1 se dice que el perdón que tenemos en Cristo implica la liberación de los pecadores de la justa pena de Dios y la desestimación completa de todos los cargos contra nosotros. También en Efesios 4:32, se explica que el perdón que Dios nos muestra a nuestros pecados es el mismo perdón que debemos mostrar a los otros.

Tal cual nos lo indican las Sagradas Escrituras, el perdón es inagotable, y más que una fuente de debilidad, es una fuente de sanación y poder. El poder y la fortaleza no están en la negación o en el aparentar que somos superiores al dolor, sino por el contrario, en aceptar quienes somos, cómo sentimos y actuar de la mejor forma posible para vivir bajo los consejos de nuestro Señor.

Recuerda que el perdón es un acto de la voluntad, y que no es concedido principalmente porque la persona implicada se lo merece. En cambio, observa al perdón como un acto deliberado de amor, misericordia y gracia.

Cinco mitos sobre el perdón

Resentimiento, amargura y hasta desesperación, todo esto produce el vivir en un estado de negación al perdón. Pero entiendo cómo no comprender lo que implica y el bien que hará, podría alejarte de este. Pensando en ello quiero comentarte de cinco mitos muy famosos del perdón, y que necesitas conocer que son eso, mitos.

1. El perdón es igual al olvido:

Si piensas que el perdón es lo mismo que olvidarse de los actos, estás equivocado. Perdonar como ya hemos podido leer, no quiere decir que se borrará lo que se hizo. Perdonar y olvidar incluso es visto como imposible psicológicamente.

2. Perdonar implica que el dolor se ha ido:

Tampoco cuando perdonas es que tus sentimientos no están allí. No eres un robot, tienes emociones que son valiosas y que todos debemos respetar. Perdonar es un paso para sanar.

3. Si perdonas ya te rendiste en la búsqueda de la justicia:

Desear justicia no es algo malo, por lo que tampoco al perdonar estás admitiendo que quieres que esta no acontezca. El tiempo de Dios es perfecto por lo que Él tarde o temprano se encargará de hacerla realidad.

4. El perdón es una invitación a que te vuelvan a herir:

Este es uno de los mitos más problemáticos, porque no, perdonar no es un acto de sumisión o debilidad, es lo opuesto.

5. Si perdonas una vez, ya está listo:

El proceso de perdonar lleva más tiempo que unos pocos minutos, y más etapas que una sola. Solo tú decides cuál es el indicado, aunque nunca será algo corto.

Últimas palabras

El perdonar engrandece nuestro espíritu y nuestra mente. Teniendo en consideración ello te invitó a que sigas leyendo mis artículos sobre cómo perdonar y cómo entender este proceso. ¿Deseas contarme tu caso? Estaré atendiendo las dudas que tengas de este con gusto.


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