Blog

Claves para conseguir cambios reales en el 2021

Facebook
Twitter
LinkedIn

“Más de 100 millones de estadounidenses han decidido cambiar su comportamiento en este enero del 2021. Eso es más de uno de cada tres adultos, pero en realidad solo un tercio de ellos logra conseguir cambios reales».

 

¿Qué te detiene para alcanzar el potencial para el cual Dios te creó? ¿Tu comportamiento interfiere con tu progreso? Te invito a que evalúes este aspecto de tu vida. Tal vez seas una persona que es intemperante, tiene hábitos malsanos, come en exceso, o no puede controlar su ira. Tal vez no puedas mantener una relación exitosa o tal vez luches con múltiples problemas de comportamiento.

 

“El cambio es difícil. Pero no si se conoce la fórmula de cinco pasos que funciona tanto si se está tratando de dejar de comer comida chatarra como comenzar a bajar de peso«.

 

No importa cuál es tu objetivo, la ciencia enseña que el proceso de conseguir cambios siempre implica las mismas cuatro etapas. Estas cuatro etapas son: contemplación, preparación, acción y mantenimiento. No incluimos la etapa de la pre-contemplación, la cual antecede a la contemplación porque en esta etapa la persona aún no está contemplando hacer un cambio en su vida. Comenzamos en la etapa de la contemplación porque creemos que una de tus resoluciones en el 2021 es hacer cambios reales en tu vida.

 

En la etapa de «contemplación», la persona piensa en solucionar un problema que sabe que tiene, pero no está lista para cambiarlo. En la etapa de «preparación», toma pequeños pasos para solucionar su problema. Durante la etapa de “acción”, la persona se compromete a conseguir cambios y trabaja duro para lograrlo. Y, en la etapa de “mantenimiento”, incorpora sus cambios a su rutina permanente. Aquellos que atraviesan el proceso de cambio de esta manera metódica tienen más probabilidades de tener éxito que aquellos que no lo hacen paso a paso.

 

Mitos sobre el cambio

 

John Maynard Keynes, el estimado economista, escribió una vez que “la dificultad no radica tanto en desarrollar nuevas ideas como en escapar de las viejas». Muchas veces no experimentamos un cambio cuando hacemos nuevas resoluciones porque no queremos cambiar nuestra forma de pensar. Queremos cambiar pensando de la misma forma. Nuestros pensamientos definen nuestros comportamientos. Por lo tanto, si tengo falsos conceptos o mitos sobre el proceso de cambio, seguiré arrastrando los mismos problemas.

A continuación, mencionaré algunos mitos que giran alrededor de los cambios y que obstaculizan el progreso hacia los mismos.

 

«Las personas no pueden cambiar por sí mismas»: este mito se desmiente basándonos en lo que nos muestran las estadísticas, pues más del 75% de las personas que cambian con éxito sus comportamientos negativos lo hacen sin ayuda profesional.

 

“La mayoría de los objetivos y resoluciones son triviales”: no todos los objetivos son triviales, ya que muchos de hechos constituyen aspectos decisivos en la salud, vida, familia y futuro de las personas, pudiendo conseguir cambios importantes tales como dejar de consumir drogas,  beber y, fumar, dejar de comer en exceso, buscar reconciliarse con algún familiar o persona cercana, entre otros.

 

“El cambio solo requiere fuerza de voluntad”: la fuerza de voluntad es un aspecto crucial para cualquier esfuerzo de reforma. Pero, es solo un aspecto y no necesariamente el elemento más importante en la ecuación de conseguir cambios .

 

«Todo está en mis genes»: la biología predispone a la persona a ciertas tendencias, pero no determina quién es el individuo como persona. Tu comportamiento afecta tu biología mucho más de lo que tu biología afecta tu comportamiento. ¡Es una realidad importante que debemos tomar en cuenta! El hecho de que tus padres o antepasados tuvieran conductas negativas, no implica que tú tengas por qué repetir las mismas conductas.

 

«No puedo cambiar; ya lo intenté antes”: esto encarna el error cognitivo de la generalización excesiva. La mayoría de las personas que intentan mejorar proceden incorrectamente. No importa las veces que hayas fracasado en la vida, tus fracasos son el trampolín para alcanzar nuevas cumbres.

 

¿Qué me dicen todos estos mitos? Cualquier persona puede conseguir cambios si usa el enfoque correcto.

¡Tú puedes cambiar!

 

Proceso para conseguir cambios reales

 

A continuación, te mostraré los procesos por los cuales se debe pasar para lograr alcanzar el cambio.

 

Proceso #1: Conéctate con Dios

 

Como seres humanos dependemos directamente de la mano de nuestro Dios creador, quien nos sustenta tanto física como espiritualmente. En la Biblia, en Filipenses 4:13, encontramos la promesa de que tomados de Su mano podremos lograr lo que nos propongamos. Y con más razón, si queremos hacer un cambio en nuestra vida, si queremos lograr un cambio real y duradero, debemos tomar la mano de nuestro Creador y marchar en cada paso con la seguridad que Él nos da.

 

Deja que el Espíritu Santo transforme tu mente. Solo Él puede lograr que tu mente y corazón cambien de forma verdadera. Si nos conectamos a Dios, tendremos la fortaleza para enfrentar los retos que el cambio atraviese en nuestro camino.

En Romanos 12:1-2 leemos: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Pide a Dios que obre a través del Espíritu Santo para lograr esa transformación, ese cambio que anhelas conseguir en tu vida”.

 

Proceso #2: Prepárate para el cambio

 

Establece tu meta y prepárate para el cambio. Sé específico(a) respecto a lo que quieres lograr. Haz que tu objetivo sea positivo, no negativo. Por ejemplo, no decidas dejar de postergar las cosas. En cambio, decide planificar con anticipación y cumplir con el programa. Verás que de esta manera tendrás una visión diferente del cambio que deseas lograr y tendrás un objetivo más motivador y alcanzable.

 

Asegúrate de que tus objetivos sean realistas y apunten a un comportamiento o circunstancia que realmente puedas alterar. Es difícil cambiar algo que no está en nuestras manos o a nuestro alcance. Debemos ser realistas al momento de proponernos un cambio, entendiendo si somos o no capaces de alterar aquello que nos hemos propuesto.

 

Controla tu progreso con un registro o gráfico. Es más fácil percibir el panorama del progreso cuando tenemos acceso visual a él. De esta manera aumentarás tu conciencia del problema que estás abordando. Piensa en sus «causas, consecuencias y soluciones». Verás que tu visión del mismo mejorará y podrás entenderlo de forma más clara.

 

Hazte tres preguntas claves:

 

«¿Qué me llevó a tener este problema en particular y qué lo mantiene existiendo ahora?»

«¿Cuáles son las consecuencias, deseables e indeseables, de mi comportamiento actual?»

«¿Cuáles son las soluciones, los caminos hacia mi objetivo?»

«Los objetivos vagos, como ‘convertirse en una mejor persona’, generan esfuerzos vagos y resultados decepcionantes». No son específicos y, por lo tanto, no son fáciles de lograr. Se convierten en un desafío que desanima a la persona.

 

Ponerte en contacto con tus emociones es otro potente catalizador. Al entrar en contacto con tus emociones, logras conocerte mejor, ver en tu interior, entender el panorama desde una perspectiva más amplia. Esto te ayudará a acelerar, y, posteriormente, alcanzar la meta de cambio que te has propuesto.

 

Examina tu miedo al cambio, identifica sus rasgos.  Además, examina tu concepto de ese futuro más agradable que obtendrás al transformar tu vida. Allí encontrarás gran motivación para lograr tu meta de cambio, pues visualizarás cómo sería tu vida al alcanzarla.

 

Habla sobre tu cambio en voz alta, contigo mismo(a). Por ejemplo: «¡Estoy a punto de dejar de ingerir alimentos que no son saludables!». Convéncete de que lo estás logrando. Date crédito por cada pequeño logro que estás alcanzando en el camino hacia lograr tu meta. Esto te ayudará a impulsarte aún más hacia adelante. Podrías tal vez crear  un eslogan de compromiso, como «Puedo hacer esto». Date ánimo, inspírate, ¡tú puedes hacerlo!

 

Cambia la historia que te repites en tu mente. No tienes por qué ser víctima de tu pasado. La historia que te repites todos los días en tu mente influye en tu destino. Convéncete de que puedes lograrlo. Cambia la interpretación que le das a esa historia que arrastras del pasado y redefine tu destino. Si sufriste abuso, tú puedes cambiar esa historia y decir “fui víctima de abuso, pero hoy soy un/una sobreviviente”. No seas prisionero(a) de tu pasado.

 

¿Cómo te han parecido estos procesos hasta ahora? ¿Sientes que son pasos importantes en el camino a lograr el cambio en tu vida? ¿Ves tu meta de forma diferente, más alcanzable, más posible, más real? ¿Puedes ver cómo será tu futuro luego de alcanzar la meta del cambio? Comparte tus respuestas en nuestra sección de los comentarios. Así, juntos podremos animar a otros a seguir también estos procesos y lograr en Dios ese cambio que transformará sus vidas para bendición.

 

Te invito a que leas nuestro próximo post, para que conozcas los siguientes procesos que te llevarán a conseguir el cambio que tanto quieres para tu vida. Dios te bendiga


Shopping Basket

Póngase en contacto

Suscríbase a nuestro boletín